La saturación de autos eléctricos chinos llevará a la quiebra a muchas marcas

Posted by Adán Salgado Andrade on sábado, octubre 04, 2025

 

La saturación de autos eléctricos chinos llevará a la quiebra a muchas marcas

Por Adán Salgado Andrade

 

Las inexorables leyes del capitalismo salvaje, enunciadas por Carlos Marx (1818-1883), en su libro El Capital, publicado en 1867, no pueden evadirse.

Algo que dejó perfectamente claro Marx fue que la sobreproducción es la que lleva a las constantes crisis capitalistas, debido a que la oferta de todo tipo de productos, supera a la demanda social. No sólo eso, sino que es la causa de que el planeta esté cada vez más contaminado y depredado (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/01/la-nefasta-depredadora-y-contaminante.html).

Además, justamente el que las empresas dependan tanto de la mencionada sobreproducción para su subsistencia, es otro muy vulnerable punto, pues cada vez es más acérrima la competencia por controlar el mercado, inundándolo de mercancías de todo tipo que, por tal competencia, superan con mucho a la capacidad de consumo. Finalmente, lo que se ocasiona es que millones de mercancías queden sin venderse y eso afecta a las empresas, algunas de las cuales hasta pueden quebrar, dependiendo de su fragilidad, además, como señalé. de que se continúa depredando y contaminando aceleradamente al planeta (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/11/el-fluctuante-valor-de-las-empresas.html).

Y la competencia entre empresas por asegurarse parte de la disminuida demanda es atroz.  Puede alguna crear en cierto momento un producto novedoso que incite al consumo masivo, pero al poco tiempo, ese producto se generaliza y ya pierde aquélla, la ventaja competitiva que tenía cuando recién lo lanzó al mercado. Eso ha sucedido con mercancías tales como computadoras, autos, celulares, medicamentos… lo que sea (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/04/el-capitalismo-salvaje-se-autodestruye.html).

Por ejemplo, en su momento, cuando Tesla, la empresa de Elon Musk (Sudáfrica, 1971), diseñó los primeros autos eléctricos, por algunos años conservó la delantera en ese sector, pero los chinos hicieron ingeniería reversible, su forma favorita de transferencia tecnológica (ya que Tesla tenía una fábrica en China), y actualmente superan en ventas, por mucho, a los autos de Tesla y con un precio mucho menor (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/en-la-agresiva-competencia-capitalista.html)..

De todos modos, cabe aquí aclarar que esos vehículos no son la solución ambiental para reducir la contaminación y depredación planetaria, pues incrementarán otra, el extractivismo necesario para las baterías que los moverán (la extracción de litio, cobalto, grafito y metales de tierras raras). No son más que un nuevo impulso al consumismo compulsivo disfrazado de “alternativa verde” (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/09/los-autos-electricos-no-son-la-panacea.html).

Como explicaba arriba, los chinos comenzaron a producir autos eléctricos, AEs, a partir de los modelos Tesla. Y no sólo eso, sino que también los mejoraron y han propuesto nuevos diseños, que los han hecho más competitivos frente a los de Tesla y los de otras marcas. Pero sólo una parte, las marcas más exitosas, digamos. Pero, además, se ha establecido una férrea competencia dentro de China entre las distintas marcas de AEs, y que muchas están desapareciendo pues es insostenible su operación, como expone el artículo de CNN “Los autos eléctricos chinos ya son globales. Pero una guerra de recorte de precios en casa, podría matar a muchas marcas”, firmado por John Liu y Haicen Yang  (ver: https://edition.cnn.com/2025/09/26/cars/chinese-electric-cars-price-wars-intl-hnk-dst).

Señalan los reporteros que “el boom de AEs chinos nació de una gran apuesta que Beijing hizo en la entonces naciente tecnología en los 2000’s. Y a principios de los 2010’s, el gobierno los declaró un sector estratégico, brindándoles amplios incentivos financieros que dieron origen a algunos de los grandes fabricantes de AEs, como BYD, cuyas ventas eclipsaron ya a las de Tesla. Y eso implicó que surgieran unas 500 marcas, durante el pico de producción”.

Pero ahora la competencia por subsistir es muy dura. Los AEs chinos están sufriendo lo que en su momento experimentaron las decenas de marcas de autos de combustión interna en Estados Unidos. Fueron demasiadas las que comenzaron a surgir, a finales del siglo 19 y principios del 20, sobre todo, desde que Henry Ford (1863-1947), implementara la producción en serie como norma para incrementar sustancialmente la producción (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2018/11/henry-ford-impulsor-de-la.html).

Nacieron talleres, pequeñas industrias o medianas, que produjeron decenas de marcas de vehículos, pero que no pudieron afianzarse, justamente por la mencionada competencia. Y al final de esa hasta destructiva competencia quedaron las llamadas Big Three (Ford, General Motors y Chrysler, aunque ésta última ya fue absorbida por un consorcio europeo formado por Peugeot y Citroën, y ahora se llama Stellantis, prueba de que ni siquiera la industria más poderosa puede ser eterna dentro del capitalismo salvaje. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/08/la-agresiva-competencia-automotriz-en.html).

Lo mismo sucede, como señalé, en China, en donde impulsados por los estímulos de la mafia china en el poder, para que China se consolidara en dicho sector, que dominara no sólo a nivel nacional, sino internacionalmente, empezaron a registrar marcas y más marcas hasta sumar las mencionadas 500, algo absurdo, pues no se pusieron a considerar que el consumo tiene límites y no se iban a vender todos, por la sobreproducción que estaban generando con tantas marcas y modelos.

Ya el escritor Yu Hua (1960), señaló en su libro “China en diez palabras” que China siempre ha convocado a que “en nombre de la revolución”, la gente participe en proyectos masivos, aunque el resultado salga mal. Por ejemplo, en los 1950’s, se convocó a incrementar la producción de hierro. Dice Hua que “un desafortunado experimento fue el llamado ‘Gran paso adelante’, aplicado en 1957, que buscó dos objetivos: aumentar la producción de acero y aumentar la producción agrícola. Ello se sustanciaba en que hacerlo era, justamente, ‘revolucionario’. Los campesinos, entonces, animados por ese espíritu de la revolución se dieron a la tarea de producir hierro, como se pudiera, lo cual tuvo muy pobres resultados, pues gran parte del metal obtenido era de baja calidad, no apto para hacer productos metálicos. Un resultado colateral, fue que, con tal de producir tanto metal, muy malo la mayoría, se descuidó la producción de alimentos, aunque los gobiernos locales presumían, falsamente, de que habían cosechado el doble o triple de las cuotas que supuestamente tenían asignadas. Incluso, presumiendo de abundancia, se hacían concursos para ver qué campesino comía más. Muchos se enfermaban de indigestión de tanto comer. Sin embargo, la realidad fue que como los datos de los alimentos producidos se falsearon, a la hora de entregar dichos alimentos, resultó que las cantidades fueron mucho menores que las reportadas y eso causó una terrible hambruna en 1958, pues en realidad no existían las reservas prometidas. Así, el gobierno, ejerciendo su autoridad, se puso a incautar alimentos, muchos de ellos, las pocas reservas que tenían los campesinos para comer ellos. Fue un error fatal” (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2013/09/china-autoritarismo-capitalismo-salvaje.html).

Justamente lo señalado por los reporteros en el artículo. Y ese impulso que la mafia en el poder china hizo con los AEs, también lo ha hecho con otros sectores que “están compitiendo desordenadamente, no sólo con los AEs, sino en industrias como los paneles solares, el comercio electrónico o la entrega de alimentos”.

En efecto, sólo busquen marcas de paneles o de comercio chino en aplicaciones y hay ya demasiadas marcas (Temu o Shein, van a la delantera, digamos).

Y se está dando precisamente con los AEs chinos, que están inundando todos los mercados “lo que disparó las alarmas en otros países, desde europeos, pasando por México y Canadá, que han comenzado a aplicar tarifas compensatorias y restricciones”.

En efecto, ya México anunció aplicación de aranceles a China, que aunque muchos críticos señalan que fue por razones políticas, de todos modos, sí protegerán la diezmada industria nacional en ropa, calzado o vehículos, tan amenazada por tantos productos chinos que nos invaden y nos desindustrializan (ver: https://www.jornada.com.mx/noticia/2025/09/13/economia/aranceles-no-son-coercion-ni-van-contra-china-aclara-sheinbaum).

Los reporteros exponen que tal competencia entre fabricantes chinos de AEs, “ha afectado la calidad, pues con tal de mantener los precios bajos, usan materiales más baratos”. Al hacer esto, lo único que estarían confirmando es la mala reputación de muchos productos chinos, que salen defectuosos o duran muy poco. Por eso, ni embarcarse con una marca desconocida de auto chino eléctrico, es de recomendarse (he visto agencias de la marca MG, antes inglesa, ahora china, en donde llegan autos recién adquiridos, los modelos de lujo, en grúa, pues tuvieron alguna falla).

Además, también están afectando a los distribuidores de partes, como los de baterías, pues tardan hasta seis meses en pagarles. Eso está provocando problemas también para tales industrias, que igualmente corren el riesgo de quebrar”.

Y, de todos modos, está sucediendo lo que en Estados Unidos, cuando sólo se impusieron los mencionados Big Three, que son pocas las marcas que están acaparando las ventas. Presentan una tabla en donde se muestra el porcentaje de ventas que acaparan las distintas marcas. En primer lugar, está BYD (Build Your Dreams), con 29.2%, que ocupa el primer lugar. Le siguen Geely, con 12.5%, Changan, 6.6%, Wulling, 5,7%, Tesla, 4.7% (muy atrás ya, como puede verse), Chery, 4.2%, Hima, 3.9%, Leap, 3.8%, Li Auto, 3.6%, Xpeng, 3.3% y otras ¡48 marcas! que, entre todas, abarcan el 22.5% restante. Seguramente de entre estas últimas, están las que pronto van a quebrar, como la que se menciona en el artículo, Ji Yue, que produce autos de lujo. “No pudo pagar la publicidad que le solicitó a Li Hongxing, encargado de una agencia de anuncios, quien le dio crédito a esa marca, la que quebró, por bajas ventas y ahora Hongxing debe 40 millones de yuanes ($5.6 millones de dólares) por todos los gastos que hizo en los promocionales. Y, de todos modos, está esperando a que esa empresa le pague”.

A toda esa destructiva competencia la están llamando “involución”, pues sólo se daña a la economía del país y a las empresas que compiten que, muchas, terminan desapareciendo.

Y esa competencia también está llevando a una fuerte disminución de las ganancias. “La ganancia marginal promedio de las empresas automotrices chinas, cayó al 4.3% el año pasado, de un 8% que obtenían en el 2017”. O sea, que casi, casi están obteniendo lo que invirtieron. Y es una constante capitalista que también mencionó Marx, la caída de la ganancia individual por producto. Por eso se debe tratar de vender millones, para que la masa de ganancia compense las inversiones que se hacen.

Declara un industrial que “si usted no puede recortar costos en otras industrias, ¿qué queda por hacer? Contrata a trabajadores temporales, los obliga a trabajar tiempo extra, sin pago, trata de hacerlos más eficientes… y es todo lo que se puede hacer, nada más. Nosotros, tuvimos que recortar 30% los salarios de los trabajadores y tuvieron que aceptar, porque, de otra forma, hubiéramos tenido que cerrar la fábrica”.

¡Claro, finalmente, los paganos de todo este desorden competitivo, son los trabajadores, quienes deben de aceptar menos salarios, condiciones laborales malas, nada de sindicatos, ni prestaciones o hasta despidos parciales… con tal de mantener un salario miserable que les permita medio vivir!

Pero, como señalé, eso sucede ya en todo el mundo. Incluso, venerables marcas como la alemana Volkswagen AG, se van a ver en la necesidad de cerrar plantas y despedir a miles de trabajadores, por la competencia, irónicamente de China, en donde se está presentando la agresiva competencia que he estado refiriendo (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/10/sobreproduccion-no-vendida-y.htm).  

En el 2025, China vendió casi seis millones de vehículos, eléctricos la mayoría. Pero esa cantidad no puede sostenerse, pues los dueños de los autos comprados, van a estar usándolos unos cuatro o cinco años. Así que este año, las exportaciones serán menores, no iguales, al 2024, por lo que las marcas desconocidas, más problemas tendrán para colocar sus autos y varias quebrarán. Según un estudio hecho por el (nefasto) banco HSBC, mencionado por los reporteros, “actualmente, más de 150 marcas de productos chinos y más de 50 fabricantes de AEs, están luchando por sobrevivir”.

Todo eso explica porqué vemos por todas partes agencias de autos chinos, tanto eléctricos, como de combustión interna, peleándose por las ventas y ofreciendo todo tipo de “facilidades” (que, de todos modos, no lo son, sólo son formas de financiamiento que hacen todavía más caros a esos vehículos, pero que son dinero extra para las automotrices).

He Xiaopeng, fundador y CEO de una de las empresas líderes de AES, mencionado por los reporteros, ha señalado que “no se garantiza que ningún fabricantes de autos esté a salvo. Pienso que las quiebras seguirán por otros cinco años. Y estoy seguro que sólo quedarán, cuando mucho, unas cinco marcas vivas”.

 Por eso le urge a China hallar el nuevo hito tecnológico que lleve a la reactivación del consumo nacional y en todo el mundo. Y eso lo está tratando de hacer con el desarrollo de robots, combinados con la IA (a los que llama humanoides), que puedan sustituir a humanos en algunas de sus tareas, aunque todavía están muy atrasados, nada que ver con los modelos de robots mostrados en cintas de ciencia-ficción, como Blade Runner (1982) o Yo Robot (2004). Pero considero que será limitado el consumo en estos enseres. No vamos a comprar, por ejemplo, un costoso robot que barra, si nosotros mismos o nosotras mismas podemos hacerlo con una simple, barata escoba.

La realidad es que el crecimiento económico chino se va reduciendo año con año, aun con los cuestionables “adelantos tecnológicos” y por más estímulos fiscales que la mafia en el poder intenta inyectar, no repunta (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/11/china-podria-estar-llegando-un-pico-de.html).

En fin, como señalé, las leyes capitalistas, señaladas muy bien por Marx, son inexorables.

Y China, la que se consideraba la máquina capitalista del movimiento continuo, muy amargamente, lo está comprobando.

 

Contacto: studillac@hotmail.com