Chile - ¿Cómo financiar a los grandes empresarios robando el sueldo de los trabajadores?

Posted by Correo Semanal on martes, diciembre 01, 2015

AFP EN CHILE

¿Cómo financiar a los grandes empresarios robando el sueldo de los trabajadores?

El robo de las AFP es una trampa más del maquiavélico plan anti-obrero de José Piñera y la Dictadura militar. Su único fin es buscar meterle la mano al bolsillo de los trabajadores, para invertir ese dinero en proyectos de los grandes empresarios chilenos y extranjeros.




Manifestaciones, marchas, cacerolazos y paros se anuncian en afiches a lo largo de Chile para éste 10 de Diciembre. El motor que conduce a cientos de trabajadores y usuarios a organizar esta protesta son las miserables pensiones de vejez que están recibiendo millones de chilenos que han sufrido una vida entera de trabajo precario. Otros, más jóvenes, saben que lo que les espera y están seguros que algo huele a corrupción y robo dentro de sus fondos de pensiones.
La pregunta que más resuena en los oídos de millones es ¿en dónde está el dinero de mi trabajo?
En estas líneas, y en notas posteriores intentaremos ir desenredando éste engañoso negocio de las AFP, como un aporte para extender en nuestros lugares de trabajo la difusión de la escandalosa mafia que envuelve a los empresarios y políticos de nuestro país. Y del cual el Estado se desentiende haciendo oídos sordos frente a millones de jubilados que viven muriendo de pobres. ¿Cuándo nacen las AFP? ¿Cuál es el negocio? ¿Dónde está nuestro dinero? Son preguntas que intentaremos ir respondiendo.
¿Cuándo nacen las AFP?
En 1980 entró en vigencia el nuevo sistema de pensiones para los chilenos, abierto a ingreso voluntario. Se le llamó, sistema de capitalización individual. Un engendro del conocido economista del régimen militar anti-obrero de Pinochet, José Piñera, que consistía en crear una alternativa al anterior sistema de reparto de pensiones donde las jubilaciones de vejez se extraían de un fondo común, basado en un sistema solidario donde el Estado se hacía cargo de la Seguridad Social de los trabajadores terminada su extensa vida laboral.
Este nuevo sistema AFP prometía que si el Estado dejaba de hacerse cargo de las pensiones y se reemplazaban por el principio (capitalista) de la competencia, la inversión y el emprendimiento individual las jubilaciones llegarían incluso a ser iguales al 75% u 85% del último sueldo del trabajador.
Para ésto, el único requisito para los trabajadores era aportar el 10% del salario a un fondo individual (no colectivo), además de una comisión que varía hoy entre un 0,47% (AFP Plan Vital) y un 1,54% del sueldo (AFP ProVida), por razón de gastos de “gestión e inversión” de nuestros dineros que va directo a las utilidades de la empresa AFP que hayamos escogido.
Ellos (los empresarios) se ocuparían de multiplicar nuestros dineros, para obtener así mejores jubilaciones. Siempre los empresarios llegan con trampas bajo la manga.
Así, con el sombrío aval de una dictadura militar, en 1981 éste sistema pasa por ley a convertirse en obligatorio para todos los nuevos trabajadores. Al tiempo que las Fuerzas Armadas fueron premiadas manteniendo el antiguo sistema que a la fecha de hoy implica recibir pensiones hasta 10 veces superiores de las que recibe un jubilado de AFP.
¿Cuál es el negocio? El truco que quisieron probar en nuestro país, fue que ya convertido éste sistema en obligatorio por ley, imponía al trabajador un ahorro forzoso del 10% de su salario. A la vez que la empresa AFP determina su propia tasa de ganancia, según sus expectativas, fijando determinado cobro de comisiones por administración que suele ser superior al 1% del sueldo del trabajador.
El año 2012 por ejemplo, recaudaron 582 millones de dólares. Consiguiendo un alza de utilidades de un escandaloso 38%. El negocio es redondo y no hay forma de perder. Sin embargo, mientras ellos ganan, los trabajadores pierden.
¿Dónde está nuestro dinero?
La propaganda dice: “invierte tus ahorros en los fondos de nuestra AFP y nosotros lo multiplicamos”. Sin embargo el promedio de las pensiones que hoy se pagan es de 147.332 pesos.
Pero, dónde está nuestro dinero, ¿en dónde lo están invirtiendo? ¿en dónde lo están multiplicando?. El destino es escandaloso, dado que la nula participación de los mismos trabajadores y usuarios en el control y gestión de sus fondos deja ésta tarea a las corporaciones financieras en los grandes consorcios que financian con nuestros sueldos a los grandes grupos económicos de nuestro país y el extranjero.
Por ejemplo durante el 2008 nuestros fondos fueron invertidos en los grupos Angelini, Endesa España, Paulmann, Solari, Ibañez, Ponce Lerou y el conocido grupo Matte, que sin ninguna vergüenza, además de financiar sus negocios con nuestros sueldos, los sigue expoliando coludiendo los precios del papel higiénico. Lo irónico, es que mes a mes, nos cobran comisiones obligatorias por razón de ésta noble “gestión” de nuestros fondos.
Sin duda, vivimos en un país donde se puso a prueba un macabro plan para extraer multimillonarias ganancias. El estado ya no se hace cargo ni de la educación, ni de la salud, vivienda y mucho menos de la calidad de vida de los trabajadores jubilados.
Los trabajadores y usuarios debemos frenar éste robo. Hay que organizarnos para volver a recuperar un sistema pensiones estatal donde los fondos sean administrados por los mismos trabajadores y usuarios. El 10 de Diciembre se protestará en las calles, dado que es imposible que el Estado y el Gobierno, que reciben nuestros impuestos, siga cerrando sus ojos frente a la miseria en la que viven los jubilados que pasan a ser pobres de forma automática; y se ven empeorados con el alto nivel de endeudamiento en la tercera edad, tema que trataremos en una próxima nota.