Uruguay - El sindicalismo corrupto recibe sus beneficios
Redacción de Correspondencia de Prensa
Las “economías” por 66 millones de pesos generadas por “vacantes” que no
se llenan (y por inversiones que no se realizan), determinaron que el Instituto
del Niño y el Adolescente del Uruguay (Inau), “repartiera” entre sus 5.100
funcionarios un promedio de $ 13.000. Según el Sindicato Único del Inau, el
“reparto” es proporcional a los ingresos, por lo que algunos cobrarán menos que
otros. (El País, 4-1-2015).
Los trabajadores “lograron que el pago, que reciben descuentos por
Montepío y Fonasa, se hiciera en enero para evitar que en diciembre, con el
acumulado del aguinaldo, el aporte al Impuesto a la Renta Física de las
Personas (IRPF), fuera mayor. Les resta recibir “otro pago”, aunque “residual”,
como consecuencia de que no se utilice en su totalidad un monto reservado para
“imprevistos de posibles devoluciones salariales”. Como ingresaron 800 nuevos
funcionarios, el “sobrante repartido” fue menor que en 2013.
El sindicato “aclaró que el importante número de talleristas que también
ingresó este año no formó parte del reparte porque no tiene derecho a ese
beneficio, así como tampoco cobran presentismo ni cuentan con la estabilidad
del funcionario público” (El País, 4-1-2015).
Esta “conquista” fue acordada entre el sindicato dirigido por Joselo
López (“independiente” del Frente Amplio), y la dirección del Inau, presidida
por Javier Salsamendi (Movimiento de Participación Popular). La noticia, por
repugnante que resulte, no puede sorprender. Corresponde a la relación de
complicidad que el sindicalismo corporativo mantiene con su socio político: el
progresismo.
Como ya hemos informado en el boletín, este sindicalismo de
“negociación” -que no duda en practicar métodos gansteriles- es responsable de
las torturas y las violaciones que ocurren a diario en las cárceles del Sistema
de Responsabilidad Penal Adolescente (Sirpa). Obviamente, “por debajo de la
mesa” los beneficios para los burócratas son mayores y no se publican.
Habrá que ver si los militantes “clasistas y combativos” del sindicato
(que más de una vez denunciaron a la mafia de López y sus amigos del PIT-CNT),
alzan la voz de protesta o, también ellos, se embolsan en silencio el “reparto”
de los dividendos.
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