Uruguay - “Insatisfechos, inquietos y revoltosos definen la elección”

Posted by Correo Semanal on lunes, octubre 20, 2014



Luis Eduardo González dijo que todos los candidatos caminan en la cuerda floja

El Observador TV, Montevideo, 17-10-2014

Desde mitad del siglo XX en adelante, el 85%  de los partidos que fueron por la reelección perdieron. Y en el caso de los que quisieron repetir tras una década de gobierno, el 100% perdió. Por eso, que gane el Frente Amplio sería romper una regla empírica, dijo el director de la consultora Cifra, Luis Eduardo González, en entrevista con Mariano López para El Observador TV. El experto considera que el resultado de las elecciones es impredecible y se va a definir durante noviembre. Hay varios factores que lo hacen difícil de pronosticar: por un lado los altos “niveles de insatisfacción y de exigencia”. Por otro lado, que entre los indecisos la mayoría está más afín a votar a la oposición. Lo mismo sucede pensando en el balotaje entre los votantes del Partido Independiente. Lo que sigue es un resumen de esa entrevista.
-¿Es impredecible el final de la carrera electoral?
El de noviembre sí. Probablemente se va a definir en noviembre mismo.
-¿El 26 de octubre, qué tiene que suceder para que el Frente Amplio llegue tranquilo al balotaje?
Lo que tendría que ocurrir es que a las encuestas le fuera horrible. Con menos de eso, tranquilo no puede llegar.
-¿Qué porcentaje debería tener ahora para ganar seguro en segunda vuelta? ¿Un 44% o un 45%?
No. 44% es un lugar incómodo para el FA. El asunto es para que el FA piense “ganamos” tiene que estar en 48%. Cualquier otra cosa es impredecible. Lacalle Pou es un candidato distinto. Hay muchas imponderables. Cualquier cosa por debajo de 48% no significa que va a perder, sino que es impredecible.
-El cambio hacia eso que hace la elección impredecible ¿es todo mérito de Lacalle Pou o es culpa de Vázquez?
Culpa de Vázquez no es. Y mérito de Lacalle Pou parcialmente. Lacalle es lo nuevo en esta elección. Lo nuevo, en un contexto de circunstancias para mucha gente atractivas. Eso no es mérito de él. Del mismo modo que lo nuevo en 2004 era Tabaré Vázquez. Y en 2009, aunque a algunos le parezca raro, lo nuevo era Mujica. Un señor que por más que tuviera sus años fue guerrillero y era candidato a la Presidencia. Ahora lo nuevo es Lacalle Pou.
-Pero Vázquez es lo que antes era Sanguinetti y Batlle. Hoy Vázquez se muestra como la seguridad.
Exactamente. Pero lo que cambió es el contexto. Pienso que hay dos grandes familias de factores. Uno es insatisfacciones recurrentes en el electorado uruguayo que hacen que sea muy castigador. En Uruguay desde mediados del siglo pasado el 85% de las veces que el partido de gobierno se presenta a la reelección pierde. Y si se presenta luego de haber gobernado dos períodos consecutivos, pierde el 100%. Así que si el FA gana ahora estaría violando estas reglas empíricas, que son cajas negras. No se sabe bien por qué. Ahora, no son enteramente cajas negras. Lo que ocurre es que está asociado  a niveles de insatisfacción y de exigencia altos, de una población muy frustrada a lo largo de muchos años. Y los 10 años de crecimiento económico no alcanzan para compensar esa experiencia, que viene desde mediados del siglo pasado. Entonces son los insatisfechos profundos, votantes revoltosos o con inquietud son los que definen la elección. La mitad de los uruguayos tenemos camiseta puesta y se sabe lo que votamos. Pero la otra mitad que no lo tiene es la que elige el presidente.
-La semana que viene presentará la última encuesta. ¿Se imagina algún cambio?
Hasta verlo no sabemos. Sería raro que hubiera cambios drásticos. Si hubiera,  tendría razón (Ignacio) Zuasnabar y están pasando cosas raras. No creo que haya cambios drásticos.
-¿Qué tan firmes son las chances de Lacalle Pou?
Mitad y mitad.
-¿Por qué cree que la positiva no se agotó?
La campaña por la positiva primero, toca un sentimiento fuerte, sobre todo entre la mitad no camiseta puesta. Entre ellos la campaña por la positiva es muy rica. Atiende a una preocupación genuina para que la gente no se siga peleando. Además Lacalle Pou está en una situación particular. Es como la de Vázquez en 2004. En ese momento, Vázquez podía decir cualquier cosa porque la militancia frenteamplista estaba muy entusiasmada porque podía ganar las elecciones ahí nomás y no le preocupaba que fuera centrista. Era un discurso para ganar. A la izquierda radical no le importaba. El discurso antiblancos y anticolorados –un poquito maniqueo– tampoco calzaba mal porque la gente estaba muy paspada de los partidos tradicionales. Vázquez podía decir cualquier cosa. Pero ahora no puede decir cualquier cosa y Lacalle Pou sí puede. O sea a la militancia blanca no le importa que Lacalle sea demasiado tolerante porque quieren ganar la elección.
-¿Cuándo esta campaña se transforme en un mano a mano, se puede agotar la positiva?
No. Yo pienso que no. Ahora están los dos embarcados en lo mismo. Vázquez está por la positiva. Es un discurso centrista, equilibrado, no insulta a nadie. ¿Entonces qué significa? No usa por la expresión por la positiva, pero actúa por la positiva. El que se le salga realmente de la positiva después del 26 de octubre arriesga ser penalizado por los votantes. A esa masa de gente que le interesa la acción de la positiva se puede enojar.
-Lacalle Pou necesita la gran mayoría de los votos colorados. En 2009 Bordaberry dijo “voy a votar a Lacalle Herrera” pero no hizo campaña. ¿Incide mucho que Bordaberry haga campaña por Lacalle Pou?
No. Somos expertos en percibir las señales. Si los colorados se juegan por Lacalle Pou todo el mundo se entera. Por otra parte, algunas encuestas sugieren que los colorados propensos a votar a Lacalle Pou son más que en 2009.
-¿Qué tendencia cree que van a ser los indecisos? ¿Tienden a ir mayoritariamente por el oficialismo?
Los indecisos se dividen con un sesgo favorable más bien a la oposición. Lo que importa no es tanto los indecisos sino un grupo mayor que podría llegar a cambiar de voto. Por eso es que desde aquí hasta el último domingo de noviembre todo el mundo camina en la cuerda floja. Es impredecible qué clase de cosas pueden molestar a esa gente.
-¿De los votantes del Partido Independiente, la gran mayoría se va para el Frente Amplio?
No, yo no creo eso. Se dividen en partes casi iguales y quizás la mitad más grande pueda ser para Lacalle Pou.
-¿Vázquez cometió errores en la campaña?
No. Yo diría que no. El principal problema es un contexto fuertemente cambiado. Ahora Vázquez está haciendo una campaña muy buena. Pero empezó el año mal. El “vamos bien no funcionó”, a tal punto que tuvo que cambiarlo. ¿Es un error de Vázquez? Tal vez sí en la medida que tomó la decisión final. Pero sus asesores pensaron que era una buena cosa para subrayar una década de fuerte crecimiento económico. Una vez le preguntaron a (Francisco) “Pancho” Vernazza (asesor de Mujica) como fue la campaña (del 2009). Él enumeró algunas virtudes. Pero repitió: “muy muy consistente”. Ese es el problema de la campaña de Vázquez. Empezó con un acento y luego derivó a uno muy diferente. El acento inicial se parecía a 2004. El acento para ganar esta elección es el que tiene ahora, no el que tenía a principio de año. Ese es un problema.
-¿Lacalle Pou cometió errores?

Creo que no. A lo sumo pequeños, errores.