Venezuela debe aprender de la política norteamericana en Oriente Medio
Rómulo
Pardo Silva
En su
proceso bolivariano, Venezuela se encuentra con factores comunes a las intervenciones
norteamericanas en Medio Oriente: el imperio tras el dominio mundial, riqueza
petrolera, enemigos políticos internos y vecinos externos asociados a
Washington, narcotraficantes.
En el artículo “EE.UU.
– Rusia: drogas, petróleo y guerra” Peter Dale Scott (*) hace un análisis que sirve a la tarea urgente
de defensa en la patria de Bolívar y Chávez.
“La
seguridad de que la OTAN no aprovecharía la distensión para extenderse hacia
Europa del Este es un ejemplo de promesa incumplida… Este movimiento de
expansión hacia el Este estuvo acompañado de actividades y operativos
conjuntos, aliando las tropas de los EE.UU. a las fuerzas armadas y de
seguridad de Usbekistán…”.
Podemos
citar otros incumplimientos de compromisos, como la transformación no
autorizada de una fuerza de las Naciones Unidas en Afganistán (aprobada en 2001
por Rusia) en una coalición militar dirigida por la OTAN…”.
“[…]
luego del 11 de septiembre, ambos (Donald Rumsfeld y Dick Cheney) se dedicaron
a poner en marcha un proyecto de derrocar a muchos gobiernos amigos de Rusia,
de Irak, Libia, Siria, Irán. Diez años antes el neoconservador Paul Wolfowitz
había declarado al general Wesley Clark en el Pentágono que los EE.UU.
disponían de una excelente oportunidad para desembarazarse de los amigos de
Rusia, en el período de reestructuración de ese país luego de la caída de la
URSS. Para terminar ese proyecto faltan Siria e Irán.”
“Detrás de cada una
de las ofensivas recientes de los EE.UU. y la OTAN, la industria petrolera ha
sido un determinante. Para ilustrarlo recordemos simplemente las intervenciones
en Afganistán (2001), en Irak (2003) y en Libia (2011).”
“Las actividades de
los EE.UU. en Asia central, en zonas de tradicional influencia rusa como
Kazakistán, tienen un fondo común. En efecto desde hace una treintena de años
(tal vez más) las compañías petroleras y sus representantes en Washington han
mostrado un gran interés por el desarrollo y sobre todo por el control de los
recursos gasíferos y petroleros subexplotados de la cuenca del Caspio.
Siguiendo ese objetivo Washington ha desarrollado políticas que han derivado en
el establecimiento de bases avanzadas en Kirghistán y durante cuatro años
(2001-2005) en Uzbekistán… Washington está al servicio de los intereses de las
compañías petroleras occidentales, no solo por su acción corruptora sobre la
administración, sino porque la supervivencia de la “petroeconomía”
estadounidense depende del dominio occidental del comercio mundial del petróleo…”.
“De manera
recurrente las compañías petroleras estadounidenses son acusadas de realizar
operaciones clandestinas ya sea de forma directa o mediante intermediarios. En
Colombia, como veremos, una empresa de seguridad estadounidense que trabajaba
para Occidental Petroleum participó en una operación militar del ejército
colombiano en la que “mataron por error a 18 civiles”.
“[…] los halcones
hegemonistas que trabajan principalmente para la CIA y el Pentágono (como
William Casey, Dick Cheney o Ronald Rumsfeld)… han presionado continuamente
para instalar en los EE.UU. una estrategia unipolar de dominación global. Para
conseguir este inalcanzable objetivo no han dudado en aliarse con traficantes
de drogas, especialmente en Indochina, Colombia y actualmente en Afganistán.”
“Esta tendencia se
ha manifestado de manera flagrante en Afganistán, donde los EE.UU. reclutaron a
viejos traficantes de drogas para que los apoyaran en la invasión de 2001 (41).
Posteriormente Washington anunció una estrategia de lucha contra la droga que
se limitaba explícitamente a atacar a los traficantes de drogas que apoyaban a
los insurgentes.”
Son los mismos elementos
de la desestabilización en Venezuela: estrategia de dominación global de
Estados Unidos, asociación con las fuerzas armadas de Colombia, derrocamiento
de un gobierno amigo de Rusia, las mayores reservas de petróleo del mundo,
bases norteamericanas en Colombia, alianza con los narcotraficantes colombianos
-Álvaro Uribe tiene carpeta en la DEA-, acción
fascista de políticos venezolanos.
“Más de
50 encapuchados atacaron, el miércoles, la Universidad Central de Venezuela,
UCV, en Caracas, la capital, donde dispararon con armas de fuego y quemaron
tres vehículos, entre ellos dos autobuses.
Según el ministro del Poder
Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres,
los asaltantes, tras entrar en el centro universitario “queman tres vehículos
dentro de estas instalaciones, utilizando capuchas, motocicletas sin placas,
causando miedo y terror dentro de esa casa de estudio” [HispanTv].
Venezuela
es un objetivo estratégico, el petróleo se agota, el plan de los empresarios
corporativos norteamericanos no se detendrá voluntariamente.
El
gobierno de Maduro tiene información de los planes que se implementan desde el
poder en Bogotá.
La
práctica de utilizar el golpe militar civil ya se ejecutó el año 2002.
Diferentes
guerras y conflictos pero un solo objetivo norteamericano. Irán, Siria,
Venezuela, Cuba, Corea del Norte… China, Rusia, son blancos. Cada frente no es
una situación aislada, se trata de una agresión militar, económica, política,
mediática, global. Se define el futuro en decrecimiento.
Al
Socialismo del siglo 21 bolivariano solo le queda prepararse. El enemigo está adentro,
al norte y al otro lado de la frontera.
Referencia
Contacto
romulo.pardo@gmail.com
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