Precios de Alimentos: Una Crisis Mundial
Hace poco más de un año uno podía ir al mercado en Cochabamba y comprar cuatro panes por un boliviano. Ahora cuatro panes nos cuestan 2.40 Bs, 0.60 ctvs la unidad. Pero el pan no es el único, todos los productos de la canasta familiar han subido: frutas, vegetales, pollo, carne, arroz, maíz, leche, aceite, TODOS.
En parte, se debe al sabotaje económico de la oposición derechista que todavía controla la mayoría de la tierra y el ganado, y que rigen la distribución de los alimentos básicos. Ellos quieren subir los precios para causar desilusión, frustraciones y divisiones dentro de las bases de los movimientos sociales y así debilitar el proceso revolucionario.
Pero esto no es sólo un problema boliviano, es una crisis mundial. Según el Banco Mundial (BM), entre Marzo de 2007 y 2008, el precio mundial de maíz subió 31%, arroz subió 74%, soya 87% y trigo 130%. En general los alimentos han subido 83% en los últimos tres años.
El impacto no sólo es triste, sino que es criminal. Cientos de millones de personas están siendo forzados a comer menos y el BM aproxima que 100 millones de personas más viven en la pobreza extrema debido a la crisis. En los últimos meses, hemos visto protestas en Senegal, Camerún, Burkina Faso, Indonesia, Egipto y las Filipinas. En Haití, donde el “alimento” más popular para los pobres es una mezcla de mugre con azúcar y aceite, las protestas derrumbaron el gobierno.
Las causas principales: la avaricia y el caos del sistema capitalista
¿Como es posible que en 2008, con toda la tecnología, capacidad productiva y riqueza natural que tenemos, cientos de millones de personas no tengan de comer? Las razones son numerosas, pero el problema es sencillo: el sistema capitalista se base en la ganancia privada no en la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad.
La compra y venta de alimentos es un negocio como cualquier otro. En los últimos años, debido a la creciente crisis económica en los EEUU y Europa, muchos capitalistas han invertido en alimentos, creando una escasez, para luego venderlos con precios elevados.
Otra importantísima razón, es que millones de toneladas de maíz están siendo destinadas a la industria de “bio-diesel”. Toneladas que antes alimentaban a la gente, ahora están siendo devoradas por los autos despilfarradores de los ricos en EEUU. El Instituto de Política de la Tierra en Washington calcula que la tierra dedicada a la producción de bio-diesel en los EEUU sólo en los últimos dos años podría haber alimentado 250 millones de personas.
El neoliberalismo de las últimas dos décadas también ha sido un factor importante. Considerando que el rendimiento natural de una cosecha tiende a disminuir y para contrarrestar esto, hay que desarrollar nuevas variedades de cosechas, con la implementación del neoliberalismo en los años 80’s, los gobiernos que hacían este trabajo, empezaron a contratar empresas privadas, que en vez de promover la diversidad agrícola, buscaron ganar a corto plazo. Los resultados son evidentes: en los países subdesarrollados, entre los años 1960-1980, la cosecha promedio subió un 3%-6% cada año, mientras que entre 1980-2004, sólo subió el 1%-2. Ahora los pobres están pagando las consecuencias de años de negligencia capitalista.
Hay que tomar medidas socialistas para resolver la crisis
El problema real de la crisis es el sistema capitalista y nuestra propuesta es un cambio a socialismo. En Bolivia, frente a la subida de los precios de los alimentos, hay que implementar controles sobre los precios de alimentos. Para contrarrestar la inflación, es necesario iniciar una escala móvil de salarios para los trabajadores. Para incrementar la producción agrícola, el gobierno debe invertir en maquinaria agrícola para los campesinos. Pero estas sólo son soluciones del corto plazo.
Hay suficiente tierra, riqueza natural, fuerzas productivas y laborales para alimentar a toda la población mundial. Pero sólo podremos realizar esto si el pueblo controla los medios de producción y los dirige a la satisfacción de sus necesidades y no a la ganancia. En Abril 2008, en una reunión internacional de las Naciones Unidas, Evo Morales dijo que necesitamos decidir entre “capitalismo y la muerte o socialismo…”
Esto es cierto, pero no podemos esperar que Morales y el MAS aumenten sus palabras revolucionarias con acciones. Los movimientos sociales necesitamos organizarnos independientemente en Comités de Defensa y Lucha y construir un partido revolucionario de obreros, campesinos, indígenas y pobres que esté conciente de la necesidad de construir una sociedad socialista.
Además una revolución socialista en Bolivia y la construcción de un estado obrero y campesino basado en el control democrático del pueblo sería la chispa para una revolución en Latinoamérica que pueda expandirse por todo el mundo. La alternativa contraria, como dijo Morales, es la muerte.
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Fuente: La Chispa.En parte, se debe al sabotaje económico de la oposición derechista que todavía controla la mayoría de la tierra y el ganado, y que rigen la distribución de los alimentos básicos. Ellos quieren subir los precios para causar desilusión, frustraciones y divisiones dentro de las bases de los movimientos sociales y así debilitar el proceso revolucionario.
Pero esto no es sólo un problema boliviano, es una crisis mundial. Según el Banco Mundial (BM), entre Marzo de 2007 y 2008, el precio mundial de maíz subió 31%, arroz subió 74%, soya 87% y trigo 130%. En general los alimentos han subido 83% en los últimos tres años.
El impacto no sólo es triste, sino que es criminal. Cientos de millones de personas están siendo forzados a comer menos y el BM aproxima que 100 millones de personas más viven en la pobreza extrema debido a la crisis. En los últimos meses, hemos visto protestas en Senegal, Camerún, Burkina Faso, Indonesia, Egipto y las Filipinas. En Haití, donde el “alimento” más popular para los pobres es una mezcla de mugre con azúcar y aceite, las protestas derrumbaron el gobierno.
Las causas principales: la avaricia y el caos del sistema capitalista
¿Como es posible que en 2008, con toda la tecnología, capacidad productiva y riqueza natural que tenemos, cientos de millones de personas no tengan de comer? Las razones son numerosas, pero el problema es sencillo: el sistema capitalista se base en la ganancia privada no en la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad.
La compra y venta de alimentos es un negocio como cualquier otro. En los últimos años, debido a la creciente crisis económica en los EEUU y Europa, muchos capitalistas han invertido en alimentos, creando una escasez, para luego venderlos con precios elevados.
Otra importantísima razón, es que millones de toneladas de maíz están siendo destinadas a la industria de “bio-diesel”. Toneladas que antes alimentaban a la gente, ahora están siendo devoradas por los autos despilfarradores de los ricos en EEUU. El Instituto de Política de la Tierra en Washington calcula que la tierra dedicada a la producción de bio-diesel en los EEUU sólo en los últimos dos años podría haber alimentado 250 millones de personas.
El neoliberalismo de las últimas dos décadas también ha sido un factor importante. Considerando que el rendimiento natural de una cosecha tiende a disminuir y para contrarrestar esto, hay que desarrollar nuevas variedades de cosechas, con la implementación del neoliberalismo en los años 80’s, los gobiernos que hacían este trabajo, empezaron a contratar empresas privadas, que en vez de promover la diversidad agrícola, buscaron ganar a corto plazo. Los resultados son evidentes: en los países subdesarrollados, entre los años 1960-1980, la cosecha promedio subió un 3%-6% cada año, mientras que entre 1980-2004, sólo subió el 1%-2. Ahora los pobres están pagando las consecuencias de años de negligencia capitalista.
Hay que tomar medidas socialistas para resolver la crisis
El problema real de la crisis es el sistema capitalista y nuestra propuesta es un cambio a socialismo. En Bolivia, frente a la subida de los precios de los alimentos, hay que implementar controles sobre los precios de alimentos. Para contrarrestar la inflación, es necesario iniciar una escala móvil de salarios para los trabajadores. Para incrementar la producción agrícola, el gobierno debe invertir en maquinaria agrícola para los campesinos. Pero estas sólo son soluciones del corto plazo.
Hay suficiente tierra, riqueza natural, fuerzas productivas y laborales para alimentar a toda la población mundial. Pero sólo podremos realizar esto si el pueblo controla los medios de producción y los dirige a la satisfacción de sus necesidades y no a la ganancia. En Abril 2008, en una reunión internacional de las Naciones Unidas, Evo Morales dijo que necesitamos decidir entre “capitalismo y la muerte o socialismo…”
Esto es cierto, pero no podemos esperar que Morales y el MAS aumenten sus palabras revolucionarias con acciones. Los movimientos sociales necesitamos organizarnos independientemente en Comités de Defensa y Lucha y construir un partido revolucionario de obreros, campesinos, indígenas y pobres que esté conciente de la necesidad de construir una sociedad socialista.
Además una revolución socialista en Bolivia y la construcción de un estado obrero y campesino basado en el control democrático del pueblo sería la chispa para una revolución en Latinoamérica que pueda expandirse por todo el mundo. La alternativa contraria, como dijo Morales, es la muerte.
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Alternativa Socialista Revolucionaria - Comité por una Internacional de Trabajadores, Bolivia
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