Bolivia - Autonomía Indígena SI, Autonomía Departamental Falsa NO
No se puede separar la lucha por el socialismo de la lucha por autonomía indígena
Después de la Guerra del Gas en 2003, los empresarios, latifundistas, transnacionales y partidos políticos de la derecha se dieron cuenta que la mayoría campesina, obrera e indígena ya no permitiría que ellos siguieran controlando el gobierno nacional. Cínicamente, ellos robaron la bandera de lucha de los 36 pueblos originarios y empezaron a abogar por la autonomía departamental. Cuando Evo Morales y el gobierno del MAS llegaron al poder, se intensificó esta lucha.
Los ricos que encabezan la lucha por la autonomía departamental tienen el único fin de proteger su poder económico y el sistema capitalista que condena a la pobreza al 60% de los bolivianos y que tiene el 87% de la tierra cultivable en los manos del 7% de la población. Pretenden hacer esto mediante los estatutos autonómicos que quitan el poder económico del gobierno nacional y "confiere al Gobierno Departamental, en verdad a su Gobernador, la potestad de definir sobre 'la propiedad, la regularización de sus derechos, la distribución y administración de las tierras del Departamento'" (Los Tiempos, 24 Abril 2008).
Alternativa Socialista Revolucionaria (ASR) rechaza rotundamente los estatutos autonómicos de Santa Cruz y la media luna. Sin embargo, la lucha de los ricos por la autonomía departamental no tiene nada que ver con la lucha justa de los 36 pueblos originarios por su autonomía.
La lucha por autonomía indígena es una lucha histórica de los pueblos oprimidos. Por más de 500 años, los indígenas y pueblos originarios de Bolivia y todo Latinoamérica han sido sistemáticamente asesinados, esclavizados, explotados, reprimidos y discriminados, primero por los colonizadores españoles y ahora por los capitalistas imperialistas en conjunto con los empresarios y latifundistas bolivianos.
Después de años de lucha, los pueblos indígenas de Bolivia han logrado poner el primer presidente indígena, Evo Morales, y están al punto de aprobar una nueva constitución que garantiza a "las naciones y pueblos indígena originario campesinos…su libre determinación…derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales…"
ASR apoya la lucha por autonomía de los pueblos indígenas. Sin embargo, reiteramos que la autonomía indígena no es posible bajo del sistema capitalista, basado en la competición, la avaricia y la propiedad privada. Por tanto tiempo que reina el capitalismo, los pueblos originarios vayan a tener que enfrentarse con capitalistas que quieren controlar sus tierras valiosas, los recursos subterraneos (especialmente los hidrocarburos) y su fuerza laboral.
Los socialistas luchan por una sociedad basada en los mismos valores de las comunidades indígenas: en la cooperación, la fraternidad y la propiedad comunal. Luchamos por un sistema en el cual toda la economía—control sobre la tierra, los recursos naturales, la industria, la fuerza laboral y la distribución de la riqueza—este controlado democráticamente por los indígenas, campesinos, obreros y pobres.
La autonomía indígena verdadera requiere una sociedad socialista verdadera. Por lo tanto, aseguramos que no se puede separar la lucha por autonomía indígena de la lucha por una revolución socialista y que los indígenas, campesinos, obreros y pobres tienen que unirse y luchar por ella.
Fuente: La Chispa.
Después de la Guerra del Gas en 2003, los empresarios, latifundistas, transnacionales y partidos políticos de la derecha se dieron cuenta que la mayoría campesina, obrera e indígena ya no permitiría que ellos siguieran controlando el gobierno nacional. Cínicamente, ellos robaron la bandera de lucha de los 36 pueblos originarios y empezaron a abogar por la autonomía departamental. Cuando Evo Morales y el gobierno del MAS llegaron al poder, se intensificó esta lucha.
Los ricos que encabezan la lucha por la autonomía departamental tienen el único fin de proteger su poder económico y el sistema capitalista que condena a la pobreza al 60% de los bolivianos y que tiene el 87% de la tierra cultivable en los manos del 7% de la población. Pretenden hacer esto mediante los estatutos autonómicos que quitan el poder económico del gobierno nacional y "confiere al Gobierno Departamental, en verdad a su Gobernador, la potestad de definir sobre 'la propiedad, la regularización de sus derechos, la distribución y administración de las tierras del Departamento'" (Los Tiempos, 24 Abril 2008).
Alternativa Socialista Revolucionaria (ASR) rechaza rotundamente los estatutos autonómicos de Santa Cruz y la media luna. Sin embargo, la lucha de los ricos por la autonomía departamental no tiene nada que ver con la lucha justa de los 36 pueblos originarios por su autonomía.
La lucha por autonomía indígena es una lucha histórica de los pueblos oprimidos. Por más de 500 años, los indígenas y pueblos originarios de Bolivia y todo Latinoamérica han sido sistemáticamente asesinados, esclavizados, explotados, reprimidos y discriminados, primero por los colonizadores españoles y ahora por los capitalistas imperialistas en conjunto con los empresarios y latifundistas bolivianos.
Después de años de lucha, los pueblos indígenas de Bolivia han logrado poner el primer presidente indígena, Evo Morales, y están al punto de aprobar una nueva constitución que garantiza a "las naciones y pueblos indígena originario campesinos…su libre determinación…derecho a la autonomía, al autogobierno, a su cultura, al reconocimiento de sus instituciones y a la consolidación de sus entidades territoriales…"
ASR apoya la lucha por autonomía de los pueblos indígenas. Sin embargo, reiteramos que la autonomía indígena no es posible bajo del sistema capitalista, basado en la competición, la avaricia y la propiedad privada. Por tanto tiempo que reina el capitalismo, los pueblos originarios vayan a tener que enfrentarse con capitalistas que quieren controlar sus tierras valiosas, los recursos subterraneos (especialmente los hidrocarburos) y su fuerza laboral.
Los socialistas luchan por una sociedad basada en los mismos valores de las comunidades indígenas: en la cooperación, la fraternidad y la propiedad comunal. Luchamos por un sistema en el cual toda la economía—control sobre la tierra, los recursos naturales, la industria, la fuerza laboral y la distribución de la riqueza—este controlado democráticamente por los indígenas, campesinos, obreros y pobres.
La autonomía indígena verdadera requiere una sociedad socialista verdadera. Por lo tanto, aseguramos que no se puede separar la lucha por autonomía indígena de la lucha por una revolución socialista y que los indígenas, campesinos, obreros y pobres tienen que unirse y luchar por ella.
Fuente: La Chispa.
Alternativa Socialista Revolucionaria - Comité por una Internacional de Trabajadores, Bolivia
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