Chile - Una maquiladora de salmones es una de las que más infringe la Ley Laboral en Chiloé
Fuente: Ecoceanos http://www.ecoceanos.cl
La compañía vulnera el derecho de los trabajadores a organizarse, emite contratos ilegales, no respeta las normas de higiene y seguridad, no cancela los sueldos totales ni las horas extraordinarias, no otorga los descansos correspondientes (2 domingos al mes), y obstaculiza la fiscalización de entidades estatales.
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Quellón, Chiloé/ 17 Diciembre de 2007. (Ecoceanos News)— Persecución sindical, extensas jornadas laborales que superan las 10 horas, despidos arbitrarios y salarios “miserables” denunció el Sindicato de Trabajadores de la empresa Río Dulce, que presta servicio de maquiladora desde sus instalaciones en Quellón a grandes compañías salmoneras, como Aqua Chile, Multiexport, El Golfo e Invertec.
La compañía del “cluster salmonero” encabeza la lista de las empresas de la Provincia de Chiloé con más infraccionalidad laboral, según la Inspección Comunal del Trabajo de Quellón.
De hecho, hasta agosto de 2006 Rio Dulce tenía multas que ascendían a 26 millones de pesos. Esto, por vulnerar el derecho de los trabajadores a organizarse, emitir contratos ilegales, no respetar las normas de higiene y seguridad, no cancelar las remuneraciones de manera íntegra ni las horas extraordinarias, no otorgar los descansos correspondientes (dos domingos al mes), y por obstaculizar la fiscalización de entidades estatales, entre otras.
Y este año la historia se repite. El más reciente abuso fue el despido de seis socios del Sindicato bajo el argumento de “necesidades de la empresa”, una antigua ley que implemento la dictadura de Pinochet.
Pero según los trabajadores, la empresa “está contratando todos los días personal ofreciéndoles un sueldo superior al mercado”, por lo que “los despidos responden a una persecución sindical”.
Agregan que para lograr tal remuneración que promete la empresa habría que trabajar más de 10 horas diarias, pues “hasta el tiempo que vas al baño y cuantas veces vas, queda registrado en la planilla”.
Río Dulce cancela a sus empleados un sueldo base de 53 mil pesos y luego aumenta vía bonos. “Nuestro salario depende de las horas extras y de la cantidad de piezas que procesemos por día”, denuncian los obreros.
En entrevista con Ecoceanos News, el presidente del sindicato, Gustavo Cortes, relató que “Patricio Lastra, uno de los socios, fue despedido por reclamar por las extensas jornadas laborales. Trabajamos más de 10 horas diarias, de las cuales 6 horas estamos sin colación”.
Informó que “otros dos afiliados fueron despedidos por denunciar incumplimiento de acuerdos suscritos en la negociación colectiva, como el pago de un bono de ‘planillero’ mensual de 25 mil pesos”.
Tras la denuncia, la Inspección Comunal del Trabajo obligó a la empresa, en noviembre, a pagar a los obreros cerca de 300 mil pesos, cifra adeudada durante un año por concepto de bono.
Gustavo Cortes agregó que varios trabajadores han sido contratados en forma irregular. La empresa se ampara en el Artículo 22 del Código del Trabajo, que se refiere a la duración de la jornada ordinaria de trabajo y permite que ciertos trabajadores bajo determinadas condiciones queden excluidos de la exigencia de limitación horaria de cuarenta y cinco horas semanales.
De esta manera, según los dirigentes, Río Dulce no mantiene registros de asistencia.
El dirigente explica que todos los obreros cumplen horario y realizan sus funciones al interior de la planta, por lo que recurrir a este resquicio legal no procede.
Cortes denunció que el jefe de turno Cristián Riveras les dijo que haría todo por desmantelar el sindicato.
Pero la empresa Río Dulce incurre en prácticas antisindicales desde la constitución del Sindicato, el 12 de agosto de 2006. A los pocos días, el empleador Ismael Tocornal Fuenzalida, procedió a despedir a 9 trabajadores afiliados, de los cuales dos eran miembros de la directiva, denuncian los dirigentes.
Según la explicación empresarial, la medida habría sido adoptada por baja producción. Sin embargo, luego contrató a un grupo de trabajadores externos para suplir las labores de los despedidos.
El 29 de agosto de 2006 la Inspección Comunal del Trabajo de Quellón sancionó a la compañía por separación ilegal de trabajadores que tenían fuero sindical. Dos días después, es nuevamente multada debido a que no reintegró de los dirigentes. En la ocasión, la oficina estatal instó a los trabajadores a interponer acciones legales contra el empleador.
El incumplimiento a las normas de higiene y seguridad es otra de las denuncias recurrentes en contra de la empresa Río Dulce. De hecho, el petitorio de la última negociación colectiva no incluía solo mejoras en las remuneraciones, sino que se implementen equipos de seguridad en las labores, ya que –según denuncia el sindicato-, a menudo ocurren accidentes laborales.
El Sindicato está a la espera de las fiscalizaciones de la Inspección del Trabajo y exige que se apliquen las sanciones correspondientes.
La compañía del “cluster salmonero” encabeza la lista de las empresas de la Provincia de Chiloé con más infraccionalidad laboral, según la Inspección Comunal del Trabajo de Quellón.
De hecho, hasta agosto de 2006 Rio Dulce tenía multas que ascendían a 26 millones de pesos. Esto, por vulnerar el derecho de los trabajadores a organizarse, emitir contratos ilegales, no respetar las normas de higiene y seguridad, no cancelar las remuneraciones de manera íntegra ni las horas extraordinarias, no otorgar los descansos correspondientes (dos domingos al mes), y por obstaculizar la fiscalización de entidades estatales, entre otras.
Y este año la historia se repite. El más reciente abuso fue el despido de seis socios del Sindicato bajo el argumento de “necesidades de la empresa”, una antigua ley que implemento la dictadura de Pinochet.
Pero según los trabajadores, la empresa “está contratando todos los días personal ofreciéndoles un sueldo superior al mercado”, por lo que “los despidos responden a una persecución sindical”.
Agregan que para lograr tal remuneración que promete la empresa habría que trabajar más de 10 horas diarias, pues “hasta el tiempo que vas al baño y cuantas veces vas, queda registrado en la planilla”.
Río Dulce cancela a sus empleados un sueldo base de 53 mil pesos y luego aumenta vía bonos. “Nuestro salario depende de las horas extras y de la cantidad de piezas que procesemos por día”, denuncian los obreros.
En entrevista con Ecoceanos News, el presidente del sindicato, Gustavo Cortes, relató que “Patricio Lastra, uno de los socios, fue despedido por reclamar por las extensas jornadas laborales. Trabajamos más de 10 horas diarias, de las cuales 6 horas estamos sin colación”.
Informó que “otros dos afiliados fueron despedidos por denunciar incumplimiento de acuerdos suscritos en la negociación colectiva, como el pago de un bono de ‘planillero’ mensual de 25 mil pesos”.
Tras la denuncia, la Inspección Comunal del Trabajo obligó a la empresa, en noviembre, a pagar a los obreros cerca de 300 mil pesos, cifra adeudada durante un año por concepto de bono.
Gustavo Cortes agregó que varios trabajadores han sido contratados en forma irregular. La empresa se ampara en el Artículo 22 del Código del Trabajo, que se refiere a la duración de la jornada ordinaria de trabajo y permite que ciertos trabajadores bajo determinadas condiciones queden excluidos de la exigencia de limitación horaria de cuarenta y cinco horas semanales.
De esta manera, según los dirigentes, Río Dulce no mantiene registros de asistencia.
El dirigente explica que todos los obreros cumplen horario y realizan sus funciones al interior de la planta, por lo que recurrir a este resquicio legal no procede.
Cortes denunció que el jefe de turno Cristián Riveras les dijo que haría todo por desmantelar el sindicato.
Pero la empresa Río Dulce incurre en prácticas antisindicales desde la constitución del Sindicato, el 12 de agosto de 2006. A los pocos días, el empleador Ismael Tocornal Fuenzalida, procedió a despedir a 9 trabajadores afiliados, de los cuales dos eran miembros de la directiva, denuncian los dirigentes.
Según la explicación empresarial, la medida habría sido adoptada por baja producción. Sin embargo, luego contrató a un grupo de trabajadores externos para suplir las labores de los despedidos.
El 29 de agosto de 2006 la Inspección Comunal del Trabajo de Quellón sancionó a la compañía por separación ilegal de trabajadores que tenían fuero sindical. Dos días después, es nuevamente multada debido a que no reintegró de los dirigentes. En la ocasión, la oficina estatal instó a los trabajadores a interponer acciones legales contra el empleador.
El incumplimiento a las normas de higiene y seguridad es otra de las denuncias recurrentes en contra de la empresa Río Dulce. De hecho, el petitorio de la última negociación colectiva no incluía solo mejoras en las remuneraciones, sino que se implementen equipos de seguridad en las labores, ya que –según denuncia el sindicato-, a menudo ocurren accidentes laborales.
El Sindicato está a la espera de las fiscalizaciones de la Inspección del Trabajo y exige que se apliquen las sanciones correspondientes.
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