Cuba - El debate en curso en Cuba
A propósito del VII Congreso del PCC:
¿Cómo planificar cuando no se sabe lo
que ocurrirá? ¿Acaso con un “wiki-plan”?
Pedro Monreal González *
Cuba Posible, La Habana, 19-4-2016
La idea de que es posible planificar
rigurosamente el desarrollo contemporáneo es un mito. Pudiera resultar
atractivo, pero en realidad es poco relevante para las necesidades de Cuba. Las
supuestas evidencias de que estrategias de desarrollo magistrales han
funcionado con precisión en China o Vietnam son cuestionables (1).
La evidencia que se esgrime -casi
siempre consistente en la existencia de un plan y de entidades planificadoras
del desarrollo en esos países- no es suficiente para validar una relación de
causalidad entre plan y desarrollo. Entre otras cosas, porque al desarrollo no
se ha llegado en parte alguna cumpliendo disciplinadamente un calendario de
metas establecidas de antemano. Muy por el contrario, el análisis cuidadoso de
la experiencia real del desarrollo pone de relieve que este es un caso típico
de lo que las ciencias sociales –especialmente los estudios de complejidad- han
catalogado como un “problema torcido” (wicked problem) (2).
No estoy diciendo que esos países no
hayan avanzado notablemente hacia niveles superiores de desarrollo, los cuales
por cierto parecen tener serios problemas de sustentabilidad. Lo que afirmo es
que no es demostrable que tal avance se deba fundamentalmente a la ejecución de
un plan predeterminado y detallado. ¿Ha sido acaso parte de algún plan la
transformación de grandes ciudades en inmensas aglomeraciones humanas donde la
contaminación del aire supera en veinte veces los niveles de calidad del aire
considerados como aceptables por la Organización Mundial de la Salud (OMS)?
De hecho, existe una acreditada
literatura académica sobre el desarrollo que postula que casi todas las
supuestas estrategias de desarrollo que son consideradas exitosas en realidad
resultan coherentes solamente cuando se les analiza a posteriori. Se plantea
que tales estrategias fueron el resultado de la agregación de políticas y de
acciones no necesariamente coordinadas, frecuentemente contradictorias entre
sí, adoptadas de manera ad hoc y que a menudo fueron modificadas durante sus
trayectorias. En ese sentido, los planes y estrategias deben ser vistos más
como procesos que como guiones para el desarrollo (3).
Lo que los planificadores cubanos
pudieran poner por escrito respecto a una estrategia de desarrollo para el 2030
corre el riesgo de convertirse en papel mojado antes de que termine el año
2016. No digo que ello vaya a ocurrir, simplemente anoto que existen
probabilidades de que tal cosa pudiera suceder, algo que debería ser suficiente
para adoptar una perspectiva de modestia intelectual a la hora de acometer
cualquier ejercicio de planificación.
Existen procesos de discontinuidad
notables y vertiginosos en la sociedad contemporánea que solamente percibimos
cuando se nos vienen encima de manera masiva. Por citar solamente un ejemplo,
la empresa Airbnb surgió de la nada para convertirse en una compañía con una
capitalización de 10 mil millones de dólares que en 2015 gestionó 550,000
alojamientos en 192 países y que rápidamente ha sobrepasado a gigantes
tradicionales de la hotelería como Wyndham y Hyatt. Para algunos
expertos, Airbnb representa la cúspide actual de un nuevo modelo de “sharing
economy” y se vaticina que en un futuro cercano pudiera desplazar a
InterContinental Hotels Group y a Hilton Worldwide de los primeros lugares de
gestión hotelera del mundo (4).
Las implicaciones de algo así para
los planes de desarrollo de Cuba pudieran ser significativas. ¿Quién debería
ser considerado como socio preponderante en la planificación del desarrollo
turístico de Cuba, una entidad tradicional como Marriot, o Airbnb? ¿O quizás el
asociado más conveniente para la expansión turística de Cuba pudiera ser una
“estrella” que todavía no ha surgido? ¿Sería realmente necesario invertir miles
de millones de dólares en construir nuevos hoteles en Cuba en medio de lo que
parece ser la transición del “modelo de negocios” del turismo hacia un enfoque
que le concede una creciente función al alojamiento no hotelero?
La incertidumbre es una
característica esencial de los sistemas sociales complejos de cuya
transformación depende el desarrollo. Sin embargo, no todos los procesos que
intervienen en el desarrollo son “problemas torcidos”; es decir, no todos se
relacionan con la modificación de sistemas complejos. La relación entre planificación
y complejidad es usualmente abordada a través de tres metáforas que intentan
ilustrar las diferencias entre procesos: “hornear un cake”, para referirse a
sistemas simples (las relaciones de causa y efecto son estables y predecibles);
“lanzar un cohete”, para denotar sistemas complicados (las relaciones de causa
y efecto se encuentran separadas en tiempo y espacio); y “educar un niño”, para
hacer referencia a sistemas complejos (las relaciones entre causa y efecto
solamente pueden ser apreciadas de manera retrospectiva y son relaciones que
raramente se repiten en otros sistemas) (5).
La planificación del desarrollo
incluye transformaciones de sistemas simples que admiten la aplicación de
procedimientos estandarizados: “recetas”, “guiones” y “buenas prácticas”. El
establecimiento de sistemas de contabilidad mejorados es un ejemplo típico de
ese tipo de transformación que se corresponde con la metáfora de “hornear un
cake”. Por otra parte, las estrategias de desarrollo también deben promover
transformaciones para las cuales hay que crear cada vez el guión desde una
página en blanco, pues no existen recetas preconcebidas. Sin embargo, mejorar
el conocimiento que se tiene del fenómeno, así como la aplicación de
determinadas herramientas de análisis, hace posible el diseño de soluciones. Se
trata de problemas “complicados” (no complejos) que presentan grados de
dificultad que pueden ser enfrentados mediante la aplicación perseverante del
conocimiento. El establecimiento de una actividad económica nueva, por ejemplo,
la industria farmacéutica, pudiera ser un ejemplo del tipo de problema
complicado que se asocia a la metáfora de “lanzar un cohete”.
Sin embargo, para la transformación
de sistemas complejos no basta con pensar mejor, se necesita pensar diferente.
Las transformaciones de sistemas sociales complejos -caracterizados por los
“problemas torcidos” que tales sistemas contienen- representan una elevada
proporción de los retos centrales del desarrollo: regulación del mercado,
coordinación de las dinámicas de diferentes formas de propiedad,
establecimiento de instituciones efectivas para el desarrollo, creación de una
nueva cultura económica, armonización de la eficiencia productiva y de la
justicia social, la sustentabilidad del desarrollo, la apropiación local de
procesos globales “positivos” y el bloqueo de procesos globales “negativos”,
entre otros.
A riesgo de ser excesivamente escueto
en la presentación de la relevancia que tiene la comprensión de los sistemas
complejos para poder entender las restricciones y oportunidades que tiene la
planificación del desarrollo en Cuba, considero que deben ser claramente
identificadas al menos cuatro características de los sistemas sociales
complejos que se intentan transformar en el país: a) son sistemas no lineales (el
comportamiento del sistema no se expresa como la suma del comportamiento de sus
componentes); b) un sistema dado tiene un “ecosistema” formado por otros
sistemas que lo influyen (por ejemplo, la trasformación de un sistema económico
se produce en el contexto de un “ecosistema” que rebasa ampliamente lo
económico); c) los sistemas sociales complejos son reflexivos y “aprenden”
durante el propio proceso de cambio (son capaces de adaptarse a la propia
evolución del sistema); y d) son sistemas esencialmente políticos (directamente
relacionados con la distribución del poder y con el ejercicio del poder) (6).
¿Significa lo anterior que resulta
necesario abandonar la planificación del desarrollo?
En modo alguno. El reto al que se
enfrenta Cuba al tratar de prever el tipo de desarrollo que es deseable y
factible para el país no consiste en descartar la planificación, sino en
modificar la idea que actualmente se tiene de ella. La clave pudiera ser
reconocer que el plan no es efectivo como guión del cambio, pero que puede ser
útil como un instrumento que permita reflejar sistemáticamente la manera en que
un sistema puede ser transformado sobre la base de constantes adaptaciones
resultantes de la retroalimentación del cambio y del conocimiento mejorado que
pueda adquirirse sobre la marcha.
El plan no puede pretender ser un
reflejo del futuro, pero la planificación puede incorporar mecanismos efectivos
de adaptación que le permitan lidiar con la incertidumbre. La visión
predominante de la planificación del desarrollo que todavía parece existir en
Cuba presenta el riesgo de asumir un mundo imaginario en el que las
consecuencias de las políticas serían fundamentalmente aquellas que se han
planificado. Un enfoque distinto, más flexible y adaptativo de la
planificación, permitiría dar cuenta de las otras consecuencias no previstas
que pueden ocurrir y, sobre esa base, poder adaptar el plan.
Las transformaciones sociales que
requiere el desarrollo de Cuba son principalmente complejas, impredecibles, no
lineales, adaptativas, de gran amplitud social y de naturaleza política. La
planificación de tales transformaciones conlleva requerimientos de diseño, de
retroalimentación y de mecanismos sistemáticos de adaptación que rebasan
ampliamente las capacidades de los expertos y de un número limitado de
entidades gubernamentales y políticas.
La planificación del desarrollo
pudiera ser el próximo gran espacio de participación popular sistemática en el
perfeccionamiento de la sociedad cubana. Las tecnologías de la información y
comunicación contemporáneas y la rápida extensión de procesos de producción
colectiva de conocimientos hacen posible algo que es necesario para el
desarrollo de Cuba: disponer de un sistema en red de retroalimentación en
tiempo real del cambio y de bancos de datos masivos de posibles soluciones para
el desarrollo. Con ello, existirían entonces la posibilidad de ofrecerle al
desarrollo nacional una inteligencia colectiva muy superior a la que podrían
proporcionar los expertos, así como un mecanismo adaptativo mucho más ágil y
eficiente que el que puede brindar las posibles consultas periódicas de
documentos.
Siguiendo la práctica de identificar
con el término “wiki” los proyectos de creación y modificación de contenidos
para bases de datos en línea mediante la colaboración de una comunidad de
usuarios, el establecimiento de un mecanismo de participación popular
para la planificación del desarrollo en Cuba pudiera concebirse como un
“wiki-plan”. La pregunta no es tanto si eso ocurrirá o no, pues la tecnología
pone al alcance de cualquiera la construcción de ese tipo de redes a muy bajo
costo. La pregunta relevante es si el gobierno -como parte del seguimiento del
VII Congreso del Partido Comunista de Cuba- se decidirá a tomar una iniciativa
de ese tipo.
* Economista, es
Profesor-Investigador del Centro de Investigaciones de Economiìa Internacional
de la Universidad de La Habana.
Notas
1. S. Philip Hsu, Yu-Sahn Wu,
Suisheng Zhao (2011). In Search of China´s Development Model. Beyond the Bejing
Consensus. Rouletdge. London; Eric Thun (2004). “Industrial Policy, Chinese
Style: FDI, Regulations and Dreams of National Champions in the Auto Sector”,
Journal of East Asian Studies, Vol 4 No 3 (September 2004); Eric Thun (2006).
Changing Lanes in China: Foreign Direct Investment, Local Governments and Auto
Sector Development. Cambridge University Press; y Thomas Moore (2002). China in
the World Market: Chinese Industry and International Sources of Reform in the
Post-Mao Era. Cambridge University Press. 2002.
2. Ben Ramalingam (2013). Aid on the
Edge of Chaos: Rethinking International Cooperation in a Complex World. Oxford
University Press.
3. Keith Griffin (1989). Alternative
Strategies for Economic Development. MacMillan. London; y Peter Evans (1995).
Embedded Autonomy. States and Industrial Transformation. Princeton University
Press.
4. Datos tomados de la publicación
especializada Fast Company http://www.fastcompany.com/3029361/most-innovative-companies-2014/airbnb-reportedly-closes-new-round-of-funding-valuing-it-at-1
5. Metáforas popularizadas por
Christopher J. Roche, especialista en desarrollo internacional y Director del
Instituto de Seguridad Humana y Cambio Social, Universidad La Trobe, Australia.
6. Sylvia Walby (2007). “Complexity
Theory, Systems Theory, and Multiple Intersecting Social Inequalities”.
Philosophy of the Social Sciences. Vo. 37. 2007.
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