Chile - Aylwin, una deuda millonaria

Posted by Correo Semanal on miércoles, abril 20, 2016


 Publicado el 19 Abril 2016
EL CLARÍN DE CHILE.    ESCRITO POR ANDRÉS MONARES
 

Más allá de ambas visiones antedichas, las dos a mi modo de ver apegadas a los hechos, quisiera recordar un episodio ocurrido 16 años después y que relató el abogado Armando Uribe (también académico, ensayista, poeta y Premio Nacional de Literatura), en su libro Carta abierta a Patricio Aylwin de 1998. Cuenta el autor que fue llamado a asesorar al aun no asumido gobierno en su calidad de profesor de Derecho Minero:
"En reunión en casa suya [de Aylwin], antes de que asumiera el mando para el cual fue elegido en 1989, su presente corresponsal [Armando Uribe], acompañando a Luis Maira y a un sucesivo subsecretario suyo, le tocó el punto [a Aylwin] de ese absurdo en que una ley orgánica contradecía la Constitución expresa y clara de Pinochet: 'El Estado tiene el dominio absoluto, exclusivo, inalienable e imprescriptible de todas las minas' [Artículo 19º, numeral 24º]. Le preguntó qué haría Usted. Se puso un dedo vertical sobre la boca. Chiiit. Nunca se supo"...
Sus seguidores recordarán a Aylwin como un héroe, sus críticos como un golpista y un presidente "en la medida de lo posible". Pero, para mi finalmente esa "picardía" relatada por Uribe lo retrata de cuerpo entero, tanto a él como a esa vil caterva que fue y es la cúpula de la Concertación.
Vaya detallito que un abogado, un presidente de la República se "siente" en la Constitución y en democracia avale activamente con su silencio la pérdida de miles de millones de dólares de todos los chilenos... Que a la fecha han avalado todos los gobiernos de la Concertación. Es por tanto una cuestión menor la "máquina" que les hizo el difunto a sus camaradas de la DC para ser nombrado pre candidato para las elecciones del 1989, como también su estrategia de autonombrarse primus inter pares para situarse por encima de los demás candidatos de la Concertación. Se le había abierto el apetito al zorro viejo. Entre pasar a la historia apoyando un golpe y como el primer presidente después del dictador... no había por dónde perderse.
Para ir terminando, cabe dejar establecido que las palabras de Uribe nunca fueron desmentidas y menos se llevó a juicio al autor por injurias y calumnias con publicidad. Se las ignoró y así se las hizo desaparecer. De ese modo, se preparó el camino para que lo que quede en la memoria es el discurso de Aylwin en el Nacional. Alocución que pagamos y hemos seguido pagando con miles de millones de pérdidas todos los chilenos.
En fin, todos los muertos son buenos. Más cuando le cuidaste el negocio a las multinacionales mineras.