Un problema político de los socialistas: no convencen, no crecen como opción
¿El
lenguaje socialista es una comunicación dirigida a los mismos socialistas?
¿Cuál
es el diálogo hacia los no socialistas que son la muy inmensa mayoría?
Las
ideas socialistas son marginales dentro de la sociedad mundial actual. El
movimiento ideológico en la masa gira alrededor de la aceptación del poder de
los empresarios.
En
Rusia, China, Vietnam, los países del este europeo, los enriquecidos tienen un rol
importante de conducción.
Cuba,
Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, reservan también espacios de más o menos
peso a los capitalistas nacionales y/o extranjeros.
No
hay gobiernos socialistas luchando declarada y prácticamente por la edificación
de la civilización del decrecimiento. La meta general es el crecimiento constante
del uso de los recursos naturales y el consumo.
En
esta situación de debilidad socialista no cabe un lenguaje desafiante, de
fuerza, de grandes demandas antisistema.
Hacer
un discurso desde la fuerza sin tenerla.
Hablar
para la minoría de seguidores en un estado mutuo de ira es estancarse como
círculos cerrados.
Las
tradicionales frases de lucha no sirven para ciudadanos ganados por la forma de
vida social y la propaganda monolítica que han vendido los empresarios.
Partir
proclamando enemigos a los militares, empresarios, religiosos, políticos simplemente
no da frutos.
Menos
aún acomodarse políticamente dentro de los límites que fija el orden. Eso es
progresismo, reformismo. Capitalismo.
La
tarea socialista de supervivencia planetaria es lograr comunicarse con todos para
explicar, conversar, oírse, conocerse. Para crecer, ser comprendidos y
aceptados por una mayoría.
Hay
hechos vitales, amenazas, cambios, que deben convencer a la humanidad hacia el
socialismo. Basta con su peso sin levantar voces sospechosas de manipulación
para intenciones ocultas. Sin forzar el tono como si el otro no tuviera inteligencia
para entender y sopesar.
Se
necesita tiempo. No es el ahora con que actúan algunos.
Ir
a contracorriente, decir a la gente que no sirve la civilización en que cree,
de modo persuasivo, fraterno, sumando… uno más uno.
Conscientes
de ser una pequeña fuerza para un objetivo en gran medida nuevo en la historia.
No
hay alternativa que no sea convencer y ganar millones de voluntades.
Y
no sirve cualquier lenguaje. Las actitudes de liderazgo serán estériles por
mucho tiempo.
La
clave es mostrar la realidad que ya asoma y adelantar la que habrá en algunos
decenios. La crisis de esta civilización.
Es
hacer una invitación sin exclusiones para el cambio radical.
Los
gritos de guerra sin soldados y verdaderos jefes carecen de sentido.
Por un Movimiento para una
civilización sustentable-solidaria
Contacto
romulo.pardo@gmail.com
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