La tragedia griega es mundial. César Lévano

Posted by Correo Semanal on lunes, julio 13, 2015

 el 12/07/2015

César LévanoIgnoro lo que ha ocurrido esta noche sobre la deuda griega. Lo que sé es que los países europeos se reúnen el domingo próximo para examinar las últimas propuestas. Algunos creen que la crisis puede culminar con la salida de Grecia de la Unión Europea, lo cual significaría el comienzo del fin de la Unión Europea y una pérdida de miles de millones de euros para esos países.
El problema de fondo no es que no puedes pagar (o cobrar), sino que ello ocurre porque la economía global padece males estructurales de fondo. En los años 30 del siglo pasado, un gobierno conservador del Perú decretó la moratoria de la deuda, porque no podía pagarla. Las exportaciones peruanas, sobre todo las mineras, se habían venido abajo. Esto, porque bajo el impacto del gran crash de Wall Street todo el sistema capitalista estaba en quiebra.
Testigos de la época me han contado que el impacto de la crisis fue tan calamitoso que muchos limeños buscaban cáscaras de plátano para llevar al estómago.
Grecia es hoy el “hombre enfermo” de Europa, pero su caída puede ser contagiosa. En la economía mundial no hay isla feliz.
Se está viendo en estos días. Las sanciones económicas y comerciales dictadas por Washington en contra de Rusia por el conflicto de Ucrania van a significar la pérdida de dos millones de empleos en Europa.
Los países imperiales olvidan la historia. Thomas Piketty, el celebérrimo autor de El capital en el siglo XXI, recordó el 25 de junio en el periódico alemán Die Zeit (El Tiempo) que Alemania nunca ha pagado su deuda externa. No lo hizo ni en el siglo XIX ni en el XX. Eso ocurrió, por ejemplo, después de la derrota alemana en las dos guerras mundiales de la última centuria. Gran Bretaña padeció el mal debido a la costosa guerra contra Napoleón, y Francia tras la guerra franco-prusiana de 1870.
Entre los libros que compré en una librería de lance de mi barrio, en las cercanías de la clásica casona de San Marcos, recuerdo uno escrito por el banquero Hjalmar Schacht, ministro de Economía de Hitler. Ahí proponía que Alemania no pagara su deuda, sino que la redujera con intercambio comercial, gracias a la excelente producción industrial germana.
El economista francés Piketty precisa que su libro traza la historia del ingreso y la riqueza. “Lo que me sorprendió”, declara, “es que Alemania es el país que nunca en su historia ha pagado su deuda. Sin embargo, a menudo ha hecho que otras naciones paguen, como ocurrió después de la guerra franco-prusiana, cuando exigió masivas reparaciones de Francia. El estado francés sufrió durante décadas por esta deuda”.