Una Asamblea Constituyente para Chile
La noche del lunes 1º de diciembre, la cúpula gobernante confirmó
formalmente –con la acostumbrada sobredosis de eufemismos- que no promoverá
Asamblea Constituyente sino algunas reformas a la actual constitución desde el
parlamento. Este procedimiento no será Participativo, ni Democrático, ni
Institucional.
Como lo dijimos desde
el primer día, sólo nos queda luchar para no permitir que el Gobierno, Ni el
parlamento, Ni ningún poder fáctico nos arrebate nuestro sagrado, legítimo,
inalienable e irrenunciable derecho a la autodeterminación, esto es, a la
convocatoria de una Asamblea Constituyente que sea fiel expresión de la
soberanía popular y nacional.
Sólo una Asamblea
Constituyente puede generar una Constitución Política verdaderamente
representativa de la voluntad soberana de los pueblos de Chile.
Es inaceptable que el actual parlamento, electo por
menos del 42% de los electores, pretenda elaborar una nueva Constitución.
La mayoría parlamentaria ha demostrado su
incondicional obediencia a los poderes fácticos, a las transnacionales mineras
y al capital financiero, que saquean nuestros recursos naturales, especulan con
nuestros fondos previsionales, dañan el ambiente, discriminan a los pueblos
originarios, explotan a los trabajadores.
Más del 90% de la ciudadanía desconfía o rechaza el
desempeño del parlamento. A una institución con tal desprestigio no podemos
confiarle la Constitución que queremos para Chile.
Si el parlamento
tramita una “nueva Constitución”, estará usurpando la facultad de un PODER
CONSTITUYENTE ORIGINARIO, que no le reconoce el actual ordenamiento jurídico
impuesto en dictadura.
¡Aquí hay trampa!
Quieren hacer algunas reformitas a espaldas del
pueblo, como las que hizo Lagos el año 2005, y presentar aquello como “nueva
Constitución”, sin cambiar la esencia del régimen económico y social: el
capitalismo salvaje.
Es inaceptable que el parlamento NOS ARREBATE
LA POTESTAD DEL PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO, único autorizado para generar
una nueva Constitución.
En un proceso constituyente, toda la ciudadanía,
sin exclusiones, podrá participar y decidir efectivamente una forma de convivencia
democrática que nos permita terminar con la desigualdad y la injusticia social,
alcanzar el bienestar humano en armonía y respeto por la madre tierra y lograr
la verdadera independencia y soberanía nacional.
Forma ya, ahora mismo, una agrupación ciudadana en
tu barrio o lugar de trabajo. Pide el apoyo de tu organización social,
agrupación estudiantil, política o cultural. Exige ASAMBLEA CONSTITUYENTE.
El poder constituyente somos
TODOS LOS CIUDADANOS.
El PODER CONSTITUYENTE ORIGINARIO eres tú!
Movimiento por la Asamblea Constituyente
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