Epidemia de Ébola - Por qué la industria farmacéutica les ha fallado a las víctimas
Joe Krishnan
The Independent
Traducción de Viento Sur
El científico que dirige la respuesta del Reino Unido a la pandemia de
ébola ha lanzado un ataque devastador a la gran industria farmacéutica, acusando
a los gigantes del sector, entre ellos a las compañías GlaxoSmithKline (GSK),
Sanofi, Merck y Pfizer, de no haber fabricado una vacuna, no porque no fuera
posible, sino porque “no era negocio”.
La epidemia de ébola de África Occidental, que hasta ahora se ha cobrado
bastante más de 2.000 vidas, podría haberse evitado desde el principio si se
hubiera desarrollado una vacuna y se hubiera hecho acopio de una cantidad
adecuada de dosis, cosa que según el profesor Adrian Hill, de la Universidad de
Oxford, era factible. Un equipo dirigido por el profesor Hill comienza ahora
las pruebas con una vacuna experimental contra el ébola, desarrollada deprisa y
corriendo en una carrera desesperada por frenar la propagación del virus en
Guinea, Sierra Leona y Liberia. Si supera los ensayos de seguridad y eficacia
se podrían utilizar 10.000 dosis de la vacuna –desarrollada conjuntamente por
la compañía británica GSK y los Institutos Nacionales de Salud (NIH) de EE UU–
para proteger al personal sanitario de África Occidental de aquí a diciembre.
No obstante, el profesor Hill ha declarado que el hecho de que no se dispusiera
de una vacuna para poner coto a la enfermedad cuando surgió el primer brote en
Guinea hace seis meses constituye un “fallo de mercado” del sistema comercial
de producción de vacunas, que está dominado por la gran industria farmacéutica.
La dimensión del brote de ébola y la devastación que está causando en
pérdidas de vidas humanas y colapso social hizo que la Organización Mundial de
la Salud (OMS) ordenara una aceleración sin precedentes de los procesos
normales de producción de medicamentos. Los expertos están estudiando diez
posibles tratamientos y vacunas del ébola que todavía no están autorizados,
entre los que la vacuna de GSK/NIH es una de las más prometedoras. Se ha
decidido prescindir de los procedimientos de aprobación, que normalmente duran
hasta 15 años, para poner a punto lo antes posible medicamentos y vacunas. Ya
se ha utilizado el fármaco experimental ZMapp, desarrollado por Mapp, una pequeña
empresa biofarmacéutica de EE UU, para tratar al menos a siete pacientes
–cuatro de ellos occidentales–, mostrando resultados prometedores en ensayos
con primates. Ahora las existencias se han agotado, pero el gobierno de EE UU
ha entregado a Mapp 25 millones de dólares para acelerar la producción.
El viernes, la OMS se reunió en Ginebra para evaluar las opciones, pero
concluyó que a pesar de las medidas extraordinarias, “ no se prevé que para
antes de finales de 2014 haya disponibles nuevos tratamientos o vacunas
suficientes para un uso extendido”. Junto con la vacuna de GSK/NIH, que se
ensayará en Oxford con voluntarios sanos dentro de dos semanas, hay una vacuna
canadiense que también parece prometedora y se está ensayando en EE UU. El
profesor Hill explicó que la vacuna de GSK/NIH, que se basa en una cepa del
virus del resfriado de chimpancé llamada ChAd3, se desarrolló inicialmente en
EE UU para su uso potencial frente a un atentado bioterrorista y que solo
existía gracias a los cuantiosos fondos de financiación otorgados a las vacunas
destinadas a la defensa.
A la pregunta de por qué no había una vacuna autorizada, el profesor
Hill dijo: “ Bueno, ¿quién fabrica las vacunas? Hoy en día, la producción
comercial de vacunas está monopolizada por cuatro o cinco megaempresas –GSK,
Sanofi, Merck, Pfizer–, que figuran entre las compañías más grandes del mundo.
El problema es que incluso si se descubre una vía para crear una vacuna, si no
tiene un gran mercado las grandes empresas consideran que no vale la pena… La
vacuna contra el ébola para las personas que más la necesitaban no era negocio
debido, en primer lugar, a la naturaleza del brote; en segundo lugar, al número
de personas que probablemente se verían afectadas, que hasta entonces se
consideraba que sería reducido; y en tercer lugar, al hecho de que la gente
afectada se halla en algunos de los países más pobres del mundo y no pueden
pagar una nueva vacuna. Es un fallo del mercado. ”
Dijo que la creación de una vacuna contra el ébola era “técnicamente más
factible” que otras vacunas contra enfermedades graves y más extendidas como la
tuberculosis, el sida y la malaria, que reciben más fondos de financiación.
“Esto nos enseña algo”, añadió, “ y es que si se hubiera invertido en la
búsqueda de una vacuna contra el ébola y esta estuviera disponible al aparecer
el brote, la epidemia se podría haber cortado de raíz, al tener la posibilidad
de vacunar a la región en que todo comenzó. Lo que ocurrió en Guinea es que se
descontroló y se propagó. Si se invierte en la producción de una cantidad
relativamente pequeña de vacunas que estén disponibles en el lugar preciso, tan
pronto como ocurre algo se pueden ahorrar enormes cantidades de dinero, aparte,
claro, de preservar muchas vidas .”
Una vez se ha desencadenado la epidemia, las autoridades públicas han de
colaborar ahora con la industria farmacéutica para impulsar el desarrollo de
vacunas contra “enfermedades epidémicas” como la del ébola, además del sars
(síndrome respiratorio agudo y grave), el Marburg y el Chikungunya, dijo el
profesor Hill, con el objetivo de crear reservas en países vulnerables. En un
ensayo con 16 primates infectados por el virus ébola, una única dosis de ChAd3
bastó para proteger a los 16 animales. En las pruebas con humanos participan 140
personas sanas, 60 británicas y 80 residentes en Mali y Gambia. GSK ya está
impulsando a marchas forzadas el desarrollo de la vacuna y espera tener 10.000
dosis disponibles a finales de año. Si se demuestra que es segura y eficaz, la
vacuna se administrará al personal sanitario de los países afectados por el
ébola. Cientos de trabajadores y trabajadoras han muerto a raíz de la epidemia
actual y muchos se niegan a acudir al trabajo.
Un portavoz de la Asociación de la Industria Farmacéutica Británica ha
declarado que las empresas del sector “ están comprometidas desde hace tiempo
en la lucha continua contra las enfermedades infecciosas. La epidemia del ébola
es un problema global y requiere una respuesta multilateral que ha de incluir
la cuestión del control de la infección. La cooperación con las autoridades y
los medios académicos competentes de todo el mundo sigue siendo un aspecto
consustancial al enfoque del sector .”
Confinamiento de la población
Sierra Leona anunció ayer un confinamiento de cuatro días a escala
nacional, en un intento desesperado de detener la propagación del ébola. La
epidemia ya ha segado la vida de más de 2.100 personas en África Occidental
desde el mes de marzo, y las cifras publicadas por las Naciones Unidas muestran
que hasta el pasado viernes Sierra Leona había registrado 491 muertes. En un
intento de frenar el avance de la infección y permitir al personal sanitario
aislar los casos recientes de la enfermedad, se prohíbe a la población salir de
sus casas entre el 18 y el 21 de septiembre. Más de 21.000 personas vigilarán
el confinamiento. Ibrahim Ben Kargbo, asesor del grupo de trabajo nacional
sobre el ébola, dijo que esta dura iniciativa era “ necesaria para hacer frente
de una vez por todas a la propagación del ébola”. Médicos sin Fronteras ha
declarado que la medida comporta el riesgo de que las víctimas pasen a la
“clandestinidad” y aumente el riesgo de propagación del virus. La lucha contra
el ébola ya se ha visto dificultada por la desinformación y la desconfianza del
personal sanitario.
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