Chile - ¿Qué significa y para qué sirve el verso de la inclusión social?
Ellos saben que la memoria popular es
un acumulado histórico peligroso y que si llega a organizarse la rebeldía, esta
fiesta triste y de palcos numerados comienza sus descuentos.
Andrés Figueroa Cornejo
1. En plena fase del imperialismo
financiero, de reordenamiento geopolítico mundial determinado por la guerra de
mercados entre EE.UU. y China, y de depresión económica; en Chile –uno de los
enclaves transpacíficos estratégico para los intereses del Estado corporativo
norteamericano-, el relato dominante de la administración Bachelet o Nueva
Mayoría, gira, como en tantas partes, en torno a la expresión-fuerza “inclusión
social”.
2. Chile se encuentra en curso
recesivo, rima con la caída del PIB junto al sistema regional y planetario,
sufre las consecuencias de la baja del precio de los commodities, y las
inversiones mineras se deslocalizan hacia territorios legislativos laborales y
ambientales aún más “flexibles” como el peruano. En consecuencia, la
administración gubernativa de turno repite con volumen de sordera y a través de
todos sus poros institucionales que sus reformas vueltas papel mojado una tras
otra (reforma tributaria, educacional, constitucional, laboral, etc.) tienen el objetivo progresista de la inclusión social.
3. ¿Qué significa inclusión social en
el Estado policial chileno -esa franja que se explica económicamente por su
dependencia del precio del cobre, la celulosa, media botella de vino tinto y un
filete de salmón exportable; la bolsa, su plataforma financiera concentrada y
que se llena la barriga sin pedir cuentas a sus dadores de sangre y dicta las
cifras del precio del dinero que impone el Banco Central; los ahorros
previsionales y el IVA-?
Aquí la inclusión social es el
fetiche necesario de la totalidad capitalista que persigue la reproducción
incesante del consenso y la cohesión imposible en una sociedad dividida en
clases sociales de intereses antagónicos y en pugna permanente. La brutalmente
inequitativa distribución del ingreso es apenas un síntoma, como el saqueo y la
expoliación de humanidad y naturaleza, los modos desesperados mediante los
cuales el capital nostalgia la tasa de utilidades de su época dorada.
4. ¿Quién le explicará a los miles de
trabajadores/as estudiantes que distraen una fracción de su salario mordido por
los créditos, que la movilidad social prometida por la industria de la
educación superior del país es un mito conveniente, irregulado y basado en la
pura y dura ganancia privada? ¿Quién le explicará a los tantos/as que no son el
muchacho/a-modelo-blanco, vestido casualmente para la ocasión y de sonrisa
ganadora que tapiza los lugares públicos comprados por cursos y carreras
sin lugar en la plaza laboral? Allí también se rompe la cara de la inclusión
social.
5. ¿Un bono es inclusión social, un
programa social limitado y clientelar, un crédito simbólico para emprendedores
y cuentapropistas cuando comienza a escasear el trabajo en relación de
dependencia y los funcionarios públicos están tercerizados y en la frontera de
su expansión?
6. ¿O inclusión social es, en medio
de la dictadura capitalista con formato de chaqueta y corbata, tener el mismo
derecho a cuotas para marearse con dos o tres celulares y televisores por
cabeza, tanto en la calle como puertas adentro? ¿Por qué hay gente que aún cree
que existen las “puertas adentro”? ¿No son las “puertas adentro” más que el
puente imaginario de la consecución real de las relaciones sociales del sujeto
expulsado de la política, pero integrado a la mansedumbre satisfecha y evasiva
de tener a mano farmacias y botillerías?
7. ¿Inclusión social, cohesión
social, unidad nacional expresada en los momentos de la discriminación,
xenofobia, patriarcado, rabia postiza contra los/as migrantes y los jóvenes de
fuera y dentro del país; doctrina del shock a la chilena, bombazos misteriosos
con resultado de muerte, bombazos misteriosos con resultado de miedo, con
resultado de pacificación social, de neocolonización mapuche, con resultado de
“cada cual en su escondite”, toda vez que ya no existen escondites?
8. Entonces el recurso discursivo de
la inclusión social es alienación, ideología, condición de la gobernabilidad
inestable, control, promoción de la auto-vigilancia, de la auto-censura, del desplazamiento
y oscurecimiento de las responsabilidades existenciales y colectivas (si es que
existe una división genuina al respecto). Es fuerza e intentona de consenso por
arriba, con promotores a sueldo por abajo.
9. “¡Ah”, dirán los funcionarios
pagados y no pagados de la inclusión social, “otro que trabaja para la UDI,
otro melancólico de la tiranía, otro que está contra el progreso infinito,
contra nuestra condición de país ordenado, legalista y emergente; otro agente
de la inteligencia del gobierno boliviano, otro resentido social incapaz de
entender que este es el mejor de los mundos posibles”.
Pero los
funcionarios de la inclusión social saben mejor que la mayoría que por el
momento toma palco, que están condenados a adoptar medidas atropelladas, golpes
de efecto, palizas y crímenes ejemplares y precautorios. Ellos saben que la
memoria popular es un acumulado histórico peligroso y que si llega a
organizarse la rebeldía, esta fiesta triste y de palcos numerados comienza sus
descuentos. Con un cronómetro y calendario de agujas y tiempos volcánicos,
desde abajo, desde la raíz fogosa de la Tierra. Ese lugar y esa hora donde las
cámaras del poder son pupilas inútiles.
0 Responses to "Chile - ¿Qué significa y para qué sirve el verso de la inclusión social?"
Publicar un comentario