Uruguay – Trato inhumano en centro de adolescentes femenino
INDDHH constata trato inhumano en centro de adolescentes femenino del
Sirpa; preocupa situación de embarazadas y bebés
La Diaria, Montevideo, 15-7-2014
Un informe del Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura, realizado
por la Institución Nacional de Derechos Humanos (INDDHH), sobre el Centro de
Ingreso Adolescente Femenino (CIAF), dependiente del Sistema de Responsabilidad
Penal Adolescente (Sirpa), constata que las condiciones de alojamiento violan
la Constitución e implican el trato inhumano a las adolescentes, en particular
por las condiciones de higiene y sanitarias que afectan a adolescentes
embarazadas o que están alojadas con sus bebés recién nacidos.
Las conclusiones también apuntan que las condiciones de reclusión son “claramente
discriminatorias en relación a adolescentes varones”, que tienen televisiones y
consolas de videojuegos en sus celdas, cuando las adolescentes recluidas en el
CIAF no pueden tener materiales de higiene personal ni de lectura, tan sólo una
radio a pila. Presta especial atención a la situación de los bebés y recomienda
que se permita a las adolescentes recibir -o que se les suministre- el abrigo
necesario para contar con las condiciones mínimas de confort.
El informe se realizó sobre la base de una visita sorpresiva realizada
el 13 de junio al centro, ubicado en el barrio Jacinto Vera, y constituye el
seguimiento de otro realizado en diciembre de 2013. Ya en esa instancia se
recomendaba “modificar las condiciones inhumanas en que las adolescentes realizan
sus necesidades fisiológicas, brindándoles condiciones de privacidad e higiene”
del ala derecha del centro en un plazo de 120 días, y en el informe difundido
ayer se reitera que en dicha área las condiciones de alojamiento “siguen siendo
inhumanas”.
“Se siguen aplicando sanciones colectivas”, señala el informe en
relación a otra sugerencia de 2013, que había sido eliminar inmediatamente las
sanciones colectivas y los castigos excesivos, según habían manifestado las
adolescentes. El informe recuerda que las sanciones están prohibidas por la
normativa nacional e internacional. Varias adolescentes manifestaron que a
veces son sancionadas y no saben por qué, y que no se les permite pedir
explicaciones ni realizar descargos. Al respecto, la coordinadora del centro
mencionó que no existe un mecanismo para hacer descargos, ya que “saben que
ellas cometieron la falta y aceptan la sanción que se les impone”.
El informe indica que 28 jóvenes de las 39 alojadas toman medicación
psiquiátrica, y añade que sólo diez “tendrían un diagnóstico de enfermedad
crónica o aguda” que la requiere. “Las restantes 18 jóvenes se encuentran
medicadas por motivos de ansiedad, depresión y control de sueño. Las
adolescentes entrevistadas alegan que toman tres pastillas por día: ‘para dormir,
para la conducta y para la angustia’”. La recomendación de diciembre indicaba
que la medicación debe ser administrada sólo por personal médico.
Sobre la sugerencia de disminuir el hacinamiento, el informe indica que
en los seis meses el número de adolescentes internadas se mantuvo en 39 y que
aumentó el número de bebés de uno a cuatro, sin que hubiera modificaciones
edilicias en este tiempo, por lo que concluye que el nivel de hacinamiento se
mantuvo, a la vez que se “sigue constatando” una cantidad de horas ociosas
“excesiva” dentro de las celdas.
En relación al conocimiento de su situación jurídica, el informe alerta
sobre la situación de las adolescentes que vienen del interior, que “continúan
sin tener contacto con sus defensores/as”.
Las condiciones de las celdas del ala derecha “son violatorias de los
derechos humanos de las personas sometidas a cualquier tipo de detención”,
asegura el informe. Señala que las adolescentes alojadas en esta ala no hacen
actividades, comparten poco tiempo de convivencia (que debe ser de dos horas) y
no se les permite salir al patio. También hace hincapié en que no están
alojadas según su edad, ya que en una misma celda hay una adolescente de 13
años con otra de 17.
En las celdas del ala izquierda se constató durante la visita que una
adolescente duerme en el suelo y que en la celda destinada a madres y sus bebés
la luz artificial se prende día y noche. En cuanto al cuidado de los bebés,
señala que no hay ningún tipo de calefacción para los recién nacidos, que no hay
espacio para preservar la ropa sin exposición al polvo y la humedad, y que el
agua caliente para bañar los pequeños no es suficiente. “Según las
adolescentes, pueden ser sancionadas si las encuentran con los niños en sus
camas ya sea para amamantarlos o para abrigarlos”. “Es por demás preocupante
que no se les brinde a los bebés las condiciones mínimas de confort para su
normal y saludable desarrollo”, concluye el informe.
Para las madres no hay instancias de apoyo y contención, y el informe
registra que ante la demanda de una de ellas “frente a lo que consideró una
situación límite, ninguna funcionaria dio respuesta”. Menciona también una
situación crítica en materia de atención de salud, ya que una de las
embarazadas tuvo desprendimiento de placenta y requería traslado urgente, pero
no había personal para ello.
También el mantenimiento de los baños sigue siendo deficitario: hay
hongos y sarro en las paredes, y no cuentan con la intimidad necesaria -”desde
el pasillo se ve el interior de los mismos”, grafica-. Señala que el agua
caliente no es suficiente y que no hay “condiciones mínimas necesarias para la
higiene propia de mujeres adolescentes como de sus bebés”, y en particular
alerta sobre la situación de las madres con partos recientes a quienes se les practicó
episiotomías, “que requieren condiciones higiénicas adicionales para prevenir
infecciones”. “La solución aportada por las autoridades del Centro fue
suministrarle un balde sobre un banquito para que realice sus necesidades. Esta
solución violenta a las personas, es degradante de la condición humana y viola
el derecho a la intimidad”, indica. La directora alegó que el motivo por el que
no arreglan los baños no es la falta de recursos, sino que son motivos de
seguridad, ya que ha habido casos de jóvenes que rompieron inodoros para
agredir con sus trozos a otras personas o a ellas mismas.
En una valoración, que el informe aclara que es subjetiva, señala que de
los dichos de la directora del centro “se denota permanentemente un tono de
molestia con las adolescentes y de desconfianza”. Se hace énfasis en que no hay
un trabajo desde una perspectiva de género y que el “desinterés” por las
jóvenes madres y sus bebés “no sólo es material, sino espiritual”.
0 Responses to "Uruguay – Trato inhumano en centro de adolescentes femenino"
Publicar un comentario