Hemos sido informados que el Consejo Universitario habría aprobado el día 10 de Diciembre que elHospital Clínico de la Universidad de Chile (más conocido como JJ Aguirre) llevará a cabo un contrato denominado ‘Leaseback’ con el capital financiero; que consistiría en una venta a 20 años, con opción de recompra. El monto sería de 53.000 millones de pesos, con una cuota anual prevista de 4.400 millones, es decir, pagará 35.000 millones extra, directamente a los bolsillos de la banca. Esto para enfrentar su deuda acumulada de más de 40.000 millones y los 10.000 más que necesitaría para costear las mejoras para lograr acreditarse. En otras palabras, esto implicaría ‘hipotecar’ el hospital, perdiendo virtualmente la universidad su propiedad sobre él y, en caso de no pago (que dado el largo plazo presenta una incertidumbre no despreciable) implicaría derechamente perderlo y que pasase a manos de la entidad financiera respectiva.
Se supone que la motivación detrás de esta decisión es poder enfrentar exitosamente la acreditación, que requeriría estabilizar la deuda que presenta el hospital sumado a la inversión en infraestructura y nuevas tecnologías para “hacer más atractiva la oferta” en el mercado de la salud, habrían argumentado las autoridades.
Llama la atención que esto se concrete justamente cuando por otro lado FONASA cancelaría una porción importante de su deuda con el hospital y cuando además recientemente en el congreso – a pesar de que presenta serias limitaciones – se abrió una pequeña ventana que permitiría aumentar la participación del HCUCH de la red pública.
Nos parece que la propuesta de leaseback es un paso que sigue en la dirección privatizadora que ha llevado el HCUCH desde hace ya varios años y que se expresa de muchas formas; por ejemplo en que hoy la mayoría de sus prestaciones vayan hacia las ISAPRES y no hacia FONASA, cuestión que si bien es presionada por el autofinanciamiento al que se ven forzadas por el abandono del Estado tanto la universidad como el hospital, las autoridades no han hecho esfuerzos significativos por revertir la situación y han seguido el juego del mercado y el marketing.
Lamentamos también la forma en que se toma esta decisión, al no informar oportunamente (desinformación que se hace crítica a estas alturas del año académico) ni consultar con la comunidad universitaria (funcionarios y académicos del hospital y la universidad) un tema tan relevante y con tantas repercusiones, evidenciando una vez más la estructura autoritaria de gobierno universitario vigente.
En este mismo sentido, hacemos una interpelación a nuestras autoridades que participaron en la aprobación de esta decisión en el Consejo Universitario del Martes pasado. La Facultad de la Salud, que juega un rol clave en el desarrollo de la docencia, investigación y extensión relacionada a el Hospital no ha sido incluida en ninguna de sus instancias abiertas a esta discusión. Ejemplo de esto es la total ausencia de este tema en el último Consejo de Facultad del día 28 de Noviembre. Hacemos un llamado a fomentar activamente la participación triestamental del debate en nuestra Facultad para redibujar los horizontes de desarrollo y el rol que juega nuestro Hospital y su relación con nuestra Facultad.
Tras la aprobación del Consejo Universitario esta decisión debe pasar por el Senado Universitario para su ratificación y este jueves 19 de Diciembre se presentaría allí. Estaremos presentes en ese espacio como estamento estudiantil de la universidad, tanto de esta como de otras facultades que tienen una visión similar a la aquí expresada. También la ACAUCH ha sido clara en oponerse a esta situación, por lo que existe una amplia convergencia en este aspecto.
El contexto es complejo, pero debemos seguir involucrados en la lucha por la integración del Hospital Clínico Universidad de Chile, ahora activamente como estudiantes y junto a otros actores sociales en esta coyuntura para evitar que se concrete esta operación, pero también más allá; para sumar fuerzas en la disputa de la orientación y sentido del proyecto de hospital.
Desde el Consejo de Estudiantes de la Salud, en el marco de continuar con nuestro trabajo en la Coordinadora por la Recuperación del Jota, seguiremos luchando por recobrar el rol público del HCUCH; de tal forma que este atienda las necesidades de salud de la población general y en particular a la del sector norte que tiene una serie de carencias en este aspecto.
No podemos hipotecar el jota ni aportar con ello a hipotecar la posibilidad de construir una universidad y una salud pública al servicio de las necesidades de la población.
Mesa Consejo de Estudiantes de la Salud, 18 de Diciembre de 2013.-
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