Ante cada hecho hay que decir qué se propone para hacer crecer el proyecto propio
Rómulo Pardo Silva
Una repetición de negaciones no conduce al socialismo.
No es infrecuente manifestar en público solamente el rechazo
a las políticas y acciones de los poderosos. Eso es un vacío de propuesta, que
es en realidad lo importante.
Los oyentes se enteran de lo que está mal, posiblemente ya lo
saben, sin tener la oportunidad de adherir a la causa positiva.
Oponerse es más fácil, evita la responsabilidad de afrontar
la crítica y permite sumarse a una masa descontenta sin el riesgo de quebrar
una unidad carente de fin.
Decir estoy indignado es diferente a declararse socialista.
No es lo mismo que los palestinos digan no a los
asentamientos o sí a las fronteras de 1967.
Esta práctica es dócil a la capacidad mañosa de los medios
empresariales de poner los temas del día, es el error de ir atrás de ellos.
Alguien se refirió a Henrique Capriles en viaje por Chile
como excandidato derrotado, antidemocrático y golpista. Lo central es que el
proceso venezolano avanza en paz, con mayoría ciudadana, impulsando al Mercosur
además de la unidad económica a la social.
El expresidente de Estados Unidos James Carter afirmó
"En la actualidad Estados Unidos no tiene una democracia que
funcione". Su mensaje puede mover a muchos a pensar críticamente, pero sin
invitación sobre qué hacer para que sea democrático.
La crisis del mundo manejado por las ambiciones de los
empresarios requiere desde ya construir y enseñar un programa de orden nuevo.
Quedarse en la denuncia es romper, nada más.
Los temas cruciales son la planificación sustentable, la
propiedad social, la salud y educación gratuitas, el trabajo pleno, la relación
de solidaridad, la vida de todas las especies, la participación política… el
decrecimiento como consecuencia del agotamiento inevitable de los recursos
naturales.
No es fácil de hacer, la tendencia primera es ir contra lo
que hacen los explotadores, criminales, corruptos. Sin embargo vale la pena el
esfuerzo. La política no puede ser pura pasión.
Antes de reaccionar hay que darse el tiempo para analizar cómo
responder pedagógicamente. Una posibilidad es rechazar y al mismo tiempo proponer,
defender, enseñar.
Una biblioteca sobre las fallas y abusos del capitalismo no es
presentar una alternativa.
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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