No participamos en las primarias.

Posted by Correo Semanal on domingo, junio 30, 2013

30 de junio de 2013

Patricio Guzmán
Socialismo Revolucionario

La última importación de marketing político en nuestro país son las elecciones primarias, mediante las cuales los dos grandes grupos políticos que han co-gobernado el país desde el fin de la dictadura, quieren volver a legitimar un sistema político desprestigiado.

Con oposición creciente al modelo de acumulación capitalista y su régimen político, implantados por la dictadura, pero legitimados en las dos décadas de gobiernos civiles, tanto por la derecha como por la Concertación, los aparatos políticos ampliamente desprestigiados buscan desesperadamente cambiar algo para que nada cambie.

Los grandes medios de comunicación, ampliamente controlados por la gran burguesía neoliberal, se hacen eco de la campaña del gobierno, y presentan la participación en las elecciones primarias como un deber cívico, en las que se está eligiendo al futuro presidente.  La historia aparece primero como tragedia, y luego se repite como comedia. Tal parece que llegó la hora de la comedia.

No podemos tener ninguna confianza a los dos bloques que se han disputado el gobierno, ambos al servicio de los grandes grupos económicos, que entretanto no han parado de enriquecerse y controlar parcelas crecientes de la economía con sus oligopolios, cuando no la han entregado a las transnacionales extranjeras.  
No tenemos ninguna confianza en los Longuerira, Bachelet, Allamand, Orrego y similares, ni en ellos ni en sus partidos al servicio de las clases dominantes. No nos prestaremos a la comedia de las primarias. La única novedad, es la entrada del PC a la Concertación, rebautizada Nueva Mayoría, y su apoyo a Bachelet, incluso antes de conocer su programa.
Hoy nosotros no vamos a votar, porque queremos verdadera democracia y justicia social.


Con el grueso del pueblo chileno, estamos por acabar con el lucro sobre las necesidades básicas.
No al lucro en la educación. Por la nacionalización de las Universidades privadas que lucran. Fin a la municipalización de la enseñanza básica y primaria. El dinero público para la enseñanza pública. Por educación pública de calidad, y gratuita en todos los niveles de la enseñanza.
No al lucro en la Salud. No más abuso de las Isapres, por un sistema de Salud Público que responda a las necesidades de toda la población.
No más lucro con la vivienda. Por un programa nacional de construcción de viviendas, y créditos sin intereses para la primera vivienda. Condonación de las deudas por viviendas sociales, que fueron otorgadas a tasas de usura.
No más destrucción del medio ambiente para satisfacer las necesidades de grandes empresas como las eléctricas, mineras, forestales, ganaderas y de la pesca.
El sistema financiero que por décadas ha estado al servicio de los grandes capitalistas, expropiando con altas tasas de interés y abusos a la gente de trabajo tiene que ser cambiado de raíz. Fin a las AFP y su reemplazo por un sistema de pensiones de Seguridad Social. Por la nacionalización de la banca privada, y su reestructuración como banca al servicio del país.
Hay que acabar con la vergonzosa distribución de la riqueza que hay en Chile, donde apenas un 0,01% de la población concentra el 11% del producto, mientras la mayoría vive endeudada, o alcanza con dificultades a llegar a mes.
Queremos en suma, una economía de bienestar social y humana, al servicio de la gente de trabajo y la juventud. Para llevar a cabo estas reivindicaciones,  tenemos que romper las ataduras que dejo la Constitución de Pinochet, que ahora lleva la firma de Lagos, en otra maniobra indecente para legitimarla. Por eso necesitamos una Asamblea constituyente que restituya los derechos de los ciudadanos, sobre supuestas libertades que se pueden ejercer solo si se cuenta con dinero.

Vamos a provechar tácticamente las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias, defendiendo este programa de ruptura con el capitalismo, hay que romper la idea - que durante años estuvo instalada - en el sentido común de la gente que no era posible un cambio sustantivo, e instalar el horizonte del socialismo democrático.  Para ello apoyamos a los que mejor defiendan estas ideas. En las presidenciales pensamos que el mejor candidato para representar este proyecto, es Marcel Claude.

Pero de nada serviría ganar elecciones, si no hay un pueblo movilizado dispuesto a defender y conquistar sus derechos. Nosotros también manifestamos nuestra opción en las calles, en los paros, en las tomas, junto a los cientos de miles de trabajadores y jóvenes, que a lo largo de todo el país han dicho BASTA! y han comenzado a ejercer la Democracia directa.