Un nuevo sindicalismo para Chile
Las organizaciones sindicales abajo firmantes, en el marco del actual contexto político y sindical declaran lo siguiente:
La situación política que vive el país, marcada por la fuerte movilización de nuestros hijos, el saqueo de los recursos naturales y el robo de las AFP, entre otras problemáticas, nos coloca como trabajadores en la urgente necesidad de reflexionar sobre la actual situación de las organizaciones sindicales, el estado de sus propuestas y las posibilidades de transformar las relaciones de trabajo. El modelo económico y político vigente carece de legitimidad y requiere de nuestra decidida voluntad en encontrar los cauces para poner fin al modelo neoliberal.
La actual legislación e institución heredada de la dictadura militar ha conspirado para la construcción y desarrollo de un sindicalismo fuerte; sin embargo más allá de esta trascendental consideración, es posible identificar que el desprestigio del sindicalismo y sus organizaciones superiores se encuentra en la falta absoluta de representatividad y en la práctica de cúpulas que trascienden en acuerdos políticos por arriba, en los que no solo han quedado excluidos los trabajadores de toda decisión, sino lo más grave, los han perjudicado gravemente. Es así que las últimas elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) han reinstalado un debate al interior del movimiento sindical.
Para un amplio sector del movimiento sindical clasista, honesto y apegado a las bases, las elecciones de la CUT carecen de trascendencia y obedece a una operación política, sin embargo no es un hecho menor que amplios sectores de gran importancia para la economía nacional y que sostenemos organizaciones reales y legitimadas, como portuarios, forestales, mineros, construcción, pesqueros, bancarios, etc, nos hayamos restado de participar en la dicha central o de su proceso electoral porque no existen las condiciones ni las garantías democráticas. Lo cierto es que después de años de malas prácticas, la CUT actual no es para nada un referente aglutinador, no lo fue con la concertación a la cabeza de la central, ni tampoco ahora cuando llega el Partido Comunista a la presidencia, pues lo cierto es que han sido cómplices activos hasta el día de hoy del estado de postración y malos manejos de la central.
La tarea del nuevo sindicalismo consiste en democratizar realmente y sanear los propios sindicatos, de cambiar estilos de trabajo, de transformar a fondo la relación entre bases y dirección y de promover la participación más amplia de los trabajadores en la vida sindical, construyendo con transparencia y democracia no solo la organización sino los programas particulares y transversales que aúnen fuerzas entre los trabajadores, así como conocerse en la lucha, discutir políticamente el asunto de la unidad.
Si la nueva dirección de la CUT actuara en consecuencia con lo manifestado durante la campaña y convocara públicamente a una reforma a fondo de la central, de carácter refundacional, democratizadora, que implique trasparentar la situación financiera, las listas de socios, etc., podría significar un hecho a reconocer como una puesta al día con el nuevo carácter que han adoptado las organizaciones y las luchas populares en los últimos años.
Sin embargo la historia reciente de las luchas sindicales, los requerimientos surgidos de la actividad sindical cotidiana, así como los nuevos desafíos para la defensa y conquistas de nuestros derechos laborales nos impide depositar en otros nuestras esperanzas, por lo que tomamos la iniciativa de construir un camino propio que avance de verdad en ser un promotor de las transformaciones sociales que los trabajadores y el pueblo de Chile demanda. Es por ello que adherimos a la convocatoria al Congreso Por un Nuevo Sindicalismo impulsado por el Sindicato de Trabajadores de Minera Collahuasi para las próximas semanas, a fin de abordar entre otros aspectos el debate en relación a los siguientes tres puntos:
1.- La elaboración de un programa de reivindicaciones generales que permita sumar y avanzar en función de transformaciones políticas-sociales profundas que ponga por centralidad de dichos cambios a los trabajadores y trabajadoras de Chile.
2.- La elaboración de plan de trabajo que nos permita situar los aspectos reivindicativos y tomar medidas concretas en función de dichas demandas.
3.- La construcción de una organización mínima que permita articularnos desde la base por rama productiva.
Por la unidad desde la bese de los trabajadores y trabajadoras de Chile
¡Arriba los y las que luchan!
FIRMAN:
UNION PORTUARIA DEL BIO BIO (UPBB)
FEDERACION DE TRABAJADORES FORESTALES (FETRAFOR)
FEDERACION DE TRABAJADORES DE LA PESCA INDUSTRIAL (FETRAPES)
SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCION Y EL MONTAJE (SINTEC)
SINDICATO TRABAJADORES MINERA COLLAHUASI
CONFEDERACION SINDICATO BANCARIOS
La situación política que vive el país, marcada por la fuerte movilización de nuestros hijos, el saqueo de los recursos naturales y el robo de las AFP, entre otras problemáticas, nos coloca como trabajadores en la urgente necesidad de reflexionar sobre la actual situación de las organizaciones sindicales, el estado de sus propuestas y las posibilidades de transformar las relaciones de trabajo. El modelo económico y político vigente carece de legitimidad y requiere de nuestra decidida voluntad en encontrar los cauces para poner fin al modelo neoliberal.
La actual legislación e institución heredada de la dictadura militar ha conspirado para la construcción y desarrollo de un sindicalismo fuerte; sin embargo más allá de esta trascendental consideración, es posible identificar que el desprestigio del sindicalismo y sus organizaciones superiores se encuentra en la falta absoluta de representatividad y en la práctica de cúpulas que trascienden en acuerdos políticos por arriba, en los que no solo han quedado excluidos los trabajadores de toda decisión, sino lo más grave, los han perjudicado gravemente. Es así que las últimas elecciones de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) han reinstalado un debate al interior del movimiento sindical.
Para un amplio sector del movimiento sindical clasista, honesto y apegado a las bases, las elecciones de la CUT carecen de trascendencia y obedece a una operación política, sin embargo no es un hecho menor que amplios sectores de gran importancia para la economía nacional y que sostenemos organizaciones reales y legitimadas, como portuarios, forestales, mineros, construcción, pesqueros, bancarios, etc, nos hayamos restado de participar en la dicha central o de su proceso electoral porque no existen las condiciones ni las garantías democráticas. Lo cierto es que después de años de malas prácticas, la CUT actual no es para nada un referente aglutinador, no lo fue con la concertación a la cabeza de la central, ni tampoco ahora cuando llega el Partido Comunista a la presidencia, pues lo cierto es que han sido cómplices activos hasta el día de hoy del estado de postración y malos manejos de la central.
La tarea del nuevo sindicalismo consiste en democratizar realmente y sanear los propios sindicatos, de cambiar estilos de trabajo, de transformar a fondo la relación entre bases y dirección y de promover la participación más amplia de los trabajadores en la vida sindical, construyendo con transparencia y democracia no solo la organización sino los programas particulares y transversales que aúnen fuerzas entre los trabajadores, así como conocerse en la lucha, discutir políticamente el asunto de la unidad.
Si la nueva dirección de la CUT actuara en consecuencia con lo manifestado durante la campaña y convocara públicamente a una reforma a fondo de la central, de carácter refundacional, democratizadora, que implique trasparentar la situación financiera, las listas de socios, etc., podría significar un hecho a reconocer como una puesta al día con el nuevo carácter que han adoptado las organizaciones y las luchas populares en los últimos años.
Sin embargo la historia reciente de las luchas sindicales, los requerimientos surgidos de la actividad sindical cotidiana, así como los nuevos desafíos para la defensa y conquistas de nuestros derechos laborales nos impide depositar en otros nuestras esperanzas, por lo que tomamos la iniciativa de construir un camino propio que avance de verdad en ser un promotor de las transformaciones sociales que los trabajadores y el pueblo de Chile demanda. Es por ello que adherimos a la convocatoria al Congreso Por un Nuevo Sindicalismo impulsado por el Sindicato de Trabajadores de Minera Collahuasi para las próximas semanas, a fin de abordar entre otros aspectos el debate en relación a los siguientes tres puntos:
1.- La elaboración de un programa de reivindicaciones generales que permita sumar y avanzar en función de transformaciones políticas-sociales profundas que ponga por centralidad de dichos cambios a los trabajadores y trabajadoras de Chile.
2.- La elaboración de plan de trabajo que nos permita situar los aspectos reivindicativos y tomar medidas concretas en función de dichas demandas.
3.- La construcción de una organización mínima que permita articularnos desde la base por rama productiva.
Por la unidad desde la bese de los trabajadores y trabajadoras de Chile
¡Arriba los y las que luchan!
FIRMAN:
UNION PORTUARIA DEL BIO BIO (UPBB)
FEDERACION DE TRABAJADORES FORESTALES (FETRAFOR)
FEDERACION DE TRABAJADORES DE LA PESCA INDUSTRIAL (FETRAPES)
SINDICATO NACIONAL DE TRABAJADORES DE LA CONSTRUCCION Y EL MONTAJE (SINTEC)
SINDICATO TRABAJADORES MINERA COLLAHUASI
CONFEDERACION SINDICATO BANCARIOS
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