Cenda.
El Gobierno Piñera se
propuso resolver por vía administrativa el futuro de la explotación del litio
en el país. Lo ofrece a inversionistas
privados, prioritariamente extranjeros, a través de un decreto supremo que abre
un lapso hasta septiembre para efectuar ofertas. Se intenta así evitar un debate nacional
sobre la explotación de los recursos naturales, a partir de un mineral
que se dispone en abundancia y teniendo ventajas absolutas para su
explotación. Al mismo tiempo deja de
lado cualquier trámite parlamentario. Se
encuentra desplegando una campaña en el país y fundamentalmente en el
extranjero para la presentación de ofertas.
Es un atentado que debería provocar un gran rechazo nacional. Más aún teniendo presente las grandes
utilidades que se está obteniendo de la explotación de otros recursos
naturales, empezando por la gran minería del cobre. En cambio, se requiere crear condiciones para
su explotación a partir de un proyecto, que considere un papel protagónico del
Estado no solo para incrementar su producción, sino se cree a partir de ello
una industria que incorpore valor agregado y que actúe para aportar a resolver
los problemas tecnológicos a superar que permitan masificar su consumo.
Piñera
promueve entregar el litio a capitales extranjeros
Aprovechando
un resquicio del Código Minero, obra de su hermano José, Sebastián Piñera
mediante un decreto puso en marcha el proceso anunciado en febrero por el
subsecretario de Minería, Pablo Wagner, denominado Contrato Especial de
Operación del Litio (CEOL), para licitar explotaciones de este recurso. Las ofertas pueden presentarse hasta el 12 de
septiembre para extraer hasta cien mil toneladas de litio metálico durante un
lapso de dos décadas en cualquier área,
con excepción de aquellas en que se encuentran otorgadas concesiones
mineras. Los favorecidos deberán
cancelar el equivalente al 7% de las ventas brutas mensuales de litio efectuadas.
El
Código Minero establece en su artículo séptimo que “no son susceptibles de
concesión minera los hidrocarburos líquidos o gaseosos, el litio, los
yacimientos de cualquier especie existentes en las aguas marítimas sometidas a
la jurisdicción nacional, o los yacimientos de cualquier especie situados en
todos o parte, en zonas que, conforme a la ley, se determinan de importancia
para la seguridad nacional”. Pero, al
mismo tiempo creó el resquicio aprovechado por Piñera al permitir su
explotación “por medio de concesiones administrativas o de contratos especiales
de operación con los requisitos y bajo las condiciones que el presidente de la
República fije para cada caso por decreto supremo”
El
diario La Tercera editorialmente consideró esta entrega de recursos aún
insuficiente, teniendo en cuenta que en 1979, durante los años de dictadura, se
desagregó los recursos mineros del país en dos: los concesionables, entre los
cuales incluyó al cobre, haciendo así posible la privatización de la gran
minería del metal rojo, nacionalizada en el Gobierno de Salvador Allende, y los
“no concesionables”, entre los cuales incluyó el litio al considerarlo un
recurso “estratégico”. Felicitándose de la entrega del recurso acordada
por el gobierno, el diario del grupo económico Saieh expresó que “lo ideal sería
someter al litio al régimen general de la minería, declarándolo concesible (…) Invocar
-añade el editorial- un supuesto carácter estratégico para que su explotación
quede reservada al Estado carece de sentido, como en su momento se sostuvo
respecto del cobre y cuya posterior apertura a la actividad privada dio origen
a un acelerado crecimiento del sector, que ha generado (a su juicio. N. del A.) enormes beneficios para el país y
su desarrollo económico” (15/06/12). El
Mercurio igualmente coincide en que la experiencia mostraría “que la
probabilidad de que el litio se desarrolle en el país baja considerablemente si
solo puede ser explotado por el Estado” (18/06/12).
Al
recurrir a este procedimiento desde luego no se cumplió con la formulación
realizada por Laurence Golborne, cuando era ministro de Minería, de efectuar un
debate sobre el rol estratégico del litio así como sobre el desarrollo futuro
de esta actividad. Igualmente se dejó de
lado su consideración por el parlamento.
Se privatiza una riqueza nacional de grandes perspectivas futuras
recurriendo a un mecanismo administrativo. Al ministro de Minería se le mantuvo,
por lo menos formalmente, al margen de este proceso porque su hermano, Patricio
de Solminihac Templer, es subgerente de Soquimich, la mayor productora y
exportadora del litio a nivel global, para cubrirse las espaldas de denuncias
sobre conflictos de interés, de los cuales es pródiga la actual administración. Se trata obviamente de un artificio para intentar
negar la existencia de dichos conflictos.
El
país requiere una política nacional para el litio, en el cual el Estado
desempeñe un papel activo, teniendo presente los elevados recursos de los
cuales dispone en el país y sus potencialidades futuras. Chile representa un 41% de la producción a
nivel mundial y posee la cuarta parte de las reservas conocidas. La explotación en el país del litio presenta
ventajas absolutas con relación a los recursos existentes en otros
lugares. El mecanismo a través del cual
se pretende aumentar la producción descansa en otorgar facilidades para el
acceso amplio de intereses privados –prioritariamente extranjeros-, sin que
exista ninguna referencia siquiera al papel a desempeñar por el Estado. El CEOL debe impedirse que siga adelante,
constituye una imposición unilateral del Ejecutivo en un tema de gran
relevancia para el país. No expresa una
política en materia de explotación de recursos naturales ni de defensa de las
riquezas con que se cuenta. Es la
actitud también observada por el gobierno Piñera en dejar que el conflicto
producido en Anglo American Sur (AAS) se lleve por los carriles judiciales y en
negociaciones reservadas y directas entre Codelco y la transnacional
anglosudafricana, sin que el Estado desempeñe el papel que le corresponde, al
no cumplir el consorcio extranjero un convenio que le permite acceder a esta
riqueza que le está generando gigantescas utilidades. En el primer trimestre sus ganancias
aumentaron en 77,8% con relación a enero-marzo de 2011. El Gobierno ni siquiera ha adoptado medidas
para que no salgan del país estas crecientes utilidades.
El
interés nacional exige una política absolutamente opuesta a la preconizada por
La Tercera y El Mercurio, dirección en la cual avanza el proyecto de los CEOL
del litio. La experiencia de lo
acontecido con el cobre avala esta conclusión, ya que la privatización de un
elevado porcentaje de su gran minería condujo a un gigantesco saqueo del país,
que queda claramente en evidencia con las rentabilidades obtenidas por grandes
consorcios económicos en su explotación y las retribuciones al exterior generadas. La renta procedente de inversión directa en
Chile, según las cifras de la Balanza de Pagos, entre 2004 -cuando se inicia el
superciclo en la cotización cobre- y el año pasado sumó US$131.700 millones. Ello muestra elocuentemente quien ha sido el
gran receptor de los beneficios.
Lo
considerado como “ideal” por La Tercera es con seguridad también la opinión del
Gobierno. Pero dar este paso le
significaría abrir una discusión que busca evitar sobre una política para la
explotación de los recursos naturales.
Por lo demás, modificar el estatus del litio requeriría una ley de
quórum calificado, de los 4/7 de los integrantes del Congreso. De allí la urgencia de recurrir a un decreto
supremo, que le resulta más conveniente mientras más desapercibido pase.
Las
dos empresas que explotan litio en el Salar de Atacama, que presenta claramente
ventajas absolutas, lo efectúan aprovechando que las pertenencias les fueron
entregadas con anterioridad a cuando el Código Minero estableció limitaciones para hacerlo. Ambas sociedades se pronunciaron
favorablemente frente a las posibilidades adicionales que les proporciona el
Gobierno. Ellas son Soquimich (SQM),
controlada por Julio Ponce Lerou, exyerno de Augusto Pinochet, a través de un
intrincado esquema de propiedad en cascada de un conjunto de empresas de
“papel”, que accedió a su control desde los años de dictadura, y Rodwood Ltitium, con sede en Nueva Yersey (EEUU),
ex Sociedad Chilena del Litio (SCL). “El
litio es parte de nuestro negocio –manifestó Patricio Contesse, gerente general
de Soquimich, refiriéndose al nuevo escenario creado por el anuncio del CEOL- y obviamente en su momento vamos a evaluarlo
detenidamente” (15/06/12). A su vez,
Eduardo Morales, presidente de Rodwood, afirmó que “se está haciendo lo
correcto, porque (…) en Chile hay cerca de sesenta lagos salares” (17/05/12),
que deben ofrecerse para ser explotados.
La
significación del litio para la economía chilena es absolutamente diferente si
se ve en una perspectiva de corto plazo que si se hace a futuro. A nivel mundial su comercialización no
sobrepasa los US$800 millones. En 2011,
el país exportó de acuerdo a las estadísticas del Banco Central, US$204 millones fob de carbonato de
litio. En el primer cuatrimestre del presente
año su monto fue de US$77 millones. Pero,
existe la certeza de que posee más adelante un enorme potencial de expansión.
Sin
duda, el análisis país debe hacerse teniendo en cuenta su proyección futura. Si se examina así debe considerarse
establecer una empresa estatal como Codelco a nivel del litio que en definitiva
lo explote; desde luego que a su vez la empresa estatal debe aprovechar sus
pertenencias; proponerse no solo una mayor producción del mineral no metálico
sino como se le incorpora valor agregado y Chile participe en los desafíos
tecnológicos que exige su uso más masivo.
Esa política nacional debe determinar las formas y condiciones de
participación del sector privado, acceso que el CEOL –siempre bajo dirección
estatal- abre sin limitaciones. Debe propenderse, además, a que se establezca
una política conjunta con Argentina y Bolivia, países que conforman con Chile
lo que gráficamente se ha denominado como la “Arabia Saudita” del litio, ya que
estos tres países reúnen la mayor parte de las reservas mundiales
conocidas. Del Salar de Atacama se
explota actualmente apenas un 10% de su capacidad, sabiéndose que posee una ley
de litio muy superior al de otras exploraciones efectuadas, y que hoy
aprovechan solamente SQM y Rodwood.
Codelco
cuenta con pertenencias de litio en Maricunga y Pedernales. Su presidente
ejecutivo, Thomas Keller, señaló que estamos estudiando eso y en la medida que
sea atractivo y si el dueño (o sea el Estado N.del A.) tiene interés en que Codelco participe en
este negocio ciertamente estamos disponible para ello” (21/06/12). Es un planteamiento absolutamente
insuficiente frente a la importancia del tema, llamando la atención, además, la
constatación que el Ejecutivo no hubiese expresado todavía su “interés”,
mientras abre el camino a privados para explotar el litio.
Anteriormente
Codelco había descartado estudiar
inversiones dando como explicación la magnitud de las que está realizando en sus
actuales proyectos de expansión, que suman para el lapso 2012-2020, de acuerdo a la última
edición del Observatorio de Inversión de Sofofa, la suma de US$26.416
millones. De examinarse así lo que se
realice hoy en proyectos de litio sería marginal, se tiende así a minimizar su importancia y el desafío que
significa. Es una actitud cortoplacista,
reitera por su presidente, Gerardo Jofré, quien si bien informó que “estamos
realizando estudios desde principios del año pasado (…), pero nuestro foco –recalcó-
está puesto en los proyectos de cobre que son mucho más importantes”
(21/06/12).
A su turno, la norteamericana Rodwood se encuentra en un
proceso de expansión. Aprobó un plan de
inversiones por US$150 millones, con el objetivo de producir en el país hacia
fines del próximo año 54.000 toneladas de carbonato de litio y analizan nuevas
explotaciones en un área que se extiende entre las regiones de Tarapacá y
Atacama. Tiene presente que hacia 2015
la demanda de carbonato de litio a nivel global se duplicará. Además, como expresó su presidente, “estamos
siguiendo de cerca lo que está pasando en Argentina y Bolivia”. Tiene ingresado a evaluación ambiental el
proyecto Ampliación Planta de Carbonato de Litio-La Negra, en la comuna de
Antofagasta. SQM tiene proyectadas inversiones para el lapso 2012-2010 por
US$2.194 millones, en las cuales sin duda considerará aumentar su presencia en
la explotación de litio, propósito que persigue hace tiempo.
Hay
una tercera empresa en condiciones de producir en el país, al margen de los
CEOL, es la taiwanesa Simbalik Group Inversiones que tomó el control de pertenencias
inscritas en el conservador de Minas de Copiapó con anterioridad al decreto ley de 1979 que
declaró el litio como una reserva estatal.
Existen otros consorcios
extranjeros que están utilizando artimañas para extraerlo, solicitando la
pertenencia para explotar otros recursos y comunicar posteriormente a la
Comisión Chilena de Energía Nuclear la existencia de litio.
El
país se enfrenta así a un debate sobre el aprovechamiento y la explotación del
país de un recuso natural, que posee en abundancia, y que tiene importantes perspectivas
a futuro. Es inaceptable que no se
aproveche y se entregue su explotación a intereses privados, con seguridad
mayoritariamente extranjeros, recurriendo a un simple decreto supremo. En esta orientación, de promover el ingreso
de intereses externos, Pablo Wagner viajó a EE.UU. y Canadá para buscar
inversionistas interesados en explotar las reservas de litio del país.
HUGO FAZIO
0 Responses to "Chile - Piñera promueve entregar el litio a capitales extranjeros"
Publicar un comentario