La muerte del gobernante de Corea del Norte
Rómulo
Pardo Silva
Kim
Jong Il representaba una política internacional frente al poder dominante
y una realidad social basada en un modelo diferente para el pueblo norcoreano.
Corea
del Norte ha tenido una voluntad firme contra Estados Unidos y sus aliados
mundiales. Se proveyó de armas nucleares como muchos otros en el planeta. Se
sostiene que la vida en ese país es un misterio y lo mismo podría decir el
común de la gente sobre la realidad cotidiana y los problemas en Nepal, Bangladesh
o las zonas de pobreza de Centroamérica, África…
Enemigos
agitan la acusación de que hay hambre en Norcorea como si no la sintieran más
de mil millones de personas… en el Cuerno de África, Guatemala, Estados Unidos…
Muchos
rechazan la que parece ser la forma de existencia en esa sociedad cerrada bajo
dictadura. Sin mucho análisis crítico defienden el tipo de dictadura occidental
en que viven. Es su derecho; pero no negar la realidad.
Los
medios y políticos en el poder hacen un negocio con sus noticias y comentarios antinorcoreanos.
Lo mismo que con sus campañas contra los gobiernos de Cuba, Venezuela, Ecuador,
Siria, Irán, Bielorrusia, Bolivia.
China
tiene el sistema político de partido único de Corea del Norte y por ahora es un
blanco menor solo porque permite hacer negocios. En el lado opuesto también en Washington,
Brasil, México, Chile, España, Francia, Reino Unido… impera una monopolítica de
un tronco con dos socios iguales alternantes, sin opción… contra el
capitalismo.
En
estos días se repite que una fuerza decisiva en Corea del Norte es el ejército.
Sin embargo se oculta el rol del Pentágono, Obama se detiene antes de
contrariarlo, el marco constitucional castrense dejado, y mantenido, por los generales
brasileros, chilenos, argentinos, peruanos, salvadoreños, hondureños, por los
falangistas armados españoles.
El
partido comunista gobierna en Norcorea; los terratenientes y banqueros el
llamado mundo libre, sus elecciones de propaganda
son la cáscara que cubre un núcleo de grandes millonarios que resisten violentamente
su reemplazo.
En
Corea del Norte asumirá el mando el hijo de Kim Jong-Il. En este lado los rockefeller
se suceden ejerciendo un derecho hereditario en el gobierno real norteamericano
y occidental.
China,
Rusia, Cuba, Venezuela, Nicaragua han enviado condolencias y aceptado esa forma
de política norcoreana. Y no hace mucho los países occidentales celebraban las
reelecciones egipcias, yemeníes, tunecinas… Se puede recordar nombres de amigos
como los Duvalier, los Somoza…
Lo
importante es que la violencia norcoreana no puede compararse con los crímenes occidentales.
Nunca lanzó bombas atómicas sobre dos ciudades con niños, mujeres, ancianos que
se evaporaron en segundos. No destruyó Irak y Libia, asesinó a los
independentistas argelinos, hizo un genocidio en Armenia, dirigió las torturas,
asesinatos y desapariciones en América Latina. No fue parte en los asesinatos políticos
de Allende, Lumumba, Ernesto Guevara.
La
histórica y obstinada contaminación de la atmósfera tampoco es responsabilidad de
Corea del Norte.
Si se
pudiera medir la justicia de los modelos el de occidente tendría sin duda la
peor nota. El 48% de los estadounidenses está en la categoría de “bajos
ingresos” o viven en la pobreza; aproximadamente un 57% de los niños de EE.UU.
viven en hogares considerados de “bajos ingresos” o empobrecidos; el tiempo
promedio que un trabajador sigue desocupado en EE.UU. es ahora de más de 40
semanas; casi un 20% de los adultos estadounidenses tiene actualmente puestos
de trabajo que pagan salarios a nivel de pobreza; aproximadamente un
41% de los estadounidenses en edad de trabajar tuvieron problemas con facturas
de médicos o están pagando deudas médicas. Al mismo tiempo seis herederos del
fundador de Wal-Mart tienen un patrimonio neto aproximadamente igual al
conjunto del 30% inferior de todos los norteamericanos o la deuda nacional ha
estado aumentando en un promedio de más de 4.000 millones de dólares diarios. [1]
Es fácil comprender que esa situación ha sido decidida por una minoría
dictatorial del pueblo norteamericano.
La
completa inocencia política no existe, por supuesto no de la dictadura
norcoreana, pero hay un sistema imperial que es claramente el peor para la
humanidad porque ha llevado la muerte, destrucción, dolor, a todos los
continentes.
Sí,
hay que denunciar al régimen de Corea del Norte, pero mil veces más a los farsantes
poderes de occidente.
Referencia
1 Hugo Rius, Fuente: Information Clearing House, Cubadebate
Contacto romulo.pardo@gmail.com
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