Grecia - Atenas: hospital del terror
Una visita al mayor centro de salud de Atenas evidencia el
colapso de la sanidad, tras recortes de un 40% del gasto
Andy Robinson, Madrid
La Vanguardia, 6-12-2011
http://www.lavanguardia.com/
Aunque nadie les hace mucho caso, decenas de pegatinas
empapelan las paredes del hospital, el más grande de Atenas en el barrio
popular de Nikaia, a cinco kilómetros del puerto de Pireus. Las pegatinas se
ilustran con un dibujo de un sobre tachado por una barra roja al estilo de un
aviso de stop. "No al fakelaki" es el mensaje, una referencia al ya
notorio sobre lleno de billetes de 50 euros que algunos médicos griegos piden a
sus pacientes a cambio de un mejor servicio. El fakelaki es una de las muchas
manifestaciones de corrupción en Grecia comentadas hasta la saciedad desde el
inicio de la crisis para justificar medidas "duras" de liberalización
y austeridad. El gobierno de Giorgos Papandreu anunció a bombo y platillo en el
2010 una lucha sin tregua contra la cultura de fakelaki, a la vez que puso en
marcha una serie de draconianos recortes a la sanidad publica, parte del plan
de ajustes exigido por las potencias europeas.
Dos años después, con el hospital en un estado próximo al
colapso, privado de fondos y utilizado por cada vez más pacientes, el problema
del fakelaki es ya poco más que una anécdota. "En este hospital hay
médicos que aceptan sobres", dice Olga Kosmopoulou, especialista en
enfermedades contagiosas y miembro del sindicato de médicos de hospitales que
ha organizado campañas contra la corrupción. "Tratamos de convencer a los
pacientes para que denuncien a los médicos que piden dinero; pero, en estos
momentos, los pacientes tienen miedo: el fakelaki no es su prioridad".
¿Cuál es, entonces, la prioridad de los pacientes de renta
baja en este hospital, en medio de un distrito de Atenas de enormes problemas
de paro y pobreza? Pacientes que esperan cinco o seis horas a ver a un médico y
pagan entre 80 y 100 euros por una prueba de sangre y orina. La prioridad
"es sobrevivir" dice Kosmopoulou.
Minakaia ya era un hospital con problemas gordos antes de la
crisis. Fue calificado, en el 2007, como "un lugar desdichado más que
lugar terapéutico", por inspectores del Gobierno que denunciaron falta de higiene
en la preparación de la comida. Pero, tras recortes del 40% en los presupuestos
hospitalarios desde el inicio del programa de austeridad, la comida es lo de
menos.
Primero, faltan médicos y enfermeras. "En el turno de
noche, tenemos solo dos enfermeras para 60 pacientes", dijo Kosmopoulou.
Nikaia es el hospital más grande de Atenas en número de pacientes atendidos
pero no en número de camas, 650. Tiene 200 enfermeras. Kosmopoulou enseña un
dormitorio en el que pacientes, la mayoría de la tercera edad, ocupan camas con
solo cinco o seis centímetros de distancia entre ellas. El recorte del 42% del
gasto en IKA, la aseguradora pública que ofrecía asistencia primaria y médicos
de cabecera a millones de pensionistas, ha forzado a enfermos a ir directamente
a urgencias. Los tiempos de espera se han alargado un 30%. "Yo les digo a
mis compañeros: '¡Rápido! ¡Rápido!'. Pero no podemos llegar", dice
Kosmopoulou. "Sé que la gente en Europa dice que no trabajamos en Grecia,
pero es un mito".
Tras el aumento de la edad de jubilación para empleados
públicos de 65 a 67 años, "la mayoría de las enfermeras sigue trabajando
con problemas de salud como artritis". Recortes de los salarios de médicos
de hospital hasta 1.000 euros mensuales mas extras ha desatado la fuga de
personal. "No es tanto por el dinero como porque ya no sientes
satisfacción en este trabajo", cuenta un médico. Mientras, los problemas
de paro e indigencia en las calles del barrio de Nikaia se cuelan en el
hospital. "15 o 20 sin techo duermen en los pasillos del centro",
añade Kosmopoulou.
Recorriendo los pasillos, una mujer de la limpieza explica
-Kosmopoulou hace de intérprete- que trabaja para una empresa privada
subcontratada. Cobra 500 euros al mes por una jornada de 15 horas sin derechos
sindicales. Los suministros de productos no esenciales -desde algodón a vasos
de plástico- se han agotado. "Es como si lo hicieran para
humillarnos", relata Kosmopoulou mientras enciende un cigarro. La
situación no va a mejorar. Según el nuevo presupuesto de austeridad draconiana
exigida para que Grecia reciba el próximo tramo de créditos europeos, el
presupuesto del Ministerio de Sanidad se recorta otro 6,5%.
Con hospitales en estas condiciones, no es de extrañar que
las campañas para erradicar el fakelaki no den resultados. Según un estudio
sobre los efectos de los recortes a la sanidad de la revista médica The Lancet
(numero 378, 22 de octubre de 2011), lejos de resolver el problema de la
corrupción, los recortes presupuestarios pueden estar agravando la cultura del
sobre. "Se soborna a los empleados para evitar las colas en hospitales
colapsados", advierte. El estudio de The Lancet advierte también que en el
primer año de la crisis -2009- se produjo un "aumento significativo de la
gente que dice que jamás va al médico o al dentista", lo que se achaca a
los largos tiempos de espera. "Si no es grave y no tienes seguro privado,
vas a esperar tres o cuatro meses; así que la gente pasa de ir", explica
una empleada pública que participaba en una manifestación en el centro de
Atenas. Un nuevo copago de cinco euros aumenta el desinterés por ir a ver a un
médico. Y la nueva política de cobrar entre 80 y 100 euros por someterse a una
prueba media, remata la faena. "La gente ya no se hace las pruebas que les
pedimos", asegura Kosmopoulou.
Todo esto, por supuesto, reduce el coste de la sanidad a
corto plazo aunque a largo puede aumentarlo. Asimismo, la preocupante ratio de
enfermeras por camas hospitalarias se ha resuelto fácilmente en algunos
hospitales con la eliminación de mas de 11.000 camas, una reducción del 23% en
dos años. Esto se entenderá en las auditorías de la nueva "unión fiscal
europea como un recorte del gasto. Pero el número de pacientes que acuden a
hospitales públicos ha subido el 30% desde el 2009 quizás porque la gente ya no
puede permitirse el lujo de pagar un seguro privado. Mientras, se han asignado
550 camas en hospitales públicos al sector privado.
El estudio de The Lancet advierte que existen indicios de
que la situación en sanidad ha empeorado especialmente para grupos vulnerables.
Y casi todos estos grupos -ancianos de pensiones mínimas, niños de familias
pobres, toxicómanos, inmigrantes- pueden encontrarse en el hospital de Nikaia.
Kosmopoulou comenta que existe una "crisis humanitaria" debido al
aumento disparado de casos de pacientes seropositivos. Según The Lancet, el
diagnóstico de seropositivos ha subido el 52% entre el 2010 y el 2011. En
parte, la respuesta se encuentra en las calles próximas a Politeknik, en el
centro de Atenas, donde cientos de heroinómanos evocan los años duros de los
setenta en el sur europeo. Aunque la distribución de metadona no se ha visto
afectada por los recortes, ya no hay apoyo de asistentes sociales ni
psicólogos. Hay otro factor para explicar los nuevos seropositivos.
"Muchas de mis pacientes son jóvenes mujeres que han perdido su trabajo y
recurren a la prostitución", concluye Kosmopoulou.
Cómo crear más corrupción
Una de las falacias más repetidas durante la crisis es que
las medidas de austeridad, los recortes de salarios de funcionarios, la
privatización y la liberalización ayudarán a acabar con la corrupción. Pero no
es casualidad que la corrupción suele ser endémica precisamente en países
pobres con estados en quiebra. De ahí, los primeros indicadores en Grecia: el
plan radical de la troika, en vez de acabar con la corrupción y la evasión de
impuestos, puede convertirlos en estrategias de supervivencia. En hospitales
con largas colas, un paciente pasa el sobre al médico. Tras ver diezmada su
pensión, el policía ahorra mediante un soborno mensual del club nocturno.
¿Qué funcionario, tras un recorte del 40% de su salario,
podrá resistir algún "incentivo"? Y pequeños comerciantes, antes
legales, empiezan a pasar a la venta callejera para evitar la batería de nuevos
impuestos en un mercado hundido.
0 Responses to "Grecia - Atenas: hospital del terror"
Publicar un comentario