Eurozona: Fase final

Posted by Correo Semanal on jueves, octubre 13, 2011

La Eurozona se encuentra amenazada por la deuda soberana, la crisis bancaria y un crecimiento cercano a cero.

Artículo de Lynn Walsh, publicado originalmente en “Socialism Today”, revista de “Socialist Party” (CIT en Inglaterra y Gales).

12 Octubre 2011.

Después de un año y medio, la crisis griega está lejos de haberse resuelto. De hecho, mientras Grecia se encuentra al borde de una explosión social, el impago de la deuda y la salida del euro parecen casi inevitables. La Eurozona está amenazada por una crisis de la deuda pública y bancaria interrelacionadas, y acompañada por un crecimiento cercano a cero. Los líderes europeos se encuentran en la más completa confusión y la competencia entre los diferentes intereses nacionales obstaculiza las medidas de cooperación. Lynn Walsh analiza las últimas fluctuaciones de la crisis de la Eurozona. 


El 21 de julio los líderes de la Eurozona proclamaron en una cumbre que habían llegado a un acuerdo para estabilizar la crisis de la deuda griega. Y proclamaron que éste evitaría la amenaza de una suspensión de pagos de Grecia y su salida precipitada del euro. Habría un nuevo paquete de rescate de 109.000 millones de euro (que seguía a los 110.000 millones del año 2010), mientras que el papel del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera o FEEF – con unos fondos propuestos de 440.000 millones) sería ampliado para permitir la intervención en apoyo de gobiernos y bancos. Habría, además, un intercambio de bonos que incluiría una “quita” (pérdida del valor) del 21% para los titulares de bonos griegos. 

Este paquete, sin embargo, era más una promesa de salvación futura que una solución inmediata y práctica. La totalidad del acuerdo depende de la aprobación de los 17 gobiernos o parlamentos de la Eurozona, y esto es muy posible que no se produzca hasta el final de septiembre o el principio de octubre. La quita del 20% de los bonos griegos será un alivio mínimo de su deuda – los bonos del gobierno griego ya se venden a menos del 50% de su valor nominal en el mercado secundario de deuda. Si el intercambio de bonos sigue adelante (requiere el acuerdo del 90% de los titulares de los bonos) será un buen negocio para los bancos, y una carga para el pueblo griego. De hecho, sería necesaria una rebaja del al menos el 50-60% para que se notara la diferencia en la montaña de deuda que aplasta a la economía griega...