Chile - La Banca gana, los trabajadores pierden
· Mientras el sistema financiero, controlado en casi un 70 % por tres instituciones, obtuvo ganancias de casi un 50 % hasta julio de 2010 respecto del mismo lapso del año anterior, los trabajadores bancarios no participan de esas utilidades.
Las utilidades de la banca que opera en Chile hasta julio del año en curso aumentaron un 50 % respecto del mismo período del año anterior. Es decir, la industria del crédito y la deuda obtuvo más de US$ 1.900 millones. Sólo en julio, las ganancias se encumbraron un 19,3%, su mayor nivel desde diciembre de 2006. Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), durante la primera parte del año, el incremento astronómico se debió a la disminución en el gasto en provisiones por riesgo de crédito (15,59%), un aumento en otros ingresos operacionales netos (86,64%), un mayor resultado de operaciones financieras (16,79%) acompañado además, de un aumento de las comisiones netas (2,25%).
El diferencial entre la tasa de interés que los bancos pagan por los depósitos y lo que cobran por los créditos es de 5,77 puntos promedio en el país (spread), mientras que en el Reino Unido es de 0,33 puntos. Al respecto, Chile lidera con Brasil el spread a escala latinoamericana. Asimismo, sólo tres bancos concentran casi el 70 % del mercado (Santander, De Chile, De Crédito e Inversiones). Para el caso, el incremento de los créditos bancarios se explica no tanto por la baja en el riesgo y la supuesta recuperación económica y de confianza de los usuarios, sino por el alto precio de los préstamos (operaciones + spread + intereses) y los malos salarios de los propios trabajadores bancarios. Y la superior demanda crediticia significa que, simplemente, los sueldos no alcanzan por sí solos para pagar el costo de la vida. Es decir, las deudas no alcanzan para pagar las deudas.
Las utilidades de la banca que opera en Chile hasta julio del año en curso aumentaron un 50 % respecto del mismo período del año anterior. Es decir, la industria del crédito y la deuda obtuvo más de US$ 1.900 millones. Sólo en julio, las ganancias se encumbraron un 19,3%, su mayor nivel desde diciembre de 2006. Según la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF), durante la primera parte del año, el incremento astronómico se debió a la disminución en el gasto en provisiones por riesgo de crédito (15,59%), un aumento en otros ingresos operacionales netos (86,64%), un mayor resultado de operaciones financieras (16,79%) acompañado además, de un aumento de las comisiones netas (2,25%).
El diferencial entre la tasa de interés que los bancos pagan por los depósitos y lo que cobran por los créditos es de 5,77 puntos promedio en el país (spread), mientras que en el Reino Unido es de 0,33 puntos. Al respecto, Chile lidera con Brasil el spread a escala latinoamericana. Asimismo, sólo tres bancos concentran casi el 70 % del mercado (Santander, De Chile, De Crédito e Inversiones). Para el caso, el incremento de los créditos bancarios se explica no tanto por la baja en el riesgo y la supuesta recuperación económica y de confianza de los usuarios, sino por el alto precio de los préstamos (operaciones + spread + intereses) y los malos salarios de los propios trabajadores bancarios. Y la superior demanda crediticia significa que, simplemente, los sueldos no alcanzan por sí solos para pagar el costo de la vida. Es decir, las deudas no alcanzan para pagar las deudas.
.
LA BANCA GANA MÁS POR LOS GASTOS OPERACIONALES QUE POR EL INTERÉS DE LOS CRÉDITOS
Para la Confederación Bancaria cuesta entender cómo una industria tan vinculada a los servicios tiene una tasa de rentabilidad tan alta. Esto se explica, en parte, porque el banco compra dinero muy barato (al Banco Central principalmente), a tasas muy bajas; las captaciones (depósitos de los usuarios) tienen bajo interés; y se vende dinero a un precio 30, 40 y 50 % anual más de su valor.
El gobierno ha propuesto como gran novedad que los bancos deben ser transparentes en términos de hacer saber a los clientes las tasas de interés y la comisión que cobran, pero hace años ya hubo una resolución de la Corte Suprema al respecto y nunca se ha aplicado. En muchos casos lo que los bancos cobran en comisiones es mucho mayor que las tasas de interés. Aquí está la causa central que permite los cobros abusivos que sólo existen en Chile por todo tipo de servicios que entrega la banca.
La comisión o gastos operacionales es lo que el banco cobra por el uso de cualquier instrumento financiero, como el cajero, la tarjeta, los cheques, la línea de crédito. Por eso la banca tiene una rentabilidad asegurada independientemente de las variaciones de las tasas de interés.
Las grandes utilidades hoy se ilustran más por los gastos operacionales, el aumento de las comisiones y la venta de instrumentos financieros cuyo costo para los bancos es igual a cero. Es decir, cuando alguien pide un préstamo a la banca, además de pagar el diferencial, debe pagar costos adicionales, como los seguros de desempleo, de vida, de edad. Y ello, considerando que la ley de bancos dice que los créditos no pueden estar condicionados a la venta de seguros. Sin embargo, no pasa así. Esto tiene una dudosa legitimidad y legalidad.
Nosotros denunciamos hace un tiempo que había una concertación de los bancos respecto de los precios de los instrumentos financieros. Uno de los aspectos más graves, es que las pymes –que generan la mayoría del empleo del país- compran el dinero muy caro. Y el dinero para las pymes es un bien de capital, con esos recursos realizan otras actividades económicas. Entonces les resulta difícil volverse competitivas.
SALARIO MISERIA Y SOBREENDEUDAMIENTO: LA USURA LEGAL
Uno de los aspectos más insultantes de las cifras de rentas bancarias está en que, de acuerdo a las variaciones del Índice de Remuneraciones Reales del INE, los salarios, de junio de 2009 a diciembre de 2009, suman un reajuste de 3,6 %, y el complemento de los últimos 5 meses, de diciembre de 2009 a mayo de 2010, caen 0,4 %, según la metodología de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Vale decir que las remuneraciones reales mensuales han aumentado apenas un 0,3 % promedio. Esto se debe a que el empresariado ha tratado históricamente de bajar los costos por donde sea, y el máximo de disminución de costos que tiene a su disposición se encuentra en los salarios.
Por otra parte, a encuesta de presupuestos familiares del Gran Santiago, entre 1997 y el 2007, arrojó que la participación del ingreso del 20 % más rico bajó su participación de un 53,4 % al 51,9 %. Sin embargo, ya no en el ingreso, sino que en el gasto, el 20 % más pobre pasó de gastar el 5,2 % al 8,9 %. Mientras, el 20 % más rico pasó de gastar el 53,4 % al 43,7 %. Y ello se debe a que todos los quintiles, salvo el 20 % más rico, gastan más de lo que ganan. Sólo el quintil más rico es capaz de ahorrar más de un 10 %. El 20 % más pobre, gasta un 171 % de su ingreso debido al crédito usurero de las casas comerciales. Es decir, estamos frente a un fenómeno de sobreendeudamiento y usura legal.
Asimismo, los créditos de consumo no bancarios que de las casas comerciales representan una actividad perversa. Como la banca coloca niveles de exigencia sobre el promedio, entonces la gran mayoría de los chilenos, que son de menores recursos, piden en esas instituciones que no ponen grandes exigencias, .pero a costa de enormes tasas de interés. Es decir, a los más pobres se les castiga, al que más necesita se le cobra más.
El sobreendeudamiento hace que gran parte del ingreso de las personas vaya a pago de deudas. Y eso se ha convertido ya en una condición estructural. Debido al bajo nivel de aumento de los salarios, y paralelamente, al aumento del costo de algunos servicios básicos (educación, salud, electricidad), el endeudamiento se impone como necesidad. El sobreendeudamiento no refleja que la gente esté económicamente mejor que antes, sino todo lo contrario. De hecho, en la actualidad bajó la demanda de créditos hipotecarios, es decir, la gente no tiene confianza en el sistema para endeudarse por un bien duradero. ¿Para qué es el endeudamiento de la gente entonces? Para pagar gastos cotidianos, servicios, alimentación.
El sobreendeudamiento en Chile se duplicó el 2000. Hoy el 60 % del ingreso promedio de las personas va a parar a pago de deudas. Por tanto, el incremento de los créditos festinado por la banca los últimos días, sólo refleja préstamos para cancelar deudas y no dinamismo económico. La gente no pide dinero para comprar una casa. En el fondo, la privatización de los servicios públicos se ha convertido en fuente de endeudamiento.
Sobre la posibilidad de establecer reglas en el juego de la especulación financiera y crear organismos regulaciones, desde siempre la banca se ha opuesto a ello. Este es uno de los pocos países en el mundo en que no hay contrapeso entre una institución tan poderosa como la banca y los usuarios. La lógica del Sernac Financiero, que abortó, apuntaba a llenar en parte ese vacío. Pero producto de las presiones de los dueños del sistema financiero, el tema se reducirá a una unidad más de Sernac que se va a especializar en el tema financiero; es decir, ya quedó sin fuerza.
En este mismo sentido, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras trata de asegurar un buen servicio de parte de los bancos a través de la información. Pero la SBIF sólo está preocupada de la oferta, de la banca. Su propósito no es colaborar con el consumidor. No hay competencia en el sistema frente a la alta concentración del negocio del crédito. Mientras no haya una reforma sustantiva en el sector, las cosas seguirán tal cual.
La Confederación Bancaria estima que la industria financiera que opera en Chile deteriora la calidad de empleo, los salarios, aumenta de la brecha de la distribución de ingresos, actúa bajo una estrategia que no funciona para potenciar sectores emergentes de la economía. La banca es cortoplacista, sólo busca la alta tasa de rentabilidad en el menor tiempo posible. Cada vez hay más reclamos de los usuarios respecto de la banca y el retail. Las instituciones comerciales hoy son parte de la industria financiera. Su rentabilidad no se encuentra en la venta de pantalones o estufas, sino en la venta de dinero a tasas escandalosas.
Una vía para compensar la usura financiera sería contar con un banco público, papel que debiera caberle al BancoEstado. Sin embargo, el BancoEstado opera bajo la lógica privada; es un actor más del sistema. Y hablamos de un actor abusivo. Cuando el gobierno de Bachelet entregó amplia liquidez a los bancos el 2009, y después, todas las entidades gozaron de las facilidades gubernamentales para pedir prestado a causa del terremoto, el BancoEstado mantuvo sus mismas tasas de interés ante las pequeñas y medianas empresas. De hecho, aprovechó para ganar participación en el mercado. Lo único que queda estatal del BancoEstado es la red extensa a lo largo de todo el país de sus sucursales. Pero en lo demás, es igual. Sus tasas no presionan a la baja. Y entre sus trabajadores también se ha impuesto la subcontratación y la precarización. En Chile no hay un banco público.
LA BANCA GANA MÁS POR LOS GASTOS OPERACIONALES QUE POR EL INTERÉS DE LOS CRÉDITOS
Para la Confederación Bancaria cuesta entender cómo una industria tan vinculada a los servicios tiene una tasa de rentabilidad tan alta. Esto se explica, en parte, porque el banco compra dinero muy barato (al Banco Central principalmente), a tasas muy bajas; las captaciones (depósitos de los usuarios) tienen bajo interés; y se vende dinero a un precio 30, 40 y 50 % anual más de su valor.
El gobierno ha propuesto como gran novedad que los bancos deben ser transparentes en términos de hacer saber a los clientes las tasas de interés y la comisión que cobran, pero hace años ya hubo una resolución de la Corte Suprema al respecto y nunca se ha aplicado. En muchos casos lo que los bancos cobran en comisiones es mucho mayor que las tasas de interés. Aquí está la causa central que permite los cobros abusivos que sólo existen en Chile por todo tipo de servicios que entrega la banca.
La comisión o gastos operacionales es lo que el banco cobra por el uso de cualquier instrumento financiero, como el cajero, la tarjeta, los cheques, la línea de crédito. Por eso la banca tiene una rentabilidad asegurada independientemente de las variaciones de las tasas de interés.
Las grandes utilidades hoy se ilustran más por los gastos operacionales, el aumento de las comisiones y la venta de instrumentos financieros cuyo costo para los bancos es igual a cero. Es decir, cuando alguien pide un préstamo a la banca, además de pagar el diferencial, debe pagar costos adicionales, como los seguros de desempleo, de vida, de edad. Y ello, considerando que la ley de bancos dice que los créditos no pueden estar condicionados a la venta de seguros. Sin embargo, no pasa así. Esto tiene una dudosa legitimidad y legalidad.
Nosotros denunciamos hace un tiempo que había una concertación de los bancos respecto de los precios de los instrumentos financieros. Uno de los aspectos más graves, es que las pymes –que generan la mayoría del empleo del país- compran el dinero muy caro. Y el dinero para las pymes es un bien de capital, con esos recursos realizan otras actividades económicas. Entonces les resulta difícil volverse competitivas.
SALARIO MISERIA Y SOBREENDEUDAMIENTO: LA USURA LEGAL
Uno de los aspectos más insultantes de las cifras de rentas bancarias está en que, de acuerdo a las variaciones del Índice de Remuneraciones Reales del INE, los salarios, de junio de 2009 a diciembre de 2009, suman un reajuste de 3,6 %, y el complemento de los últimos 5 meses, de diciembre de 2009 a mayo de 2010, caen 0,4 %, según la metodología de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE). Vale decir que las remuneraciones reales mensuales han aumentado apenas un 0,3 % promedio. Esto se debe a que el empresariado ha tratado históricamente de bajar los costos por donde sea, y el máximo de disminución de costos que tiene a su disposición se encuentra en los salarios.
Por otra parte, a encuesta de presupuestos familiares del Gran Santiago, entre 1997 y el 2007, arrojó que la participación del ingreso del 20 % más rico bajó su participación de un 53,4 % al 51,9 %. Sin embargo, ya no en el ingreso, sino que en el gasto, el 20 % más pobre pasó de gastar el 5,2 % al 8,9 %. Mientras, el 20 % más rico pasó de gastar el 53,4 % al 43,7 %. Y ello se debe a que todos los quintiles, salvo el 20 % más rico, gastan más de lo que ganan. Sólo el quintil más rico es capaz de ahorrar más de un 10 %. El 20 % más pobre, gasta un 171 % de su ingreso debido al crédito usurero de las casas comerciales. Es decir, estamos frente a un fenómeno de sobreendeudamiento y usura legal.
Asimismo, los créditos de consumo no bancarios que de las casas comerciales representan una actividad perversa. Como la banca coloca niveles de exigencia sobre el promedio, entonces la gran mayoría de los chilenos, que son de menores recursos, piden en esas instituciones que no ponen grandes exigencias, .pero a costa de enormes tasas de interés. Es decir, a los más pobres se les castiga, al que más necesita se le cobra más.
El sobreendeudamiento hace que gran parte del ingreso de las personas vaya a pago de deudas. Y eso se ha convertido ya en una condición estructural. Debido al bajo nivel de aumento de los salarios, y paralelamente, al aumento del costo de algunos servicios básicos (educación, salud, electricidad), el endeudamiento se impone como necesidad. El sobreendeudamiento no refleja que la gente esté económicamente mejor que antes, sino todo lo contrario. De hecho, en la actualidad bajó la demanda de créditos hipotecarios, es decir, la gente no tiene confianza en el sistema para endeudarse por un bien duradero. ¿Para qué es el endeudamiento de la gente entonces? Para pagar gastos cotidianos, servicios, alimentación.
El sobreendeudamiento en Chile se duplicó el 2000. Hoy el 60 % del ingreso promedio de las personas va a parar a pago de deudas. Por tanto, el incremento de los créditos festinado por la banca los últimos días, sólo refleja préstamos para cancelar deudas y no dinamismo económico. La gente no pide dinero para comprar una casa. En el fondo, la privatización de los servicios públicos se ha convertido en fuente de endeudamiento.
Sobre la posibilidad de establecer reglas en el juego de la especulación financiera y crear organismos regulaciones, desde siempre la banca se ha opuesto a ello. Este es uno de los pocos países en el mundo en que no hay contrapeso entre una institución tan poderosa como la banca y los usuarios. La lógica del Sernac Financiero, que abortó, apuntaba a llenar en parte ese vacío. Pero producto de las presiones de los dueños del sistema financiero, el tema se reducirá a una unidad más de Sernac que se va a especializar en el tema financiero; es decir, ya quedó sin fuerza.
En este mismo sentido, la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras trata de asegurar un buen servicio de parte de los bancos a través de la información. Pero la SBIF sólo está preocupada de la oferta, de la banca. Su propósito no es colaborar con el consumidor. No hay competencia en el sistema frente a la alta concentración del negocio del crédito. Mientras no haya una reforma sustantiva en el sector, las cosas seguirán tal cual.
La Confederación Bancaria estima que la industria financiera que opera en Chile deteriora la calidad de empleo, los salarios, aumenta de la brecha de la distribución de ingresos, actúa bajo una estrategia que no funciona para potenciar sectores emergentes de la economía. La banca es cortoplacista, sólo busca la alta tasa de rentabilidad en el menor tiempo posible. Cada vez hay más reclamos de los usuarios respecto de la banca y el retail. Las instituciones comerciales hoy son parte de la industria financiera. Su rentabilidad no se encuentra en la venta de pantalones o estufas, sino en la venta de dinero a tasas escandalosas.
Una vía para compensar la usura financiera sería contar con un banco público, papel que debiera caberle al BancoEstado. Sin embargo, el BancoEstado opera bajo la lógica privada; es un actor más del sistema. Y hablamos de un actor abusivo. Cuando el gobierno de Bachelet entregó amplia liquidez a los bancos el 2009, y después, todas las entidades gozaron de las facilidades gubernamentales para pedir prestado a causa del terremoto, el BancoEstado mantuvo sus mismas tasas de interés ante las pequeñas y medianas empresas. De hecho, aprovechó para ganar participación en el mercado. Lo único que queda estatal del BancoEstado es la red extensa a lo largo de todo el país de sus sucursales. Pero en lo demás, es igual. Sus tasas no presionan a la baja. Y entre sus trabajadores también se ha impuesto la subcontratación y la precarización. En Chile no hay un banco público.
0 Responses to "Chile - La Banca gana, los trabajadores pierden"
Publicar un comentario