Chile - ¿QUE SE MUESTRA… Y QUE SE OCULTA?

Posted by Correo Semanal on miércoles, septiembre 16, 2009


Juan Varela Reyes (*) -

“De un modo u otro, con o sin trusts,
El representante oficial de la sociedad
Capitalista, el Estado, tiene que acabar
Haciéndose cargo del mando de la producción”

Federico Engels.

1.- Ha quedado suficientemente expresado, y queda evidentemente manifestado por la realidad de los hechos, que el capitalismo atraviesa hoy por una de sus crisis más agudas y violentas. De acuerdo a la manera dominante de informar, es decir, desde la forma mediática, se trató de presentar esta situación de crisis como una “simple” crisis financiera que “probablemente” tendría repercusiones en el conjunto del sistema. Pero, la verdad de esos mismos hechos, no manifiesta otra cosa que la crisis intrínseca que ha acompañado al capitalismo desde sus orígenes y que se expresa no sólo en el campo financiero, sino en todos los ámbitos y niveles capitalistas.

2.- La presente crisis, como toda crisis capitalista, tiene distintas significaciones, según se trate de los distintos actores que participan en los distintos procesos de producción capitalista. Procesos que, en esta sociedad de capitalismo “global” están determinados y orientados a la acumulación de una clase: la burguesía; mientras que, para los trabajadores, esta crisis, no ha significado otra cosa que el aumento de su miseria. En la práctica, para una clase, la dominante, la burguesa, ella significa tan sólo una disminución de su tasa de ganancia, o sea, ganar un poco menos pero sin dejar de hacerlo; pero para los trabajadores es más explotación, más despidos y cesantía, menos salarios.

3.- Cuando se dice que son los trabajadores los que están pagando los costos más onerosos de esta crisis tendemos a aceptar que ello es una afirmación que no admite muchas discusiones, sino fuera porque habría que endosar más elementos al enunciado. Uno de ellos es la dimensión temporal, es decir, pasado y futuro para tratar de explicar el presente de esta crisis en (del) capitalismo. Históricamente, los costos de todas las crisis cíclicas del capitalismo los han pagado los trabajadores. De allí, entonces, que el enunciado carece del componente de la originalidad, porque deja todo exactamente igual y sólo sirve para afirmar y sostener la situación, es decir, los mismos efectos brutales y violentos que siempre han acompañado al desarrollo capitalista y a sus crisis.

4.- Pensar desde este presente de crisis el futuro, implica visibilizar, porfiadamente, el papel histórico que le cabe a los trabajadores en la solución radical de la situación. Y es aquí donde ha surgido un elemento que motiva nuestra presente reflexión.

5.- Chile se presenta en el concierto latinoamericano y mundial como el alumno más destacado y aventajado en la aplicación del nuevo paradigma del capitalismo: el neoliberalismo. Como modelo económico, político, ideológico, cultural, que ha orientado el desarrollo capitalista chileno y que se ha “exportado”, con su propio valor agregado, al resto de las naciones. Como alumno aventajado, Chile ha logrado, a partir de la contrarrevolución neoliberal que este modelo madure y se consolide. Pero ese avance y maduración, “a la chilena”, se ha hecho sobre la base de instalar mitos que apuntan en la dirección de darle cierta credibilidad y también sustentabilidad.

6.- Desde su surgimiento, el capitalismo ha tenido en el Estado el principal actor en la administración del sistema. Sin embargo, durante estos años (dictatoriales – concertacionistas) se ha planteado que este Estado no ha jugado, ni juega, ni jugará ningún otro rol que no sea aquel asignado en la Constitución de la dictadura, es decir, ser un Estado subsidiario. El neoliberalismo viene a ser la camisa de fuerza que limita el accionar del Estado, dejando, en teoría, que sean los privados los únicos actuantes en la economía. Eso conlleva, de manera implícita, un auto limitación del Estado, ya que si una determinada prestación (salud, educación, por ejemplos) ha de ser entregada, son los privados que siempre van a ver en ello un objeto de negocio y de lucro. El problema que se enfrenta es que al final este Estado Subsidiario es irresponsable con respecto a las necesidades sociales básicas y también a otros campos, como el ambiental, el cultural, que caen presas de poderosos intereses inmobiliario.


7.- Pero no es cierto que el Estado hoy día se vea tan morigerado en su accionar. Bástenos para ello sólo dos ejemplos. En la perspectiva de lo que engañosamente se ha llamado “globalización” económica que no es otra cosa que el desarrollo la fase imperialista del capitalismo, Chile ha firmado Acuerdos y Tratados de Libre Comercio y las preguntas son: ¿quién los firmó?, ¿quiénes son los principales beneficiarios? … Se dice o se hace creer que Chile ya no tiene sobre sí el pesado lastre de la deuda externa, sin embargo, a Diciembre de 2008 ésta es de US $ 64768 millones, que significa un aumento del 16,3 % respecto del año 20071… y más allá que el aumento esté originado en el sector privado, ¿quién, en última instancia, es el principal aval o responsable de esa deuda?

8.- Sobre ese marco hemos presenciado durante los últimos días una discusión y ciertas acciones centradas en las posibilidades, materiales se entiende, de aliviar de alguna manera la pesada varga que ha significado la crisis capitalista y las soluciones no han sido otras que recurrir a bonos y subsidios para tratar de “parchar” una situación estructural. En Educación, trabajo, salud, vivienda, consumo se han presentado esas soluciones sin que por ello se toquen algunos de los problemas centrales y fundamentales que, desde nuestro punto de vista entre otros hay dos.

9.- El problema central de Chile es que no se vive una situación de democracia verdadera. La Constitución del 80 proclama las desigualdades de los trabajadores, no permite la libre negociación colectiva, consagra una institucionalidad anti democrática inclusive dentro de los rangos de lo que se llamaría una democracia burguesa. Por ello es necesaria, urgente y vital una nueva constitución. Por mucho que algunos pongan el grito en el cielo cuando se trata de pensar una nueva institucionalidad, una nueva constitución, la pregunta es: ¿qué impide cambiar en esta “democracia” una constitución que fue impuesta en dictadura?

10.- El otro problema, más preocupante tiene que ver con el tema de la dignidad. Siempre es bueno que los trabajadores, los pobres de este país tengan al menos una posibilidad de mejorar en algo su situación aunque sea una mínima parte y parece ser que ese es el sentido de los bonos y subsidios, ¿parte de la política del “chorreo” proclamada en dictadura?. La preocupación viene por el lado de que con ello se van hipotecando las posibilidades reales de cambios reales. No es lo mismo entregar un bono o subsidio, por bueno que ello sea, que mejorar las condiciones de trabajo, los sueldos, la negociación; en suma, cambiar radicalmente la situación.

11.- Se topan, entonces para un mismo problema, la crisis capitalista, dos situaciones aparentemente contradictorias, pero que no lo son tanto. Una constitución que consagra la indignidad de los trabajadores y una administración del modelo que no tiene la voluntad para sacarse esa camisa de fuerza y plantear derechamente una nueva constitución. Junto a ello la necesidad de trabajar por la dignidad del pueblo que no se arregla con un par de bonos o subsidios.

12.- Las crisis cíclicas del capitalismo son cada vez más fuertes, violentas y brutales para los trabajadores y se requiere ir pensando en nuestras posibilidades y en los obstáculos para un cambio en verdad revolucionario. Dentro de los obstáculos, ya decíamos, está la Constitución que se heredó de la dictadura. El otro tiene que ver con la existencia de una izquierda reformista que no ha vacilado en pasar por el lado de la crisis y entregar su voluntad para ampliar la base de sustentación en que se sustenta el modelo, aun a costa de dispersar su escasa fuerza que mira atónita como su jerarquía no ha trepidado en enrolarse en las filas de los dominantes. Las posibilidades son: que de una vez por todas ese sector se quede en el otro lado de la vía y que seamos capaces de levantar y trabajar por construir nuestro propio proyecto.

Santiago, Septiembre 15 de 2009



(*) Sociólogo, Grupo de Investigación EN CAMINO
1 Fuente: Banco Central de Chile: “Deuda Externa de Chile 2008”