Paraguay – IMPERIALISTAS, INFORMANTES Y REPRESORES DEL OPERATIVO CÓNDOR EN EL GABINETE DEL OBISPO
Luis Agüero Wagner
Gran indignación ha generado en la opinión pública la nominación de Luís Aníbal Schupp para el ministerio del interior durante el gobierno del clérigo-presidente electo de Paraguay Fernando Lugo, dado sus nefastos antecedentes como represor. Además, Schupp es un intransigente defensor del dictador neo nazi y pro-Washington Alfredo Stroessner, pieza clave del operativo Cóndor que en la década de 1970 instauró el terrorismo de estado en el Cono Sur a instancias del imperio norteamericano.
No es ciertamente el único caso de un represor o agente confidencial de la dictadura que colabora con la “izquierda” o aparece nominado para integrar el gabinete del obispo de los pobres. Ya durante la campaña proselitista, el clérigo compartió el escenario en sus actos con el Dr. Oscar Insfrán, segundo secretario en la embajada paraguaya de Washington cuando fueron asignados los torturadores y represores que el imperio asignó al Paraguay para defender sus intereses. Se trata de los comisionados Robert L. Brown, Stanley Potter y Robert K. Thierry, según el documento que revela la presencia de Insfrán en dichos trámites realizados en la capital norteamericana, con fecha 8 de Octubre de 1956. La información corresponde a un documento hallado en los archivos de la policía política.
La bucólica memoria de este cansino paraje sudamericano a orillas del río Paraguay pudo replantearse con el descubrimiento de los archivos del terror, en base a incontestables documentos con firma y sello que radiografiaban décadas de terrorismo de estado.
Desgraciadamente, entre tantos papeles también existían testimonios que delataban a muchos grandes farsantes que se habían inventado a sí mismos fama de luchadores contra la dictadura sin respetar mucho el papel representado. La especie era tan abundante que hoy en día cuando alguien afirma haber luchado contra la tiranía de Stroessner lo primero que se debe sospechar es si esa persona no sirvió en al régimen como delator, torturador o informante. Para protegerse de su propio pasado, estos comediantes han estructurado una red de supuestos luchadores y especialistas en los documentos del archivo que se encargan de descalificar documentos inoportunos ante la opinión pública, dejando así virtualmente inutilizado los archivos del Terror.
Uno de los casos más discutidos es el de Víctor Báez Mosqueira, hoy un alto jerarca de la organización sindical ORIT, a quien de un tiempo a esta parte han venido desenmascarando periodistas como el sueco Dick Emanuelsson, Nemesio Barreto y Diego Verón.
Entre los documentos inoportunos sobre el héroe sindical se encuentra uno del Viernes 3 de mayo de 1985, el Oficial Inspector Pedro Martínez Nuñez informa al Jefe de
En otro documento de fecha jueves 9 de octubre de 1986, el comisario Victorino Oviedo informa al comisario Alberto Cantero cuanto sigue: “Comunico a esa Superioridad que el día Martes 7 de Octubre/86, siendo aproximadamente a las 21:00 hs., mantuvimos un diálogo con el señor VÍCTOR BÁEZ MOSQUEIRA, Secretario General de
Hoy Báez Mosqueira aparece como candidato a Canciller en el gobierno del Obispo de los pobres y teólogo de la liberación, además de héroe de la izquierda latinoamericana.
No hace falta recalcar que este tipo de delación causó estragos en tiempos de la dictadura de Stroessner -apresamientos, torturas, muertes, desapariciones-, aunque también constituyó un próspero negocio, a más de uno le permitió darse la gran vida mientras otros sufrían destierro, torturas y prisión para hoy encontrarse olvidados entre las muchedumbres que deben aplaudir a los verdaderos héroes de la lucha antidictatorial como Báez Mosqueira y otros, hoy a punto de recibir premios de la sabia mano del obispo Fernando Lugo, sobrino del agente de
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