Argentina - No al Pacto contra el salario

Fuente : El Socialista Nº 91, periodico de Izquierda Socialista (UIT-CI)
Enviado por Javier H. Varveri" varveta@yahoo.com.ar


Moyano-Cristina
No al Pacto contra el salario

“Formidable”. Así catalogó un funcionario de gobierno la reunión que mantuvieron en estos días Hugo Moyano y la presidenta de la Nación, Cristina de Kirchner. No era para menos. Las razones sobran.
“Fue un apoyo muy explícito de la CGT a la gestión de gobierno y un compromiso de seguir acompañando” (Clarín, 25-1). Las palabras que los reunidos se encargaron de hacer trascender a la prensa fueron claras: “mesura, cordura, responsabilidad, racionalidad, moderación, prudencia, sensatez...” Todo referido a la conducta que tienen que mantener los jefes sindicales para no pedir más salarios en las paritarias. A cambio, el gobierno ya les había otorgado en diciembre 47 millones para las obras sociales sindicales.
Las muestras de afecto y las señales políticas fueron recíprocas. El camionero se encargó de archivar su frase de que “se pasaría a la vereda de enfrente”. Y la primera mandataria le abrió nuevamente la Rosada, como muestra de su respaldo al jefe de la CGT en la pelea interna que mantiene con Barrionuevo y algunos Gordos. Dicen que la presidenta “lo quiere, pero fundamentalmente lo necesita” a Moyano. ¿El objetivo? El propio Moyano se encargó de aclararlo: “Está totalmente descartado un desborde salarial porque somos responsables y porque es un pedido de la presidenta”. Por eso en la reunión no se discutió del salario. Eso no quiere decir que no haya un pacto para controlarlo.

Muchos hablan de que no va a haber un gran Pacto Social como el anunciado por el gobierno en campaña. Pero que hay un pacto entre el gobierno, la burocracia y las patronales contra los trabajadores y el salario, está claro. En todo caso habrá pactos por sectores y por temas, “para no generar una expectativa que después no se cumpla”, según el diputado oficialista y asesor de la CGT, Héctor Recalde. Según la UIA, para las patronales, será mejor: “Se evaluará cada caso, por ejemplo, si necesitamos un subsidio o una medida arancelaria” (es decir, más prebendas encubiertas). Y por supuesto, el pacto entraña la “paz social”. Esa es la verdadera frase que le gusta a los grandes empresarios. Para ello están apresurados a firmar un acuerdo que mostrarán como caso testigo, con los siete gremios de Aerolíneas, para garantizar que no haya medidas de fuerza por dos años que no entorpezcan las jugosas ganancias de la empresa española.

El plan del gobierno y los actores del Pacto Social ya está en marcha. Cuando se discuta un aumento del salario mínimo, esta vez será diferenciado por regiones: norte, centro y sur; a medida de las patronales, aumentando de esa manera aún más la diferenciación salarial que ya hay en el conjunto del movimiento obrero.

A su vez, para los privados y en blanco, se habla de que el aumento en paritarias rondará el 20%. Muchos dicen que este sector le viene ganando a la inflación. Es cierto que en algunos gremios, fruto de luchas y reclamos, desde hace algunos años han acortado distancia con la inflación. Pero la participación de los asalariados en el ingreso es aún menor que en 2001; y de las negociaciones no participa casi el 50% del movimiento obrero que está en negro.

La postura de la CGT es que cada gremio discuta el salario por su cuenta. Pero lo que necesita el movimiento obrero es una lucha de conjunto para evitar que las patronales se lleven sus ganancias, y el Estado, la plata del crecimiento que generan millones para pagar la deuda externa.

Las luchas del Casino, Dana y otras; y las muestras de millones de trabajadores que expresan cotidianamente su mal humor porque sus salarios no les alcanza -ya que la inflación está haciendo estragos en los bolsillos populares-, indican que si hubiera una convocatoria a luchar de conjunto por un salario igual a la canasta familiar para todo el movimiento obrero, estarían dispuestos a tomar medidas de lucha para lograrlo. Quienes no quieren tomar ninguna medida son los dirigentes de la CGT y CTA.

Por eso se impone que desde cada lugar de trabajo, asamblea, reuniones de Cuerpos de Delegados o Comisiones Internas, además de apoyar las luchas en curso, se tomen decisiones en defensa del salario. ¡Por un aumento de emergencia para que ningún trabajador gane menos de la canasta familiar! Indexación de acuerdo al verdadero costo de vida. Paritarios elegidos en Asamblea. ¡No al Pacto Social! Exijamos que la CGT y CTA rompan el mismo y llamen a un Plan de Lucha Nacional. Estos deben ser los reclamos del momento.

¿Y la flexibilización laboral?
En las paritarias se está discutiendo el salario, pero la flexibilización laboral se mantiene. Según el Observatorio del Derecho Social de la CTA, “de los 545 convenios colectivos celebrados entre 2003 y 2007, casi 260 incorporaron una o más cláusulas que flexibilizan el tiempo del trabajo... al interés productivo de la empresa”. El informe es contundente: “en materia convencional, los temas tratados (excluyendo la cuestión salarial) no han experimentado una modificación sustancial, y los actores sociales continúan implementando similares conceptos que en la década del 90´” (Página/12, 26-2).

Es necesario exigir que se anulen todas las leyes de esclavitud que vienen de la era menemista.