Pescadores artesanales resisten envenenamiento del mar

Posted by Correo Semanal on viernes, agosto 18, 2006

DAVID CONTRA GOLIATH EN UNA AMENAZADA COMUNA INDÍGENA
Por Solange, Socialismo Revolucionario, Osorno.

Primera Parte
EL CONFLICTO

No es la primera vez que la mega empresa Celco, gigante de la celulosa a escala mundial, filial de la Copec pretende arrasar con la vida y las tradiciones de un pueblo en resguardo de sus intereses transnacionales. No todo ha sido benéfico para este gigante puesto que en el año 1998 perdió la batalla contra el pueblo de Mehuín en la provincia de Valdivia en donde esperaba instalar un emisario, especie de mecanismo industrial en el mar, para la liberación de los desechos de celulosa.

Las comunidades son pequeñas y pobres y la lucha fue dura pero el pueblo de Mehuín fue el único que se plantó ante la empresa organizadamente y se negó a ser afectado. Hoy Celco vuelve a la carga en un sector que comprende desde Mehuín hasta Curiñanco intentando nuevamente instalar un emisario y botar riles en el mar el que arruinará la vida de los peces, el sustento y el pilar de una cultura con raíces ancestrales. La desigualdad en esta situación es evidente, comunidades indígenas pobres y un gigante de la megaindustria. Charles Klimber, gerente comercial de Celco, hizo público a un medio capitalino que “estamos evaluando la zona entre Chan Chan y Punta de la Iglesia, al sur de Mehuín. Estamos haciendo estudios marítimos y terrestres, pero aún no hemos determinado el trazado exacto”. Dichos lugares son cercanos a Mehuín y es donde precisamente está ubicado el lugar sagrado de la comunidad, lugar de devoción y respeto hacia sus antepasados.

Alejandro Caniulaf, representante de la organización mapuche huilliche Newen Che Fill Mapu (La fuerza de la Gente de la Tierra) señala en una dolida conversación con un diario local: “Ahí también existe un Menoko, que es el lugar donde se deposita el rehue una vez que termina el nguillatún. El rehue señala el centro del universo, es el punto de referencia con el cosmos y permite la comunicación entre los actuales, los antepasados y el espíritu de Nguenechen, el hacedor generoso, Señor de la justicia, el que da la vida al mapuche. Además, hay un cementerio ubicado un poquito más arriba, donde descansan nuestros antepasados. Esto es sagrado para nosotros, por eso que nos preocupa y nos da mucha pena que nuestra cultura vaya a ser vulnerada por los actos de Celco”.

El comunero cuenta acerca del nguillatún que se realiza una vez al año en Maiquillahue, en el que participan más de 3 mil personas de todo el sector agradeciendo a la naturaleza por los recursos que provee. Está al tanto del impacto ecológico que sufrirá la zona, también conocida como “Isla de los pinos”, la que es rica en recursos del mar, y que además posee una abundante flora y fauna.Según un documento que posee este representante de la agrupación Newen Che Fill Mapu y vicepresidente de la asociación Mahuenco, Celco ofreció 2 millones 400 mil pesos a la comunidad para instalar el anemómetro que monitorea la playa de Alepué, dinero que fue aceptado por dos lugareños que están inscritos en la lista de contactos de la Celulosa.

DESASTRE CULTURAL

En la ceremonia sagrada, el pueblo mapuche agradece una vez al año la buena provisión de la naturaleza, en este caso la tierra, el mar y sus respectivos recursos. Sin embargo, la construcción del ducto de desechos tóxicos en ese sitio, pondrá dudas y contradicciones en este agradecimiento, lo que preocupa enormemente a las comunidades del sector por este daño hacia la cultura indígena. Respecto a esto, Caniulaf apunta: “La gran pérdida, además de la contaminación, va a ser el desastre cultural que se va a generar, ya que nuestros ancestros están presentes en este sitio y en las rogativas milenarias que se realizanacá”.Caniulaf asegura que la Municipalidad de San José de la Mariquina estableció un convenio con Celco, el que estipula que el ducto no debe pasar por la playa de Mehuín, sino kilómetros más al sur, donde están los terrenos que habitan estas comunidades. Todo esto según lo que le habría dicho René Sanhueza, al que cataloga de “punta de lanza” de Celulosa Arauco, ya que fue enviado desde el principio a conversar con las comunidades, prometiendo soluciones que nunca se dieron. Lo más curioso es que Sanhueza no tenía ningún cargo definido dentro de Celco. Respecto a la relación que alguna vez tuvo Caniulaf en coordinación con Celco, el vocero se escuda en que “lo que pasa es que al principio ellos nos comunicaban todos sus movimientos, los planes que tenían y todo. Pero siempre le dije a la gente que tuviera cuidado si es que iban sin mí a visitarlos”. Y agrega: “ellos, al principio, no llegaban diciendo que eran de Celco. Preguntaban muchas cosas y luego ofrecían maravillas. Ellos sabían que se podían aprovechar de la ignorancia de la gente”.

No solo los comuneros de Mehuín están en constra de la construcción de este ducto, y algunos como el diputado Horvath pretenden vigilar de cerca los pasos de Celco pero la posición de los indígenas es más radical, como lo explica Caniulaf en sus propias palabras: “Dependemos de las autoridades de Gobierno, para ver finalmente si se construye o no el ducto. Nosotros vamos a cumplir con nuestra parte en oponernos, pero a ellos les corresponde la decisión final. Si Celco o el Gobierno están dispuestos a matar una tradición milenaria que lo digan a los ciudadanos, porque después nos acusarán de terroristas”.

Los términos de la lucha son claros en Mehuín, un gigante capitalista con todo a su favor, la legislación y el poder económico y las comunidades pobres y marginadas en la otra esquina de este ring de voluntades. Los comuneros vencieron una vez, su entereza, su organización y su voluntad milenaria hicieron retroceder al gigante. Hoy es necesario cerrar un círculo revolucionario en torno de estos comuneros y apoyar su lucha por evitar la destrucción de todo un sistema de vida milenario.

Las palabras que levantan los ánimos de lucha y solidaridad con las del dirigente lafkenche Reinaldo Lienlaf de la comunidad de Maiguillahue : “Estamos dispuestos a todo en contra de la instalación del ducto. Pero lo vamos a hacer dando la cara. Esta situación se puede tornar grave, porque estamos dispuestos a morir en esta lucha. Vamos a defender lo nuestro hasta la muerte”.

Segunda Parte
DAVID CONTRA GOLIATH EN UNA AMENAZADA COMUNIDAD INDÍGENA .

Celco, una de las trasnacionales más grandes con asiento en Latinoamérica comenzó su ofensiva contra la comunidad de Mehuín en una escalada digna de los mejores tiempos de la dictadura Pinochetista. El 20 de Julio recién pasado, fuerzas especiales de Carabineros que obedecen las órdenes del Ministro del Interior Belisario Velazco Barahona invadieron la sencilla localidad costera y media hora después se interrumpió el servicio eléctrico para toda la población el que duró hasta las 14 horas del día siguiente sin que la transnacional de electricidad Saesa diera explicaciones de ningún tipo. Los dirigentes dijeron que el objetivo era neutralizar las comunicaciones entre los pescadores. Al calor de los acontecimientos, la organización estatal de asuntos indígenas CONADI citó a los directivos de las comunidades indígenas a la ciudad de Temuco, centro de convergencia de los mapuches de Arauco.

Durante la misma jornada se produjo un enfrentamiento entre los pescadores y la Armada Chilena a la altura de Pelluco, hecho que había ocurrido una vez anteriormente en Octubre de 1998. Tanto el gobierno como Celco sabían que la comunidad rechazaría la iniciativa de envenenar sus aguas y destruir su modo de vida. El rechazo era inminente, los pescadores y comuneros mapuches no dejarían -y así fue anunciado- que la industria hiciera estudios de impacto ambiental para hacer sus descargas. La empresa y sus “custodios” intentaron sorprenderlos con métodos propios de la inteligencia militar; se suspendieron los permisos para el zarpe y la programación de un curso de buceo. El mismo día llegó al sector de Piedra Amarilla la embarcación “Pangui”, resguardada por una patrullera de la Armada, con el equipo que realizaría los estudios de impacto ambiental. Todos estos hechos hechos no hacen más que recordar antiguas tácticas utilizadas por la inteligencia pinochetista que parecen aun estar en boga bajo el tan llamado “Gobierno Socialista” de la Presidenta Bachelet. Gobierno que no duda en utilizar métodos puestos de moda por una dictadura totalitaria y descarnada.


MARINEROS A SUS LANCHAS, QUE LLEGÓ LA HORA DE PELEAR

Esta es la consigna que inició el movimiento en la tranquila costa de la Mariquina, los dirigentes del Comité de Defensa del Mar coordinaban por radio, informándose minuto a minuto lo que ocurría. Otros pescadores combatientes se preparaban a recibir órdenes para abordar su lanchas; un tercer equipo proveía de combustibles y comida a aquéllos que se encontraban en el mar; las mujeres y los niños cumplen roles importantes en este conflicto, ellas preparan alimentos y los niños las ofician de mensajeros que recorren las casas de la caleta para informar a los coordinadores lo que está ocurriendo. Por tierra ocurre algo parecido, coordinado por los mapuches, quienes impiden el tránsito de todo vehículo sospechoso.

En tanto, el relacionador público de Celco, Ángelo Romano interviene a través de los medios de información oficialista enfatizando que la embarcación Pangui no era contratada por Celco para sólo cambiar su versión minutos después, debido a que es sabido que esa embarcación embistió contra los botes de los pescadores que se habían hecho a la mar para impedir las mediciones con el claro propósito de hacerlos zozobrar.

En los momentos en que se termina de escribir este artículo, los pescadores estaban a la espera de un nuevo intento de la planta de celulosa por realizar los señalados estudios de impacto ambiental. La información con que cuentan los integrantes del Comité de Defensa del Mar es que esta vez la empresa habría contratado un remolcador, el que contaría con la protección de dos lanchas patrulleras de la Armada.

“Hay una situación de alerta en la comunidad, a la espera de la vuelta de la embarcación. Esto es algo que hemos hecho público, los pescadores la van a esperar y si hay que salir, eso se va a hacer”, dijo un vocero del Comité.

Eliab Viguera, desde la zona costera, puso en duda las recientes declaraciones del gobernador de Valdivia, en relación a desconocer lo que ocurría con los operativos policiales en la localidad.
“Si el gobernador no los envía (a los buses de carabineros) y la Prefectura de Carabineros tampoco, ¿quién los envía?”, preguntó.

“Los pescadores tenemos derecho al trabajo sobre las 5 millas marinas y en ese ámbito la autoridad marítima no podrá detenernos en nuestras faenas. Es nuestra zona y en ella trabajamos y no permitiremos que un particular se venga a apropiar de algo que por ley es de los pescadores”, sentenció el vocero del comité.

No hay necesidad de analizar demasiado para darse cuenta del protectorado oficialista hacia CELCO, cuando son organizaciones del estado chileno quienes están resguardando la seguridad y los intereses del gigante de la celulosa. Un estado que no parece estar en lo más mínimo preocupado por el bienestar y la forma de vida de los ciudadanos que juró representar y proteger en la persona de una presidenta representante de un partido que se hace llamar “Socialista” y que utiliza los mismos métodos represivos y está preocupado de proteger los mismos intereses capitalistas que la odiada junta contra la cual una vez lucharon. ¿Ironía? ¿Coincidencia? La historia decidirá.