La catástrofe climática ya nos afecta a todos
Por Adán Salgado Andrade
Huichapan, Hidalgo. La catástrofe ambiental, provocada por la sobreproducción capitalista, que está depredando y contaminando aceleradamente al planeta, ya nos afecta a todos. Las largas sequías, las torrenciales lluvias, los intensos y destructivos huracanes, el derretimiento de los polos y glaciares, son algunos de los graves efectos que está provocando dicha catástrofe ambiental.
Ya muchas localidades costeras están siendo abandonadas permanentemente, tanto por las torrenciales lluvias, así como porque el nivel del mar se está elevando por los deshielos, como en Indonesia (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/la-elevacion-del-mar-ya-inundo.html).
Hace unas semanas, la localidad de Hunt, en Texas, Estados Unidos, fue arrasada por una tormenta que provocó una crecida del río Guadalupe que cruza a tal localidad, dejando al menos 120 fallecidos y decenas más de personas extraviadas. Fue una especie de DANA (la también catastrófica, mortal inundación que azotó a España en el 2024) de Texas. Lo peor es que tomó descuidados a los habitantes del sitio, pues como Trump, con su estúpido DOGE, recortó empleos al servicio meteorológico, no se les avisó con oportunidad y por eso hubo tantos fallecidos (ver: https://www.youtube.com/watch?v=jbfrxOUJywY).
Por el calentamiento anormal, la evaporación se incrementa y lluvias excesivas se tienden a concentrar en ciertos sitios. Y eso provoca que hasta en lugares muy secos, como desiertos, se den precipitaciones. Una reciente fue en el desierto del Sahara, en octubre del 2024, dejando “lagos azules en medio de palmas y dunas, nutriendo algunas de sus regiones más áridas y secas, con mucha más agua, que la que se había visto en décadas previas” (ver: https://www.aljazeera.com/gallery/2024/10/8/a-rare-rain-in-the-sahara-desert).
Y en estos meses, por ejemplo, casi todo México está afectado por inusuales, intensas lluvias, combinadas con huracanes y tormentas tropicales, que han ocasionado fuertes inundaciones y desbordamientos de ríos en muchos estados. En la alcaldía Magdalena Contreras, de la ciudad de México, hubo decenas de casas inundadas y vehículos arrastrados por una fuerte venida al crecer un río (ver: https://www.nmas.com.mx/foro-tv/programas/las-noticias-2100/videos/inundaciones-magdalena-contreras-dejaron-decenas-casas-afectadas-danos-materiales/).
Y muchos de nosotros estamos ya sufriendo las consecuencias de los eventos climáticos extremos, que cada vez son más frecuentes (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2021/09/los-impredecibles-y-cada-vez-mas.html).
Al momento de escribir estas líneas, me encuentro en Huichapan, Hidalgo, estado en donde mi madre, la maestra María Andrade Macuilxochitl (1928-1998), vio la luz. El estado de Hidalgo es muy variado climáticamente, yendo de zonas semiáridas, como la mencionada Huichapan, hasta la llamada Huasteca Hidalguense, cuyo clima es tropical, selvático, húmedo.
En Huichapan, en el 2008, adquirí una casa, con un crédito del FOVISSSTE (que son para lo único que alcanzan esos créditos, para adquirir casas de “fin de semana”, en provincia, las únicas accesibles con ese dinero. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2009/02/creditos-gubernamentales-para-vivienda.html).
Como señalé, el clima en Huichapan siempre ha sido seco y las lluvias son de escasas a moderadas, con un promedio de 437 milímetros, cuando las hay, pero en años recientes, se ha caracterizado el clima por largas sequías (ver: http://docencia.uaeh.edu.mx/estudios-pertinencia/docs/hidalgo-municipios/Huichapan-Enciclopedia-De-Los-Municipios.pdf).
Pero el 2025 ha sido un año bastante lluvioso, con tormentas atípicas que son ocasionadas por tanta evaporación, debido al citado calentamiento global.
Y nada menos que en Huichapan, sitio semiárido, en donde nunca se habían dado inundaciones, resulta que en la unidad en donde se ubica mi casa, ¡ya se dieron, y muy intensas!
La primera inundación tuvo lugar hace cuatro años, en el 2021, resultado de una combinación de insuficiente drenaje (estas unidades adolecen ese mal común, ¡estar muy mal construidas!) y una inusual tormenta.
Y en este año, se han dado tres inundaciones. Dos de ellas, alcanzaron mi casa, inundándola unos ocho centímetros (no tantos, si consideramos lo que ha sucedido en Chalco, por ejemplo, en el 2024, que alcanzaron más de un metro las aguas negras, dejando daños permanentes en cientos de viviendas. Eso también es consecuencia de construir en lugares inadecuados, pues Chalco se estableció en lo que era el lecho de un lago. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2025/01/muchas-tragedias-como-la-de-los-angeles.html).
El vecino que cuida mi casa (a cambio de una aportación mensual, por supuesto), me avisó de las dos veces que afectaron mi hogar las citadas inundaciones, así que, en cuanto pude, me trasladé hacia acá (por desgracia, mi vecino no hizo el esfuerzo adicional de abrir puertas y ventanas, así que encontré la casa en lamentable estado, con fuerte olor a humedad, paredes y puertas llenas de hongos, éstas últimas hinchadas y partes de la loseta levantadas).
Los vecinos, organizados y pidiendo cooperación, tuvieron la atinada idea de hacer una zanja con un trascabo que contrataron. Y a pesar de la oposición de mi vecino, el que cuida mi casa, fue una gran iniciativa, pues gracias a esa zanja, que se cavó longitudinal a la parte frontal de la unidad, la lluvia con granizada (¡con tamaños de granizo de DOS CENTÍMETROS), que presencié el viernes 18 del presente julio, fue “apocalíptica”, como podrán ver en las fotos que anexo.
A pesar de la zanja, el agua cubrió la banqueta exterior y la calle central de la unidad. Y de no haber sido por aquélla, de nuevo habría sufrido una tercera inundación mi casa.
Estoy seguro que las presentes precipitaciones han arrojado el agua equivalente a varios años de lluvias.
Por acuerdo de los vecinos, se está construyendo una rampa para que circule por debajo el agua de futuras lluvias atípicas (que seguramente se producirán, quizá cada cuatro años, tomando en cuenta las del 2021), completando así el canal-zanja que quedará permanentemente.
Y eso es una muestra que ante la irreversible adversidad climática, tendremos que irnos adaptando, pues no parece que haya voluntad global para disminuir o detener las emisiones de gases efecto invernadero, como el CO2, del que se producen 45,000 millones de toneladas por año, que se almacenan en la tropósfera y que actúan como la cubierta de un invernadero, que está calentando rápidamente al planeta.
Así que ya no es algo lejano para la mayoría de los habitantes del planeta, si no es que para todos, que los eventos climáticos extremos ya nos están afectando.
No queda más que aceptarlo, que ya nada será como antes y que de no adaptarnos, incluso, estaremos en riesgo de morir, como les ha sucedido a muchas personas, que quizá habrían deseado que todo se hubiera resuelto con sólo construir una zanja, ¿no creen?
Contacto: studillac@hotmail.com