De conductores y conversaciones

Posted by Adán Salgado Andrade on jueves, mayo 02, 2024

 

De conductores y conversaciones

Por Adán Salgado Andrade

 

Ya he comentado en otros artículos que si vemos a los conductores de las plataformas, como Didi o Uber, no como extensiones del auto, sino como personas y conversamos con ellos, aprendemos muchas cosas, pues cada plática que tenemos, con quien sea, nos enseña.

Por estos días que, por razones de salud, he estado usando a diario la plataforma Didi, he tenido pláticas de todo tipo, todas interesantes, por supuesto. Por ejemplo, han abundado los que están separados y que sus esposas les han “quitado todo”. “Es que anduve de cabrón”, han reconocido varios o “ella me puso los cuernos”, han sido los menos. O en lo que antes trabajaban, que tenían negocios de comida o trabajaban en editoriales – “pero por la pandemia y porque como ya nadie lee, cerró la editorial”, fue la razón que dio uno – o que eran contadores o que tenían alguna empresa de mantenimiento eléctrico a gimnasios o que eran taxistas – “pero las plataformas los mataron”, me dijo uno –… y todo lo que pasaron para llegar, finalmente, a conseguir un salario decente – “los primeros dos meses ¡nada más me quedaban cien pesos por día libres!... hasta que le agarré la onda”, confiesa uno, muy jovencito –… o que las esposas de algunos, trabajan, “porque no alcanza con esto”… y de los hijos que tienen – “tengo cuatro y el mayor de ocho años”, dijo con pesar otro – … y que unos comienzan a las cuatro de la mañana a trabajar, “para sacar mucho pasaje”… y de los lugares tan lejanos en donde viven y que aun así van a donde la plataforma los lleve, – “porque yo, salgo a trabajar, no a hacerme pendejo” –… y algunos agresivos, cuando uno les dice que “mejor váyase por esta calle”, y replican “¡o sigo el navegador o usted me dice!”… ¡ah, pero se persignan frente a las iglesias!, a lo mejor para que “diosito” les perdone su arrogancia…

De repente, alguna conversación sale algo de lo genérico, digamos, como la que referiré de Juan, quien también trabaja como enfermero en jornada “agrupada”, en el IMSS, en el hospital Siglo XXI, habiendo estudiado enfermería en la FES Zaragoza, pero que antes laboraba en Querétaro. “Hace como un año me transfirieron, pensé que como tenía poco trabajando, como medio año, no iban a querer, pero, por suerte, sí”. Concordamos en que es difícil estar lejos de la familia. “La verdad, sí”, dice.

Le pregunto que si en la jornada agrupada gana lo mismo que un enfermero que trabaje de lunes a viernes. “Sí, en el IMSS, la mera verdad, pagan bien. Me dan $7,500 pesos quincenales, pero como tengo un préstamo y una caja de ahorro, de mil pesos, me quedan seis mil pesos”. Nada mal, pienso, lo que un profesor de la UNAM, medianamente pagado, gana. Y si no les pagan tan mal, deberían de dar mejores servicios, considero.

El horario es desde las siete de la mañana del sábado, hasta los lunes, que sale a las ocho de la mañana. “Pero nada de dormirse, hay que estar a las vivas todo el tiempo.

Hace año y medio comenzó a manejar, y dice que le va muy bien. “Fíjese, un día un compañero que me dice que nos fuéramos a tomar, ya que habíamos salido el lunes, ¿no?, y que le digo que no, porque yo tenía que trabajar. Y que me pregunta que de qué trabajaba y ya que le digo que de chofer de Didi, y que me mira sorprendido y que me pregunta ‘¿Tan jodido estás?’, y que le digo que no, que era para sacar un extra, que echándole ganas, me sacaba dos, tres mil pesos libres a la semana, que no era porque estuviera jodido. Lo chistoso es que, luego, me preguntó que cómo se registraba, porque quería entrarle. ‘¿No que no?’, que le respondo, burlón… y ahora, también anda manejando y me presume que se sacó tanto”. En efecto, le digo que no es malo, que una vez, hasta una maestra de la FES Aragón, en donde trabajo, me tomó el viaje y me confesó, sin inmutarse que eso lo hacía para sacar un extra, pues su salario no le alcanzaba.

Dice Juan que les dan buenas prestaciones en el IMSS. “¡Nos dan noventa días de aguinaldo, fíjese!”. En su tercer año, le dieron sesenta mil pesos. “Y los préstamos, también son muy buenos. A mí, me prestaron, casi al año, doscientos ochenta mil pesos, cuando tenía un año y medio, y nada más me descuentan mil quinientos a la quincena. Es con lo que compré el carro… dan muchas facilidades”.

Hablamos de los camilleros, “ellos ganan menos que nosotros, siete mil quinientos, pero mensuales”. Nos rebasa una ambulancia. “Fíjese que eso, sí lo veo mal, porque, muchas veces, no llevan enfermo de traslado y sólo llevan prisa, porque tienen que estar a las tres, póngale, de La Raza, hasta la clínica de Polanco y por eso van así. “. Le digo que por eso causan muchos accidentes. “Le voy a contar una anécdota que le sucedió a un amigo camillero. Tenían que estar en La Raza, a las tres de la tarde, desde Querétaro y salieron ¡a las dos!, que porque estaban haciendo cosas. Entonces, el conductor, que también lo conocía, que le mete pata… ¡iba a ciento sesenta!... pues para no hacérsela larga, que chocan contra un tráiler… la ambulancia quedó destrozada… la paciente que llevaban, muy delicada, pues se murió… el chofer, se murió… mi amigo quedó con fractura de cráneo y de fémur… estuvo como un mes hospitalizado, pero la libró… la señora que iba acompañando a la enferma, también quedó muy grave… hasta donde supe, creo que también la libró. Por eso, sí me caen mal los de las ambulancias”.

Pues sólo confirma lo que muchos sabemos, que a veces no llevan enfermos, pero usan su investidura de carros de emergencia para abrirse paso, como seguramente han de hacer patrullas y otros autos oficiales equipados con sirenas.

Me dice que el IMSS trata de que vayan subiendo de escalafón. “Sí, yo quiero seguir estudiando, una especialidad, porque me ascienden a jefe de piso. Y ellos ganan treinta al mes, les sube bastante el salario… pero… pues a ver cuándo me decido, porque no es fácil. Como ya le hallé el modo aquí, luego saco hasta siete mil pesos a la semana”. En efecto, si la gente tiene un buen salario dedicándose a una actividad adicional, difícilmente la deja, más en estos complicados tiempos de crisis en que es buena una entrada extra. Dice que los que se dedican a Rayos X, como es muy arriesgada su actividad, les pagan más. “¿Cuánto?”, pregunto. “Siete mil ochocientos a la quincena”, responde. “No mucho”, comento. “Sí, bueno, lo que pasa es que la ventaja es que les dan más prestaciones, más vacaciones y otras cosas, por el riesgo”. Bueno, podrán estarse más días de vacaciones con las células afectadas por tanta radiación, pienso, irónico.

Dice que su esposa aprendió a poner uñas y pestañas postizas. “Y le va muy bien, se gana tres mil pesos en un fin de semana, porque las cobra a quinientos pesos cada una. Como tiene muchas amigas, por eso. Y como no tenemos hijos, pues la llevamos más tranquilos. Llego los lunes, me echo una siesta y me pongo a manejar… y así relax, ¿no?”.

Llegamos al destino, relajados…

Otra conversación fuera de lo común, fue la que tuve con Miguel, quien vive en Iztapalapa. Para abrir tema de plática, le pregunto si no han tenido escasez de agua. “No falta, pero llega muy amarilla”, responde. Y le pregunto sobre cómo estuvo la administración de Clara Brugada. “Fíjese que muy bien. Yo estuve trabajando con ella de supervisor. Me encargaba de que los equipos, que el de Parques, que el de Podas, que el de Negocios, que el de Vigilancia… trabajaran bien. Y eso lo instauró Clara, y funcionaba bien. Yo estuve cuatro años, desde que ella comenzó y renuncié porque ya, cuando se postuló para jefa de gobierno, quería que yo anduviera haciendo trabajo para el partido, que repartiendo volantes… y eso, la verdad, no me gusta…además de que me iban a pagar menos”.

Dice que ganaba siete mil quinientos pesos mensuales. “Fíjese que me iban a dar la mitad… no, les di las gracias, y mejor ya me dediqué a esto”.

Dice que sí logró que las avenidas principales estén muy iluminadas y más seguras, que sí mejoró mucho la seguridad, con los supervisores de equipos, como lo que él hacía. “Yo no sé porqué quitan cosas buenas, como ésas”. “¿No le han llamado otra vez?”, pregunto. “No, ya sabe que sólo a sus cuates, y aunque sean malos, pero los dejan”. Así es, pienso, por influyentismos, amiguismos y compadrazgos, tenemos a muchos ineptos, prepotentes y corruptos en los mandos superiores de las mafias en el poder.

Dice que cuando sorprendían a “chavos” tomando en la calle, que no los remitía, que nada más “les quitaba las chelas o lo que estuvieran tomando, y se los tiraba a la coladera. Y los chavos, ni de pedo la hacían, porque sabían que era cárcel. Quedaban bien agradecidos… ‘gracias jefe’, decían y se iban y no lo volvían a hacer, tomar en la vía pública. Yo, la otra vez que estaba haciendo talacha, que me compro tres micheladas. Cada una me costó ¡cien pesos! Y dije, no, pues, yo creo que sí me dolería que me las tiraran, ¿no?.

Una vez hasta droga tiró. “Y eso, ya era reclusorio. Pero les dije a mis compas, los polis, ‘no, déjenlos, nada más tírenlas’”. “¿Era mucha droga?”, pregunto. “Sí, una cangurera, bien llena, con un montón de sobres de cocaína. Los rompí y los tiré en el drenaje. Y los chavos, me dieron las gracias… sí, perdieron una lanota, pero se salvaron de ir al tambo”.

“Por eso me buscaban mucho los polis, para esos operativos. Y hasta me respetan porque yo no les pedía mordida o se las confiscaba. Me respetan. No que a otros, a los corruptos o a los que los remitían al tambo, se las tienen sentenciadas. Me decían Dracu. Así estoy en el Facebook, como Dracu”.

Y mientras me estuvo platicando (que se ve que tenía ansiedad por contar sus experiencias como supervisor), me presumía, digamos, con fotos de su celular, de cuando se hacían las reuniones, con Brugada y otros importantes funcionarios, quitando, por un momento, de la pantalla, al demandante navegador que le indica, mediante esa femenina, inevitable voz, por donde continuar.

Y también, el final del recorrido, interrumpió la conversación de Dracu que, se ve, se quedó con ganas de seguir alardeando (en buena onda, claro), de cuando trabajó con Brugada. “Sí, yo que trabajé con ella, le puedo decir que es buena”…   

Y así se han dado – y seguirán dándose, mientras siga en recuperación – las conversaciones y los conductores, algunos muy ansiosos de que los escuchen, de sus pasadas glorias, de sus fracasos matrimoniales, de sus enfermedades (diabetes, daños en la columna, mala circulación)… de que la gente ya no los vea como meras extensiones de sus Versas, Marchs, Ventos...

 

Contacto: studillac@hotmail.com  

 

 

 

La destrucción ambiental empobrecerá todavía más a los países precarios

Posted by Adán Salgado Andrade on sábado, abril 27, 2024

 

La destrucción ambiental empobrecerá todavía más a los países precarios

Por Adán Salgado Andrade

 

La emergencia climática que estamos viviendo, está caracterizada por altas temperaturas, sequías, megahuracanes, megatornados, megaincendios forestales, acelerado derretimiento de los glaciares y los polos, calentamiento de los océanos y la consecuente acidificación, pandemias (por la propagación de gérmenes, gracias a climas cálidos en ya casi todo el planeta), ciudades cada vez más calientes (por el efecto “isla de calor”)… más otros efectos aún sin determinar (por ejemplo, la Antártica se está derritiendo más rápido de lo que se pensaba, incluso alcanzando temperaturas de 38º C. ¡Inaudito, en una zona que siempre había tenido temperaturas bajo cero! Ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/06/simply-mind-boggling-world-record-temperature-jump-in-antarctic-raises-fears-of-catastrophe).

Evidentemente que la emergencia climática va a ir disminuyendo el bienestar de la población mundial, lo que afectará más a los pobres. Sólo piensen en los daños que ocasiona una inundación. Si para los estratos medios son costosos, pues sus casas se dañan parcial o totalmente, ahora imaginen cómo les va a los pobres. Los que viven en las costas, ven perder a sus, de por sí, precarias casas por la elevación del mar, como ya sucede en Timbulsloko y Mondoliko, dos poblados indonesios costeros inundados ya permanentemente (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/10/la-elevacion-del-mar-ya-inundo.html).

Las sequías, en las regiones agrícolas, impiden las siembras o la crianza de animales, pues habrá menos alimentos y menos textiles (algodón o lino, por ejemplo). Conozco de cerca el caso de una familia de campesinos que viven en Nopala, poblado perteneciente al estado de Hidalgo, de la parte seca. Sus tierras son de temporal. El 2023, fue el segundo año en que no obtuvieron cosecha del maíz que sembraron desde abril, gastando en el arado de las tierras ($1,500 pesos por hectárea y preparan dos), las semillas, los abonos… unos $8,000 pesos, pero por la sequía, las matas de esa planta, que requiere mucha agua, no se dieron y apenas crecieron unos 40 centímetros, que sólo sirvieron como zacate para alimentar a tres caballos que tienen. “Ya mejor pensamos en venderlos, porque está recaro el alimento”, me platicó don Delfino, con pesar, pues el que no se les haya dado el maíz, en efecto, los empobrece, pues deben de comprarlo, tanto para la alimentación de ellos, así como para sus gallinas y caballos (cuando logran cosecharlo, hasta venden la mitad de lo obtenido). Con trabajos se les dio el frijol, “porque usa menos agua” (por cierto que don Delfino, un hombre todavía fuerte a sus 79 años, me enteré de que hace poco sufrió una embolia, lo que agudizará las condiciones de pobreza en las que viven su esposa, su hijo y él, pues hasta que se reponga, no podrá trabajar sus parcelas o vendiendo el pulque que extrae de sus magueyes y las paletas de hielo, que le surte una paletería, las que vende frente a la escuela del lugar: Ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2023/01/el-duro-trabajo-en-el-campo-revisitado.html).

Pero además de las consecuencias materiales señaladas, las enfermedades que irá ocasionando un medio ambiente más contaminado y depredado, también tendrán sus costos y empobrecerán a las personas y a los países por los gastos, tanto privados (lo que la gente gaste en las curas) o los públicos (por los sistemas de salud gubernamentales, la mayoría, deficientes y que lo serán aún más por el agravamiento de la contaminación ambiental). Por ejemplo, un estudio señala que en Estados Unidos, uno de cada tres ciudadanos vive en zonas muy contaminadas, con mala calidad del aire, porque hay industrias cercanas, avenidas de mucho tránsito vehicular, megaincendios forestales… que producen partículas suspendidas, gases, ozono y otros contaminantes. Se han incrementado enfermedades pulmonares como el asma, cardiacas, digestivas y crónico-degenerativas (ver: https://www.wired.com/story/one-in-three-americans-live-in-areas-with-dangerous-air-pollution/).

Si ese tipo de estudios se hicieran en México, en las ciudades, como la de México, seguramente mostrarían la precaria salud de las personas que vivimos a un lado de transitadas y congestionadas avenidas, como la Ignacio Zaragoza, por tantos escapes de autos y súper contaminantes camiones de carga de todo tipo.

El artículo de The Guardian, titulado “Crisis climática: el ingreso promedio mundial disminuirá una quinta parte para el año 2050”, firmado por Jonathan Watts, expone esa situación, agregando como subtítulo que “el costo del daño ambiental será seis veces mayor que lo que costaría limitar el calentamiento global a 2º C, de acuerdo con un estudio” (ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/17/climate-crisis-average-world-incomes-to-drop-by-nearly-a-fifth-by-2050).

Abre el artículo una foto de lo que fuera un pequeño lago, con tan sólo un pequeño charco de agua verdosa, seguramente ocasionado por escasas lluvias, en medio de seca, agrietada tierra, por años de no llover. Un hombre que camina por el sitio, se cubre la cabeza del intenso sol con una cubeta plástica blanca. Ha de ir por agua. El lugar está en Vietnam. Fue captada la imagen en marzo del 2024, que se considera ya como el mes más caliente que el planeta ha tenido en años (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/04/marzo-del-2024-el-mas-caliente-de-todos.html).

Watts señala que el estudio indica que en los próximos “26 años, el ingreso global promedio, disminuirá un quinto, de no hacerse nada por evitar un calentamiento mayor a 2º C. Crecientes temperaturas, más lluvia y más eventos climáticos extremos, ocasionarán $38 billones (38,000,000,000,000) de dólares en destrucción cada año para el 2050, de acuerdo con la investigación, de las más completas realizadas hasta el momento”

En efecto, nada más consideren todos los daños que dejó el huracán Otis, de categoría cinco, en Acapulco, que dañó al 80 por ciento de sus hoteles, al 95 por ciento de sus negocios, dejó 100 fallecidos, 26 desaparecidos y 250,000 damnificados, cortó la luz, el agua, el drenaje… y todavía no se repone del todo (ver: https://apnews.com/article/hurricane-otis-devastation-acapulco-tourism-03fd6290516f239a4825e257dad3091a).

Se calculan en unos $15,000 millones de dólares los daños totales ocasionados por ese monstruo, que un océano Pacífico cada vez más caliente formó y alimento (ver: https://www.theguardian.com/world/2023/oct/30/acapulco-mexico-hurricane-otis-death-toll-damage).

De hecho, como cada vez son más intensos los huracanes, científicos sugieren que ya hay que agregar la categoría seis de intensidad (ver: https://www.theguardian.com/world/2024/feb/05/hurricanes-becoming-so-strong-that-new-category-needed-study-says).

Y sirva el caso de Acapulco, también, para ilustrar que eso, sumirá más en la pobreza a las personas que vivían en condiciones precarias que, con esfuerzos de años, pudieron construir sus viviendas y que, repentinamente, fueron total o parcialmente destruidas. Si sus ingresos antes del huracán apenas les alcanzaban para vivir, ahora, tendrán que usar una parte para reconstruir lo que quedó. Es decir, se empobrecerán más, bajará el, digamos, “bienestar” que tenían antes de Otis y, en la mayoría de los casos, estarán peor que antes en adelante. Los hoteleros afectados, finalmente, tienen ingresos o seguros o hasta ayuda gubernamental (pues representan a la industria turística, vital para esa ciudad) y se irán recuperando. Pero al igual que los ciudadanos, muchos quizá no lleguen a los niveles de bienestar de antes de Otis. No se empobrecerán, claro, pero es como si les bajaran el sueldo (los ricos del mundo, experimentan fluctuaciones en sus fortunas: a veces suben, pero muchas más, bajan, estrepitosamente).

Y el deterioro ambiental sigue siendo por las excesivas emisiones de CO2, metano, monóxido de carbono, y otros contaminantes que el indiscriminado empleo de combustibles fósiles ha dejado.

No será el mismo impacto, pues los países ricos, serán los menos afectados. “En Estados Unidos y Europa, la disminución del ingreso será de 11 por ciento, en promedio, en tanto que en África y Asia, será del 22 por ciento”.

Como señalé, los países pobres (y los pobres viviendo allí), serán los más afectados. Y eso que son los que menos contaminan. África, en conjunto, apenas lo hace con el 4 por ciento de las emisiones globales, pero es el continente más afectado por el calentamiento global (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2022/03/africa-la-que-mas-sufre-los-embates-del.html).

Leonie Wenz, científico del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, de Alemania, citado por Watts, coautor del estudio, dice sentirse “devastado, no pensé que los impactos serían tan severos. Y si no hacemos nada, para la segunda mitad del presente siglo, será peor, disminuyendo hasta en un 60 por ciento el ingreso mundial promedio”.

Pero insiste Wenz que si no pasamos de los 2º C de calentamiento, la disminución del ingreso, podría estabilizarse en 20 por ciento.

Pero como señalé, los países ricos, como Estados Unidos, EU, de los que más ha contaminado por décadas, sufrirán menos, señala el estudio: Alemania, -11 por ciento, Francia, -13 por ciento, EU, -11 por ciento, Inglaterra, -7 por ciento. “Los más afectados serán países que ya sufren muy altas temperaturas, como Botsuana, -25 por ciento, Mali, -25 por ciento, Irak, -30 por ciento, Qatar, -31 por ciento, Pakistán, -26 por ciento y Brasil, -21 por ciento”.

Se entiende que Qatar o Irak, regiones desérticas, bajen más sus ingresos, pero que Brasil, un país que posee una gran selva, la del Amazonas (que a pesar de tanta deforestación, incendios forestales provocados, sequías, sigue siendo un importante productor de oxígeno y absorbente de CO2), y tantos otros recursos naturales (lo que se denomina biocapacidad) baje a -21 por ciento sus ingresos, da idea de la devastación que se está dando de dichos recursos.

Maximilian Kotz, otro autor del estudio dice que esa reducción de ingresos se debe a rendimientos agrícolas, productividad laboral e infraestructura, “pues un clima más caliente afectará todo eso”.

Ya lo señalé, con el ejemplo de don Delfino, que por la sequía, se están haciendo más pobres su familia y él. Y en efecto, bajará la productividad pues obreros que trabajen en fábricas muy calientes, disminuirán su rendimiento. Y la infraestructura se dañará con más frecuencia por sequías, tornados, huracanes o inundaciones extremas.

“Pero a pesar de los resultados tan preocupantes del estudio, los autores reconocen que son conservadores, pues no tomaron en cuenta otros factores, como olas de calor, elevación del nivel del mar, ciclones, extremos climáticos y daños a ecosistemas o a la salud humana. Todo esto se agregará en futuros modelos”.

Lo señalo antes, que la afectación a la salud implicará severos gastos. O lo que sucedió en Acapulco y en otros sitios del mundo afectados severamente por huracanes, seguramente disminuirán aún más el ingreso promedio global.

Y eso también incidirá en un incremento de la delincuencia mundial, que no señala el estudio, pues a mayor pobreza, mayor violencia, porque los pobres verán cómo sobrevivir en un mundo más caótico y más caliente.

Porque no parece que se hagan verdaderos esfuerzos por disminuir la contaminación y que el calentamiento no supere los 2º C. A pesar de que China acordó disminuir su uso del contaminante carbón, ha abierto más carboeléctricas (ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/11/worlds-coal-power-capacity-rises-despite-climate-warnings).

Sesenta mezquinas corporaciones, Coca-Cola ente ellas, son responsables de la mitad de la polución mundial de contaminantes plásticos, y no hacen nada por disminuirla (ver: https://www.theguardian.com/environment/2024/apr/24/survey-finds-that-60-firms-are-responsible-for-half-of-worlds-plastic-pollution).

Los plásticos y microplásticos ya están en todos lados, hasta en sitios prístinos, como las nieves del Everest (ver: http://adansalgadoandrade.blogspot.com/2020/06/los-contaminantes-microplasticos-ya.html).

De seguir produciendo plástico, como lo estamos haciendo, la contaminación provocada por fabricar tanto, se triplicaría y equivaldría a un quinto de las emisiones totales de CO2 para el 2050 (ver: https://www.theguardian.com/us-news/2024/apr/18/plastic-production-emission-climate-crisis).

Y, como buena parte llega al mar, unos 80 millones de toneladas cada año, también para el 2050, habrá más plásticos en los océanos que vida marina. Los pescadores empobrecerán totalmente, pues ya no habrá peces (ver: https://www.theguardian.com/business/2016/jan/19/more-plastic-than-fish-in-the-sea-by-2050-warns-ellen-macarthur).

Aun así, a pesar de que nos ahoga tanto plástico, en la reciente reunión que se llevó a cabo en Ottawa, Canadá, para regular la producción de plásticos, fueron más los cabilderos, que representaban a industrias, a favor de que la producción de plásticos siga casi intacta, que científicos, buscando que se le limite drásticamente. O sea, pesan más los intereses corporativos que la salud planetaria y social.

“La gente va a tener que adaptarse rápidamente, sobre todo, los pobres, para lo que se viene en el 2050”, señala Wenz. Claro, se dice fácil para la gente como él, con todo respeto, que viven en países ricos que, en todo caso, incrementarán el empleo de aire acondicionado, si hace mucho calor (aunque el aire acondicionado produce más calor, agravando el calentamiento global. Ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2019/09/el-fresco-aire-acondicionado-agrava-el.html).

Pero, en efecto, en países como Burkina Faso, el Arquitecto burkinés Diébédo Francis Kéré (1965), ha logrado, con materiales locales y sus diseños vanguardistas, construir escuelas e internados que se mantienen frescos, aun con temperaturas de 40º C, sin necesidad de aire acondicionado (ver: https://adansalgadoandrade.blogspot.com/2024/03/en-burkina-faso-mantienen-frescas.html).

Fuera de esas adaptaciones, ¿qué otras podrían darse entre los pobres?, ¿que dejen de comer?

Seguramente.

 

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