Grecia - Seguimos teniendo por delante la crisis político-económica

Posted by Correo Semanal on domingo, junio 12, 2016


Antonis Ntavanellos
A l´encontre
Traducción de Faustino Eguberri – Viento Sur

El conjunto de los llamados “radicales de izquierda” -es decir, los electos de Syriza- han votado el 22 de mayo de 2016 en el Parlamento, un paquete de leyes (unas 7 000 páginas) de carácter thatcheriano exigidas por los acreedores. En ese ambiente se ha adoptado la puesta en pie de un “mecanismo automático de corrección presupuestaria”, bautizado Koftis (pinza cortante). Ha sido introducido por medio de una enmienda al proyecto de ley. Se desencadenará cada año, hasta 2018, si en primavera se constatan desviaciones presupuestarias y el ministro de Finanzas no toma la iniciativa de recortes precisos. La adopción por 153 votos de este “omnibus bill” (ley general, ndt) respondía al ritmo impuesto por el Eurogrupo que se reunía el 24 de mayo (ver http://www.vientosur.info/spip.php?article11342). Vasiliki Katrivanou -diputada de Syriza desde el 20 de abril de 2015 y miembro de la comisión de migraciones- ha dimitido del Parlamento tras haber votado a favor del “omnibus bill” pero contra el fondo de privatización y las medidas automáticas planteadas por el FMI. La dirección de Syriza ejerce una presión enorme sobre los diputados para que, en caso de oposición, dimitan y dejen su sitio a los siguientes. En este caso, Giorgios Kyritsis ha ocupado el escaño de Vasiliki Katrivanou. Hay que subrayar que la adopción del Koftis reafirma el poder superior de instancias transnacionales que imponen las decisiones llamadas neoliberales, poder superior al Gobierno nacional, al Parlamento y a toda institución que podría, directa o indirectamente, ser influenciada por la voluntad popular.
Pero, ¿qué ha ocurrido en el Parlamento estos últimos días? Precisamente lo que había proclamado el FMI, por la voz de Poul Thomsen, y que había sido revelado por Wikileaks /1. Los acreedores, el FMI, así como las instancias de la UE han llevado a Tsipras a los límites de una nueva crisis financiera (fin de plazo de los pagos en julio). Y, a partir de ahí, Tsipras ha firmado dócilmente las medidas brutales que le han sido presentadas.
Lo que el gobierno ha obtenido por este procedimiento vergonzoso es la terminación acelerada de la evaluación de los diversos compromisos “adoptados” por el gobierno griego, lo que debía permitir la entrega, por franjas, de una suma de 5 400 millones de euros y de responder así a los plazos de julio (lo esencial de los 5 400 millones de euros vuelve al BCE y sirve para pagar algunas deudas del gobierno a empresas privadas). Esto es lo que Tsipras ha presentado como una “salida de la tempestad”. Pero esta salida será seguida por la “tempestad” siguiente, es decir la segunda evaluación que comenzará en septiembre-octubre de 2016.
Sin embargo, lo que Tsipras ha cedido es de una importancia capital para la vida de los y las asalariadas y de las clases populares: 1º Una reforma del sistema de la seguridad social que incluso el diario británico The Guardian, que se sitúa en el centro izquierda, la ha calificado como la contrarreforma neoliberal de la seguridad social más brutal aplicada en Europa hasta hoy. 2º Un verdadero “tsunami” de impuestos, siendo los más socialmente marcados de ellos el ENFIA (impueso inmobiliario que afecta a los pequeños propietarios de viviendas) y el IVA “turbo”, que pasa al 24% desde el 1 de junio; esto equivale a un robo fiscal de las rentas de los trabajadores y del ahorro popular. 3º Un programa de privatizaciones tan amplio -que está integrado en el sistema Koftis en la medida en que sus resultados forman parte del cálculo del excedente presupuestario- que haría enrojecerse incluso a Thatcher.
La deuda
La hoja de parra que sirve para ocultar esta derrota está representada por las promesas sobre la deuda. En estos momentos, no tenemos conocimiento del compromiso exacto entre el FMI y el Eurogrupo. Sin embargo, el sentido general de su discusión es bien conocido: rechazan toda eventualidad de supresión de la deuda y organizan simplemente la prolongación de los plazos de reembolso, un alivio de las tasas de interés y quizá un pequeño período de gracia. Se trata de una organización del ordeño que permita sencillamente la supervivencia de la “vaca”. Los acreedores quieren coger cuanto más mejor. Por esta razón estos arreglos de la deuda no van a funcionar en favor del gobierno, que va a tomar rápidamente conciencia de que esta solución -que él mismo ha reclamado- no es más que un salto en el vacío…
El acuerdo prevé un “excedente” (excedente presupuestario antes del pago del servicio de la deuda) del 0,5% para 2016, 1,75% para 2017 y finalmente un 3,5% para el decenio de los 2016 hasta … 2028. Se trata aquí de logros que ninguna economía en el mundo puede alcanzar, al menos en las condiciones actuales. Una vez más, las “eminencias” en el terreno de la economía que rodean a Alexis Tsipras juegan a los dados y apuestan el futuro de los trabajadores y de las clases populares sobre la estimación de que el capitalismo transnacional va a salir rápidamente de la crisis y que va a seguir un período de fuerte “crecimiento”. Salvo que todos los economistas serios prevén la prolongación de la crisis y más probablemente su agravación. En este caso, lo que va a seguir en Grecia no será un nuevo “ciclo de prosperidad” del capitalismo, sino el encierro en lo que ha sido calificado como “permaquiebra”.
Entonces activarán el Koftis. Se producirán medidas adicionales de austeridad draconiana, reducciones automáticas de las jubilaciones y de los salarios, reducción de los gastos sociales, que han sido votadas de hecho en el Parlamento el domingo 22 de mayo.
Estas negras perspectivas, económicas y sociales, van a tener necesariamente consecuencias políticas de gran trascendencia. Nadie tiene derecho a hacerse ilusiones: la crisis económica se encuentra aún ante nosotros y no detrás.
Perspectivas políticas
El día siguiente de la votación en el Parlamento, Dimitrios Papadimoulis, eurodiputado de Syriza, declaraba que la remodelación ministerial era ya una necesidad. En efecto, la remodelación será un primer pasito en el largo camino que conduce a un amplio cambio de la configuración gubernamental. Un camino que se ha vuelto necesario (e inevitable) a causa del contenido verdadero de la política sancionada por los diputados de Syriza-ANEL (Griegos independientes).
Pero, ¿en qué dirección va ese camino? Para responder a esta pregunta no habría que subestimar la participación de Alexis Tsipras en el congreso de la socialdemocracia europea. Tras la adopción del nuevo supermemorándum, la dirección de Syriza no tiene más que dos opciones estratégicas. 1º Esperar su propia caída como un “fruto maduro” y transmitir el poder gubernamental, sin más complicaciones, al jefe -cualquiera que sea- de Nueva Democracia. 2º Reconocer que la solución política del 20 de septiembre de 2015 (segundo gobierno Syriza) está ya muerta y operar una tentativa de “remodelación” de las fuerzas políticas actuales haciendo la apuesta de que la dirección de Syriza podría reproducirse como líder de un “campo” ampliado que comprendería al PASOK, el centro y, por qué no, una fracción de Nueva Democracia…
Estas preocupaciones atraviesan igualmente a Nueva Democracia. Así, la intervención del ex-primer ministro Antonis Samaras ha indicado a Kyriakos Mitsotakis -actual líder de Nueva Democracia- que votara contra el Koftis ¡haciendo uso de una retórica de tonalidad de soberanía nacional! Luego, los “karamanlistas” (los partidarios de Kostas Karamanlis, otro ala de Nueva Democracia), incluso si han aplicado la línea de ND de oponerse al conjunto de las medidas, han expresado su descontento frente a las propuestas de Mitsotakis. Las diferencias en el seno de la ND eran abiertas y públicas, incluso expresadas en la TV por la hermana de Kyriakos Mitsotakis, Dora Bakoyannis. Kyriakos Mitsotakis, elegido líder de ND, y presentado como un dirigente de estatura histórica, parece hoy cada vez más un cometa de la política.
En estos momentos, el problema crucial es que son muchos los activistas y los miembros de la izquierda que han perdido fuelle. La capitulación sin condiciones de Tsipras frente al Capital y frente a los acreedores ha provocado desaliento. Pero deberíamos tener presente una visión de conjunto de la situación: la ruptura entre los memorandistas y los antimemorandistas sigue ahí. Ha impactado ya a mucha gente, y va a seguir haciéndolo. La crisis económica y política, con episodios nuevos y cruciales, así como con diferentes “fases”, se encuentra por delante de nosotros y no detrás. Desde el punto de vista de los asalariados y de las clases populares, frente a una situación tan grave, no hay más que una sola forma de reaccionar: sostener sistemáticamente y organizar las luchas, y emprender un esfuerzo político a fin de reunir prácticamente a las fuerzas de la izquierda radical, antimemorandistas y anticapitalistas.

Nota de la Redacción de A l´encontre
1/ El 19 de marzo tuvo lugar una conversación telefónica entre Poul Thomsen, director para Europa del FMI, Dalia Velculescu, jefa de la misión del FMI en Grecia, y la funcionaria del FMI Iva Petrova. Esta conversación revelaba simplemente que, para asegurarse el acuerdo del gobierno griego en los tiempos queridos, podría ser bienvenido un “incidente de crédito” (retraso del reembolso a un plazo dado).