Los hechos de la revolución cubana deben ser parte del análisis de la izquierda sobre las condiciones existentes hoy para el socialismo
Rómulo Pardo Silva
Cuba
fue un modelo en el siglo 20. Ahora hace reformas y debe ser una referencia
sobre la situación mundial actual para hacer socialismo.
Si
la Isla Heroica reconfigura su socialismo por las condiciones globales e
internas que la rodean algo debería decir a la izquierda del resto de
Latinoamérica, y el mundo, que quiere empezar la revolución en países
capitalistas con la desventaja de no haber gobernado medio siglo y realizado
una convivencia política, ideológica, material de futuro. Solo su proceso puede
tener como basamento popular éxitos en salud, educación, seguridad, solidaridad
internacional, cultura, que superan a la mayoría de los países.
En
el Informe Central al VII Congreso del Partido Comunista Cuba Raúl Castro
expone la política de cambios de la revolución para superar sus problemas. (*)
El obstáculo fundamental que hemos
enfrentado, tal y como previmos, es el lastre de una mentalidad obsoleta, que
conforma una actitud de inercia o de ausencia de confianza en el futuro. No han
faltado, como era lógico esperar, sentimientos de nostalgia hacia otros
mo¬mentos menos complejos del proceso revolucionario, cuando existían la Unión
Soviética y el campo socialista. En el otro extremo han estado presentes
aspiraciones enmascaradas de restauración del capitalismo como solución a
nuestros problemas.
En Cuba tenemos un Partido único, y a
mucha honra, que representa y garantiza la unidad de la nación cubana, arma
estratégica principal con que hemos contado para edificar la obra de la
Revo¬lución y defenderla de todo tipo de amenazas y agresiones. Por ello, no es
nada casual que se nos ataque y exija, desde casi todas partes del planeta para
debilitarnos, que nos dividamos en varios partidos en nombre de la sacrosanta
democracia burguesa. Son conceptos que no deben prestarse a la confusión, ni
hoy ni nunca. Si lograran algún día fragmentarnos, sería el comienzo del fin,
¡no olviden nunca esto!, si lograran algún día fragmentarnos sería el comienzo
del fin en nuestra patria, de la Revolución, el socialismo y la independencia
nacional, forjados con la resistencia y el sacrificio de varias generaciones de
cubanos des¬de 1868.
Sabemos que el Partido y la
Re¬vo¬lución cuentan con el apoyo mayoritario del pueblo, es un hecho que nadie
puede negar, no obstante, no ignoramos que en determinados sectores de la
población existen manifestaciones de falta de compromiso y desinterés por los
asuntos de la vida política y que se mantienen opiniones negativas sobre la
ejemplaridad de algunos militantes y cuadros, así como su desvinculación de
nuestro pueblo.
Se ha verificado en el período más
reciente un crecimiento de las acciones enfiladas a fomentar valores de la
sociedad de consumo; la división, la apatía, el desaliento, el desarraigo y la
falta de confianza en la dirección de la Revolución y el Partido, sembrando una
matriz de opinión que trata de mostrarnos como una sociedad sin futuro.
La influencia en nuestra realidad de
las complejidades del mundo en que vivimos, la política de hostilidad y acoso,
las acciones dirigidas a introducir plataformas de pensamiento neoliberal y de
restauración capitalista apoyadas por una perversa estrategia de subversión
político-ideológica que atenta contra las esencias mismas de la Revolución y la
cultura cubana, la historia y los valores que en ella se han forjado, la
innegable existencia de problemas acumulados en la sociedad, a lo que se suma
el propio proceso de implementación de los Li¬neamientos y los profundos
cambios en que nos encontramos inmersos, así como el nuevo escenario en las relaciones
entre Cuba y los Estados Unidos, son hechos que imponen elevados desafíos al
trabajo ideológico. Esos programas van dirigidos hacia los sectores que el
enemigo identifica como los más vulnerables y abarca a los jóvenes, la
intelectualidad, los trabajadores.
[…] ha disminuido la militancia de
nuestro Partido, lo que está influenciado por la negativa dinámica demográfica
que afrontamos, el efecto de una política restrictiva de crecimiento desde el
año 2004 y las insuficiencias propias en el trabajo de captación, retención y
motivación del potencial de militantes. Cierto es también que en los últimos
años se ha logrado frenar esta tendencia.
El reconocimiento de la existencia de
la propiedad privada ha generado in¬quietudes honestas de no pocos de los participantes
en las discusiones previas al Congreso, quienes expresaron preocupaciones de
que al hacerlo estaríamos dando los primeros pasos hacia la restauración del
capitalismo en Cuba. En mi condición de Primer Secretario del Comité Central
del Partido estoy en el deber de aseverar que ese no es, en lo más mínimo, el
propósito de esta idea conceptual.
Se trata precisamente, compañeras y
compañeros, de llamar a las cosas por su nombre y no refugiarnos en ilógicos
eufemismos para esconder la realidad. El incremento del trabajo por cuenta
propia y la autorización de la contratación de fuerza de trabajo ha conllevado
en la práctica a la existencia de medianas, pequeñas y microempresas privadas
que hoy funcionan sin la debida personalidad jurídica y se rigen ante la ley
por un marco regulatorio diseñado para las personas naturales dedicadas a
pequeños negocios que se realizan por el trabajador y su familia.
La introducción de las reglas de la
oferta y la demanda no está reñida con el principio de la planificación. Ambos
conceptos pueden convivir y complementarse en beneficio del país, como se ha
demostrado exitosamente en los procesos de reforma en China y de renovación en
Vietnam, como ellos lo califican. No¬sotros le hemos llamado actualización
porque no vamos a cambiar el objetivo fundamental de la Revolución.
Sin menospreciar en lo más mínimo el
obstáculo que en este sentido significa el bloqueo norteamericano y su
aplicación extraterritorial, se requiere dejar atrás prejuicios arcaicos
respecto a la inversión extranjera y avanzar resueltamente en la preparación,
diseño y concreción de nuevos negocios.
Se constituyó la Zona Especial de
De¬sa¬rrollo del Mariel con ventajas adicionales para la atracción de
inversionistas nacionales y foráneos, y se aseguró el marco jurídico y la
infraestructura necesaria para su asentamiento y despliegue productivo con el
objetivo de generar exportaciones, promover la sustitución de importaciones,
propiciar la transferencia de tecnologías y habilidades gerenciales de los cuales
apenas sabemos nada, generar fuentes de empleo y de financiamiento de largo
plazo y conformar la logística que facilite alcanzar altos niveles de
eficiencia.
El programa de inversiones hoteleras
en los principales destinos del país marcha a buen ritmo y se retoma la
construcción de emblemáticos hoteles de lujo en la capital para enfrentar el
déficit habitacional existente. Cada hotel que se inaugura es una fábrica más
que ge¬nera dentro de nuestras fronteras ingresos de exportación muy necesarios
para el país.
Por otra parte, se viene introduciendo
un conjunto de medidas diseñadas para eliminar trabas que desestimulaban a las
diferentes formas productivas de nuestra agricultura, pero no han madurado y el
ritmo de crecimiento de la producción agropecuaria todavía no es suficiente,
mientras que, como media, cada año el país debió dedicar alrededor de 2 mil
millones de dólares a la importación de alimentos, la mitad de los cuales
podemos producir en Cuba y hasta exportar los excedentes.
Ha proseguido la ampliación del sector
no estatal de la economía, en tanto el empleo estatal se reduce del 81,2% en el
2010 a 70,8 en el 2015. Algo más de medio millón de cubanos están registrados
como trabajadores por cuenta propia, prestan servicios y generan producciones
muy necesarias. Se va conformando una atmósfera que no discrimina ni
estigmatiza el trabajo por cuenta propia debidamente autorizado; sin embargo se
han presentado manifestaciones de corrupción e ilegalidades, ante las cuales el
enfrentamiento ha resultado, una vez más, insuficiente y tardío, como es el
caso por ejemplo de conductas evasoras del pago de tributos y el ejercicio
ilegal de actividades no permitidas.
Debe tenerse muy en cuenta que en la
propia medida en que se avance en la implementación del nuevo modelo, se irá
configurando un escenario distinto para la organización partidista,
caracterizado por la creciente heterogeneidad de los sectores y grupos en
nuestra sociedad, que se origina en la diferenciación de sus ingresos. Todo
ello impone el reto de preservar y fortalecer la unidad nacional en
circunstancias distintas a las que nos habituamos en etapas anteriores.
El destino de las inversiones se ha
modificado sustancialmente, si hace 5 años la esfera productiva y las
infraestructuras recibían el 45% de ellas, en el 2015 acumularon el 70%.
Asimismo, en el proceso inversionista se ha incrementado el rigor y el control
en el cumplimiento de los planes y en sentido general mejoraron sus
indicadores, a pesar de que se mantienen no pocas tensiones en los suministros
y el aseguramiento de fuerza de trabajo debidamente calificada y mo¬tivada, al
tiempo que subsiste la improvisación, superficialidad y falta de integralidad a
causa de una incorrecta preparación de las obras, lo que conduce a dilatados
plazos de ejecución y afectaciones en la calidad de las terminaciones.
En el propósito de fortalecer el papel
de la empresa estatal socialista y su autonomía, se ha avanzado en la
separación de las funciones estatales de las empresariales, modificándose de
manera paulatina las relaciones de los organismos del Gobierno con las
empresas, cuyos directivos cuentan hoy con mayores facultades para su gestión.
No obstante, este es un trayecto que
no se recorre en un día, semanas o me¬ses, sino que madurará a mediano y lar¬go
plazos en la medida en que se consoliden las condiciones organizativas, la
capacitación de los cuadros y se supere el hábito de esperar por instrucciones
des¬de arriba para actuar en el marco de fa¬cultades ya otorgadas, en lugar de
promover la iniciativa y el espíritu emprendedor.
Tal y como se expresa en las conclusiones
del proyecto de informe sobre los resultados de la implementación de los
Lineamientos, han existido insuficiencias y deficiencias por parte de los
organismos y entidades, incluyendo la propia Comisión Permanente para la
Im¬ple¬mentación y Desarrollo, ocasionando dilaciones en la aplicación de
algunas medidas, la conformación de propuestas que adolecían de falta de
integralidad o con una visión limitada, fundamentalmente en lo referido a la
valoración de los niveles de riesgo y en la apreciación correcta de los costos
y beneficios de determinadas medidas.
También se manifestaron problemas en
la conducción y control de las políticas aprobadas y en la divulgación y
capacitación a los diferentes niveles de dirección. Sobre todo en este último
aspecto de la capacitación de los diferentes niveles de dirección hubo quien se
creyó que elaborando un papel y mandándolo de un extremo al otro del país y
pidiendo que se lo estudiaran los cuadros ya se resolvía el problema, y cuando
fuimos a ver cada uno aplicó la medida a su manera; así sucedió con la
Resolución 17 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en un tema tan
importante como ese, sobre el cual haré una breve referencia en el transcurso
de este discurso.
En algunos casos ha faltado sentido de
la urgencia cuando los efectos en la práctica no han sido los deseados y hasta,
en ocasiones, contrarios al espíritu de las medidas adoptadas, lo que se
traduce en que al no enfrentar decididamente una desviación cuando todavía es
pequeña, luego de su masificación la justa rectificación se convierte en un
problema político.
Un ejemplo gráfico de lo anterior lo
representa el comportamiento de los precios de los productos agropecuarios con
la reaparición del fenómeno de la especulación y el acaparamiento en beneficio
de unos pocos y en detrimento de la mayoría de la población.
Las experiencias nos enseñan que no
basta con que los documentos normativos estén bien elaborados, hay que preparar
a los ejecutores directos y pasado un tiempo volverles a dar algunos cursillos
y controlar cómo están sus conocimientos para la aplicación de estas
im¬portantes actividades, comprobar su dominio de las regulaciones, exigir con
sistematicidad que se cumplan en la práctica las disposiciones y reaccionar
oportunamente ante las desviaciones, impidiendo que se conviertan en problemas
políticos mayores.
Además de no prever, después nos
ponemos a pensar cómo resolver el problema que se creó y no tenemos la agilidad
necesaria para enfrentar inmediatamente al problema. Estoy hablando con toda
crudeza, como corresponde en un congreso de nuestro Partido Co¬munista y en
todas las reuniones de los comunistas.
En medio de estas circunstancias los
salarios y pensiones siguen siendo insuficientes para satisfacer las
necesidades básicas de la familia cubana. Aunque el salario medio experimentó
un crecimiento del 43% en el período 2010-2015, este se concentró en los dos
últimos años, a partir de las decisiones adoptadas a favor de los trabajadores
de la Salud Pública, la Inversión Extranjera, la esfera del Deporte y por la
flexibilización en los sistemas de pago en el sector empresarial. Sin embargo,
no ha sido posible extender a la mayoría de las actividades presupuestadas los
incrementos salariales previstos en la política aprobada.
No son pocas las declaraciones de
funcionarios del gobierno norteamericano que al reconocer el fracaso de la
política contra Cuba no disimulan al afirmar que los propósitos son los mismos
y solo se modifican las formas.
Los
cubanos revolucionarios tienen conciencia clara de las amenazas a su
ordenamiento. Han resistido desde a los españoles hasta los norteamericanos.
Ahora lo hacen con cambios forzados por la presión externa y también interna.
Sin la menor duda lucharán por la continuidad de su socialismo.
La
izquierda de afuera debería reflexionar si en sus respectivos países hay
condiciones más favorables que las cubanas para construir ahora el socialismo
sostenible.
O
si por el contrario sus movimientos y partidos por ahora no tienen otra
posibilidad que preparar las ideas y formas de organización de la inevitable
revolución civilizatoria.
Referencia
Ver
en Cubadebate
http://www.cubadebate.cu/noticias/2016/04/17/informe-central-al-vii-congreso-del-partido-comunista-cuba/#.VyS-6dThCT8
Por
un Movimiento para una nueva civilización, sustentable-solidaria
romulo.pardo@gmail.com
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