Banco Mundial sobre los "ninis" latinoamericanos: Jóvenes que ni trabajan ni estudian
wsws. Por Kevin Martinez
24 febrero 2016
El Banco Mundial publicó un reporte
la semana pasada documentando el número de jóvenes en Latinoamérica que ni
están en la escuela ni trabajan. Derivado de la frase "ni estudia ni
trabaja", los ninis, entre las edades de 15 y 24 años, ahora son más de 20
millones. Dos tercios de estos mujeres. Ellos han probado ser un problema
social permanente en una región tildada por largo tiempo como una
"historia exitosa" económica para el capitalismo mundial. Aunque el
porcentaje de jóvenes latinoamericanos clasificados como ninis ha
bajado marginalmente en la última década, el número absoluto de ellos en
realidad ha incrementado.
Las cifras son pasmosas debido a que se debe considerar a Latinoamérica
ha sido halagado como un centro de crecimiento económico durante lo peor de la
recesión económica mundial. El lucro que se ha podido generar ha ido
directamente hacia la élite gobernante, empeorando aún más la desigualdad
social en casi todos los países. Este es un resultado directo de las políticas
de todos los gobiernos latinoamericanos, sean de derecha o de
"izquierda", los cuales favorecen a los grandes negocios a expensas
de sus poblaciones.
Es bastante significativo que países que se encuentran al sur inmediato
de EE.UU. como México y las naciones centroamericanas, tienen los peores
resultados en otorgar empleos estables y escuelas a jóvenes de clase
trabajadora. La relación cercana entre la administración Obama y el gobierno
del presidente mexicano Enrique Peña Nieto, en particular, ha facilitado un
ambiente inestable de crimen organizado y violencia que encuentra un directo
corolario en el número de jóvenes sin derechos.
Estas condiciones obligan a millones de personas a arriesgar sus vidas
emigrando a EE.UU. en búsqueda de mejores condiciones de vida. Cuando llegan, las
patrullas fronterizas de Obama y los funcionarios de inmigración aseguran de
que sean internados en campos y deportados si es que son capturados. En el
mejor caso, estos jóvenes solamente pueden esperar una vida como mano de obra
barata en EE.UU.
El reporte del Banco Mundial, titulado "Fuera de la escuela y del
trabajo: riesgos y oportunidades para los ninis de Latinoamérica" toma el
punto de vista de cómo el capital financiero trata a decenas de millones de
jóvenes languideciendo sin trabajo y educación como una carga económica, en vez
de un crimen social. Es así como Jorge Familiar, el vicepresidente del Banco
Mundial para Latinoamérica, toma nota que "los países que ofrecen una
educación de alta calidad a una población joven en expansión y que también
tienen mercados laborales dinámicos y en buen funcionamiento son los que
crecerán y reducirán la pobreza más rápidamente".
Sin embargo, el retrato que emerge
del reporte es una dura condena al capitalismo al sur de EE.UU. Casi 60 por
ciento de ninis provienen de hogares pobres, los cuales conforman el 40 por
ciento más bajo de la escala de distribución de ingresos de la región. El nini típico
es una mujer viviendo en un hogar urbano que no ha terminado la secundaria,
pero entre los jóvenes varones ha habido un incremento de 1.8 millones de ninis de
1992 al 2010.
Para las mujeres, el factor más
grande para volverse en una nini es un matrimonio temprano o
embarazo precoz. Para los hombres, el principal factor es abandonar la escuela
en una edad temprana lo que es seguido por el desempleo. Esto conduce a un
círculo vicioso en el cual hombres sin cualidades y entrenamiento dado por
universidades no pueden encontrar trabajo formal y solamente pueden tener
suerte encontrando trabajos inestables en el sector informal, nunca retornando
a la escuela usualmente.
Generalmente, los países más alejados
geográficamente de EE.UU. tienen tasas considerables de ninis aunque
más bajas. Perú tiene 10.9 por ciento de su gente joven sin escuela y trabajo,
pero en países como Honduras y El Salvador, el número es de más de 25 por
ciento. Los países con más altos números de ninis son Brasil,
Colombia y México, la mayoría de estos -más del 70 por ciento- viven en
ciudades.
En Colombia, México y Centro América, el problema ha empeorado por la
llamada "Guerra contra las drogas". No sorprende que la violencia y
el crimen ocasionado por pandillas hayan reforzado al fenómeno de jóvenes sin
empleo sin nada que hacer y viceversa.
El reporte continúa notando los
efectos a largo plazo de la productividad laboral, el alma del sistema
económico mundial. La creciente persistencia de jóvenes ninis debilita
en general el crecimiento económico y empeora la desigualdad social,
dificultando el poder confrontar seriamente a la pobreza y a la movilidad social
en Latinoamérica. De acuerdo a los cálculos del Banco Mundial, tan sólo un
incremento de 1 por ciento en el número de ninis significaría un
declive en ingresos nacionales de 7 por ciento en los próximos 20 años.
En Costa Rica, por ejemplo, el
Instituto Nacional de Estadísticas y Censo reportó que a finales del 2014 había
72,000 ninis hombres y 98,000 ninis mujeres,
conformando casi la mitad del 10 por ciento de la población del país que está
desempleada. En Latino América en conjunto, el Banco Mundial estimó que de cada
cinco jóvenes están afuera de la escuela y sin trabajo.
Las soluciones ofrecidas por el Banco Mundial son, como se puede
esperar, insípidas y, en cualquier caso, no serán implementadas por las élites
gobernantes locales. Entre ellas se menciona "condicionales transferencias
de dinero con objetivos bien definidos y con módulos de información para
informar estudiantes y a sus padres sobre los beneficios de la educación"
y cosas por el estilo. Nada de esto menciona brevemente ni de manera remota las
verdaderas causas de desempleo en la región: la propiedad privada y la
explotación imperialista.
El reporte toma el punto de vista de
que el problema de los ninis es un freno a la productividad
laboral y disminuye el crecimiento económico. En consecuencia, los jóvenes son
referidos como "capital humano" y "oportunidades del mercado
laboral". Uno de los principales descubrimientos es que un fracaso de
resolver el problema significa que los inversionistas no serán capaces de "aprovechar
una ventana demográfica emergente de oportunidad", cuando niños y mayores
(esto es, los elementos no productivos de la sociedad) representarán una
proporción más baja de la población.
Vale la pena tener en mente lo que la pobreza significa en Latino
América. Los hogares pobres son definidos como los que tienen un ingreso per
capita de $4 al día y aquellas que están casi en la línea de pobreza viven con
un ingreso de $4 a $10 al día. Usando esta definición, por lo menos uno de
cuatro hogares (25 por ciento) en la región fueron pobres en el 2012 y 37.8 por
ciento considerados con riesgo de pobreza.
Por supuesto, el problema de juventud
sin empleo y sin escuelas no está confinado a Latino América. Un corolario
similar puede ser encontrado en Europa, Norte América, Asia y a través del
mundo industrializado. Aunque el reporte del Banco Mundial no lo describe, los ninis son
parte de una generación mundial que contribuirá directamente a levantamientos
sociales en cada país.
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