Ecuador - Por la democracia y los derechos de los trabajadores y de los pueblos del Ecuador

Posted by Correo Semanal on miércoles, agosto 12, 2015


En las calles y las plazas abrimos el camino
Movimiento Revolucionario de los Trabajadores (MRT)
Dirección Nacional, Quito, 2 de agosto de 2015
I
Rafael Correa y su Gobierno han eliminado los derechos democráticos fundamentales y quieren someter al conjunto de la sociedad a una situación de estado de sitio, vigilancia y castigo. Los abusos, la corrupción, la inoperancia e ineptitud, la sordera y la ceguera prepotente, le están pasando factura a un gobierno que en ocho años y medio ha tenido la posibilidad de realizar cambios profundos, y que como ningún otro la ha desperdiciado, llevando a la economía ecuatoriana, a los pueblos y trabajadores y a la institucionalidad al borde de una crisis integral, solo comparable con la que soportamos en los años treinta del siglo anterior.
La mayoría de la sociedad acumula cansancio y vive en la incertidumbre, pero inmensos sectores sociales están transitando del miedo, la impotencia y la indiferencia de los años anteriores hacia una oposición activa. Ese camino fue abierto por las grandes acciones de resistencia de los movimientos sociales desde el mismo año 2007, y desde julio del año pasado por las luchas de los trabajadores organizados en el FUT y en el Colectivo Nacional de trabajadores y organizaciones sociales.
En medio de su más severa crisis política, el Correísmo navega en la mar embravecida que ha creado su propia incapacidad y demagogia. Su última obra ha sido resucitar y darle protagonismo político a sectores de la derecha, que estuvieron a la defensiva y que han regresado a la escena agitando las banderas más reaccionarias. En los últimos meses, atormentado por la progresiva pérdida de apoyo político y credibilidad, Correa ha dejado de dirigirse al conjunto de la sociedad y ha concentrado su discurso en sus propios partidarios, buscando de esta manera evitar su desbandada, y enfrentarlos contra sus opositores de derecha y contra las luchas de los sectores populares. Mientras el gobierno insiste en su tesis del “golpe blando”, se agrede a dirigentes sindicales, pululan los rumores y el ambiente político se torna cada vez más tenso.
II
La insistencia en imponer las reformas constitucionales para eternizarse en el poder y el fracaso del diálogo propuesto para ganar tiempo y dividir a los sectores sociales, ha abierto el espacio para las movilizaciones y el Paro Nacional del Pueblo, medida con la que los trabajadores y los pueblos le disputan la iniciativa política a la derecha y enfrentan al correísmo.
Este dos de agosto, los indígenas y campesinos de la CONAIE, del ECUARUNARI y de las organizaciones del sur del Ecuador han iniciado la jornada de movilización desde la parroquia Tundaymi, en la provincia de Zamora. Agredidos desde el comienzo del Correísmo, con sus dirigentes perseguidos y sus organizaciones intervenidas y acosadas por el gobierno y el Estado, los indígenas y trabajadores del campo defienden la educación intercultural bilingüe, eliminada por este gobierno, el agua, la tierra, los territorios y su autonomía organizativa; resisten también contra la minería a gran escala, exigen democracia para ser consultados y respetados, rechazan al Estado colonial, la división, el hostigamiento y la descalificación, que llevan adelante el gobierno de Correa con sus grupos de choque, sus medios de comunicación, sus gobernadores, tenientes políticos y su ejército de tecnócratas y funcionarios.
La causa de los indígenas y de los campesinos es la causa de todos, y su marcha debe ser apoyada por donde pase de manera solidaria por todos los trabajadores.
III
El gobierno miente, una vez más, cuando intenta meter en el mismo saco a la lucha de los trabajadores y la oposición de Nebot, Lasso, Rodas y Lucio Gutiérrez. El Paro Nacional del Pueblo es la acción de lucha que decidieron los trabajadores en la Convención realizada en Riobamba el 30 de mayo pasado, con autonomía plena de la derecha. Es la continuación en una acción de lucha más elevada de las movilizaciones, asambleas y convenciones que realizan los trabajadores y los pueblos, con cada vez más elevados niveles de unidad, desde julio del 2014. La lucha no comienza ni termina en el Paro Nacional del Pueblo. El Paro Nacional es un momento importante pero no el último en la larga jornada por la democratización del Ecuador, es solo el paso siguiente de futuras acciones de resistencia y movilización hasta derrotar al proyecto político de Correa y de su Gobierno, que pretende imponer a rajatabla una modernización capitalista conservadora y autoritaria, que los trabajadores rechazamos porque ha significado mayor concentración de la riqueza, deterioro ambiental, pérdida de soberanía, crisis económica, retroceso en derechos sociales y democráticos, el reforzamiento de un estado de tipo colonial, corrupción, demagogia y autoritarismo.
El Paro Nacional del Pueblo es una acción masiva y pacífica. Los trabajadores y trabajadoras, en las fábricas, oficinas, pequeños talleres, en los barrios, en los transportes colectivos, en las calles, las plazas y los mercados, debemos transformarnos en propagandistas activos de la plataforma de lucha del Frente Unitario, de las demandas de la CONAIE y del Colectivo Nacional. Otra vez Correa y sus funcionarios mienten cuando dicen que no tenemos razones para luchar. Nos sobran las razones y los motivos para ir al Paro. En los días previos y el 13 hay que multiplicar las asambleas y todas las formas de coordinación y de unidad.
Existen muchísimas formas de hacer el Paro, de  acuerdo con la fuerza y las condiciones concretas de lucha, en cada sector social o lugar del  país: hay que colocar las banderas y símbolos de nuestras organizaciones en nuestras viviendas y lugares de trabajo; elaborar carteles con nuestras demandas y aspiraciones; organizar mítines a la salida de las fábricas y lugares de trabajo; disminuir el ritmo de trabajo o suspenderlo; realizar plantones, agitar en las calles y en las plazas con banderas, consignas, carteles y hojas volantes; deben resonar las bocinas de los vehículos y las cacerolas; hay que llamar a los medios de comunicación y expresar nuestra voz, enviar mensajes, usar las redes sociales, difundir imágenes; debemos marchar con nuestras familias y concentrarnos en las grandes asambleas y manifestaciones que se realizarán el día 13 de agosto; es indispensable responder punto por punto a la propaganda gubernamental.
Si Rafael Correa quisiera demostrar una verdadera voluntad de diálogo debería archivar las reformas constitucionales, cesar la persecución política y las agresiones contra los dirigentes sociales, devolver los dineros del IESS y del fondo del magisterio. Debería aprender a escuchar al pueblo y sentarse cara a cara con las organizaciones obreras, indígenas y sociales que cuestionan su política.
IV
Los trabajadores debemos rechazar el aprovechamiento que la derecha intenta hacer de nuestra lucha. Un abismo nos separa a quienes luchamos contra la explotación y la opresión, de los explotadores y opresores; nosotros luchamos por la democracia mientras la derecha ha estado detrás de todos los golpes de estado solo para favorecer sus intereses; producimos la riqueza de nuestro país y vivimos del fruto de nuestro trabajo; no saqueamos los fondos públicos y los bienes nacionales; no nos aprovechamos de las instituciones públicas para enriquecernos; defendemos la soberanía y el derecho a elegir nuestras formas de vida y de gobierno mientras ellos se han sometido, desde siempre, a todas las imposiciones coloniales  e imperialistas.
Los trabajadores, los indígenas, los campesinos y los pueblos del Ecuador tenemos nuestra propia voz y debemos construir nuestro propio camino, desarrollando nuestras luchas con autonomía organizativa e independencia política. Llamamos por esto a preservar nuestra unidad y rechazar las maniobras, los engaños y cualquier aventura golpista que pretenda hablar en nuestro nombre. El Correísmo está siendo derrotado por nuestra lucha unitaria y nadie debe aprovecharse de ella para sus propios fines, menos aquellos que han sido los principales beneficiarios de la modernización capitalista.
V
Llamamos a los hermanos trabajadores y a los pueblos, a los intelectuales de América Latina y del mundo entero, que han caído en el engaño correísta a escuchar nuestra voz y a solidarizarse con nuestra lucha. Hay muchos todavía que creen en la palabra del Gobierno de Correa y todavía nos dan la espalda, eso tiene que terminar, hay que superar el engaño de los llamados gobiernos progresistas y de izquierda de América Latina y reforzar el internacionalismo militante de los trabajadores y de las trabajadoras, de todos nuestros pueblos que luchan por transformaciones verdaderas.
¡EN TODOS LOS LUGARES, NUESTRA VOZ FIRME Y AUTÓNOMA!
¡CON TODOS LOS QUE LUCHAN, SOLIDARIOS Y UNIDOS!