UNA NUEVA BANCA PARA LOS PUEBLOS

Posted by Correo Semanal on lunes, julio 06, 2015


La Banca a nivel mundial en estos últimos 5 años ha dejado las siguientes consecuencias: 1,5 millones de trabajadores perdieron el empleo en los EE.UU; 400 mil en la U.E. y más de 300 mil en el resto del mundo, de los cuales más de 150 mil se han perdido en Latinoamérica. 
Brasil es el país en que la Banca ha generado más desempleo, el Banco Santander y el Itaú durante los dos últimos años han despedido más de 20 mil trabajadores y el HSBC, que hace algunos años se fue de Chile anuncia más de 50 mil despidos para estos meses, en Brasil anuncian más de 26 mil puestos de trabajo y en Turquía otros 25 mil. La banca mundial ha sido y es la responsable de la crisis que estalló en 2008 generando millones de perdidas de puestos de trabajo, con el agravante de que los países hubieron de transferir billones de dólares de las arcas públicas -recortándolas al gasto público, especialmente a educación y salud-, para el salvataje de una industria que durante años generó millones de utilidades para sus accionistas, los cuales en un porcentaje importante eran invertidos en países con paraíso fiscal y luego de la crisis muchos de ellos huyeron dejando a los países sumidos en altos endeudamiento, condenando a los usuarios y clientes del sistema a pagar tasas usureras por un dinero que la mayoría de los bancos obtuvo a un precio muy bajo. En el caso chileno obtenido casi a precio igual a cero y financiándose con los ahorros previsionales. 
Hoy se discute acerca del futuro de la banca. En Chile el Gobierno debatiendo solo con los dueños de la banca anuncia una reforma a la Ley General de Bancos, se habla de ajustarla a los requerimientos de Basilea lll de tal forma aumentar el capital de las instituciones para hacerla más fuerte ante las eventualidades futuras y evitar los riesgos sistémicos como ocurrió con la crisis suprime. Lo que no se discute en el gobierno es el rol que le compete a la banca en una sociedad y qué banca requiere nuestro país para su desarrollo. 

Resulta fundamental asignarle una importancia mayúscula a la Banca Pública. Chile debe reasignarle un nuevo rol al BancoEstado, de forma tal concentre su estrategia en el fomento y desarrollo de sectores emergentes de la economía, que concurra con una política crediticia cuyas tasas de interés no estén determinadas por la lógica de la usura, sino que la fijación del interés del dinero sea determinado por el costo real de éste y no por la avaricia especulativa de quienes hoy manejan el sistema financiero mundial. 

Con ocasión del XLII Congreso Bancario celebrado en Buenos Aires, dirigentes de América y Europa reflexionan acerca de la nueva banca que los países necesitan para avanzar verdaderamente hacia el desarrollo y, de paso, poner fin a esta industria que se ha desarrollada contra los trabajadores, contra los usuarios y contra los países, generando empleos precarios, aumentando la subcontratación y, de paso, instalando una práctica comercial que muchas veces lesiona la propia moral de los trabajadores al someterles permanentemente al cumplimiento de metas que en ocasiones entran en abierto conflicto con los intereses de los usuarios del sistema financiero.