Un dólar más fuerte es una amenaza para los mercados emergentes

Posted by Correo Semanal on martes, diciembre 16, 2014



El Cronista Comercial

ALAN BEATTIE Y JONATHAN WHEATLEY

13/12/2014 

Mientras el ritmo de mercados emergentes se ralentizó a la par de la economía en los últimos años, sus exportadores se han esforzado por ir en busca de la demanda global. En principio, una depreciación general de sus monedas podría ayudar.

De todos modos, no hay demasiadas razones para creer que esto ocurrirá. No solo la depreciación puede ser tanto una consecuencia de la debilidad económica como una cura, sino que la pérdida de la confianza y las cargas de deuda en aumento probablemente pesen más en la balanza que el beneficio de la competitividad.

Parte del problema es que los precios en baja del petróleo y otros commodities causan un impacto más negativo que positivo en las economías emergentes. Los exportadores de commodities perdieron más de lo que los importadores ganaron, afirma David Lubin, director de economía de mercados emergentes de Citi Research.

"Cuando los precios de los commodities bajan, no es fácil tener confianza en los mercados emergentes", sostiene. 

Hasta un importador de commodities tal como Turquía se está viendo afectado. Lubin señala que algunas de las ganancias de la cuenta corriente de Ankara provenientes de importaciones de petróleo más baratas fueron contrarrestadas por lo que ocurrió con la cuenta de capital, en la cual el ritmo del flujo de cartera disminuyó. La lira turca volvió a caer luego de mostrar una recuperación en el primer trimestre de este año.

En un país exportador de commodities como Brasil, donde en 2010 los ministros de quejaron de que la debilidad del dólar estadounidense ponía al país en una situación de desventaja, la debilidad del real no ha arrojado las ganancias esperadas. Esto es una prueba de que para Brasil y otros países una moneda depreciada no basta. Los beneficios fueron superados por la incapacidad de aumentar la competitividad por medio de la inversión en productividad.

Desde ya, hacer deducciones a partir de movimientos de corto plazo en los tipos de cambio es riesgoso y esto hoy es más real que nunca. Los déficits extremos e intermitentes de liquidez de los últimos dos meses hicieron fluctuar a los precios de todos los activos, lo cual sugiere un rol aún más importante de lo usual del resultado incierto del posicionamiento y el apalancamiento para impulsar el valor de las monedas. De todos modos, independientemente de lo que determine los tipos de cambio, es probable que la caída de las monedas de los mercados emergentes subraye la actual fragilidad económica más que fomentar el crecimiento futuro.

Muchos economistas sostienen que la falta de reformas estructurales en la mayor parte del mundo en desarrollo ha dejado a las economías en mala posición para sacar provecho de las oportunidades de exportación. En términos más generales, las exportaciones han dejado de ser un motor de expansión de los mercados emergentes, posiblemente debido a que se están agotando las ganancias rápidas de la globalización basadas en el arbitraje de la mano de obra de bajo costo. 

En una nota publicada esta semana, la consultora Capital Economics señala que el crecimiento de las exportaciones de los mercados emergentes ha sido débil -y más bajo que el crecimiento global del PBI- por varios años. Y concluye: "No se puede contar con los vientos de cola que impulsaron las asombrosas tasas de crecimiento de exportación de las economías emergentes en la década de 2000 para ofrecer el mismo impulso en los próximos años".
Como resultado, la fortaleza del dólar está siendo más una amenaza que una oportunidad. 

Este no es un fenómeno nuevo: las economías de mercados emergentes y los precios de los activos han padecido históricamente un dólar en alza. En décadas anteriores, el canal clave era por lo general la deuda soberana. Los gobiernos que contraían deuda en el exterior en dólares (y con frecuencia también vinculaban la moneda al dólar) se vieron afectados por un aumento de los pasivos en moneda local cuando el dólar subió. Mercados de capitales más profundos y amplios han significado un desplazamiento de la deuda soberana a la moneda local. Pero el endeudamiento privado es otro asunto. El Banco de Pagos Internacionales, que actúa como banco central de los bancos centrales, advirtió esta semana que el rápido crecimiento de la emisión de deuda por parte de empresas de mercados emergentes puede haber originado desequilibrios monetarios significativos.

La escasez de datos significa que la magnitud del problema se desconoce. El BPI dice que los bancos internacionales habían aumentado los préstamos transfronterizos a los mercados emergentes a un total de u$s 3.100 millones a mediados de 2014, principalmente en dólares. Los prestatarios del sector privado no bancario de los mercados emergentes emitieron casi u$s 375.000 millones en títulos de deuda internacionales en el período 2009-2012, más del doble que en los cuatro años anteriores a la crisis. Y eso a pesar de la dura experiencia durante la crisis en sí, cuando un fuerte aumento del dólar causó decenas de miles de millones de dólares en pérdidas a las empresas emergentes del mercado y llevó a algunas a la quiebra. 
El daño que puede causar la caída de las monedas de mercados emergentes no puede saberse de antemano. Sin embargo.