Venezuela bolivariana: “El gran peligro ahora es que la derecha pueda convocar a un referéndum revocatorio el 2015”
Entrevista con al
intelectual, periodista y militante revolucionario, Modesto Guerrero
Venezuela
bolivariana: “El gran peligro ahora es que la derecha pueda convocar a un
referéndum revocatorio el 2015”
“La humanidad tiene
que hacerse guerrera en estos tiempos que corremos para no ser exterminada”
Bertold Brecht, El compromiso en
literatura y arte
Andrés Figueroa Cornejo
El luchador social y político venezolano, Modesto Emilio Guerrero (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=186222),
va y viene entre su país de origen y su quehacer académico en Buenos Aires,
Argentina. El autor de "¿Quién inventó a Chávez?" (2007) y su
extraordinaria crónica "Reportaje con la muerte" (2002), entre
muchísimos títulos y artículos imprescindibles para comprender el proceso
bolivariano e internacional, acaba de obtener otro reconocimiento, esta vez
otorgado por el Consejo Municipal de Caracas con el Premio Luis Britto García.
Después de un sencillo almuerzo, Modesto me invita a su departamento, esa
verdadera biblioteca blindada del más alto pensamiento humanista de todos los
tiempos y el lugar donde se abren los fuegos.
-¿Cuál es la situación actual del gobierno encabezado por Nicolás Maduro
y las tendencias posibles de avizorar en el inmediato y mediato plazo?
“El gobierno de Maduro continúa transitando por ese período traumático
que va del sistema político armado en torno a Chávez y un nuevo sistema
político que está en gestación. El trauma del vacío político y de
liderazgo tan complejo dejado por Hugo Chávez no puede ser llenado en tan breve
tiempo, salvo que ocurra un acontecimiento gigante que ponga a prueba a Maduro.”
La transición
-¿Cuáles son las señas de la transición que mencionas?
“En menos de un año la administración Maduro ha sufrido el asesinato de
63 personas por la derecha. Casi triplica a los muertos durante los 14 años del
período chavista. Ahora bien, con bastante inteligencia ha ido
reconstruyendo el proceso, aunque todavía no está estructurado. ¡Allá la gente
que lo crea! Prueba de ello es que surgió una rebelión militar dirigida por un
grupo filo-fascista y referenciada por Leopoldo López y María Corina Machado
cuyo objetivo fue tumbar a Maduro. Afortunadamente fracasó. En Venezuela ha
brotado una corriente fascistoide que jamás había existido en su historia. El
problema es que el gobierno no se preparó para los hechos, pese a que estaban
previstos. Y dirigir es prever.”
-¿Y en las proximidades?
“Está operando una nueva asonada. Hay en curso una campaña más o menos
bien orquestada, dentro y fuera de Venezuela, con el fin de justificar acciones
de calle.”
La crisis del chavismo y la innecesaria negociación con la derecha. Una
explicación.
-¿Qué ocurrirá desde tu análisis?
“Yo considero que Maduro saldrá bien parado, independientemente de que
nuestros enemigos intentarán siempre hacernos trizas. Ellos también son
militantes. No pueden realizar un golpe de Estado porque carecen del partido
militar y ya no les resultó una guerra civil. Ojalá que no me equivoqué. De
todos modos, lo que se está organizando como tendencia es la crisis del
chavismo. Luego de los acontecimientos de febrero de 2014, el gobierno
institucionalizó las negociaciones con sus adversarios sin necesidad de
hacerlo. Fue un reconocimiento gratuito, un verdadero regalo.”
-¿Por qué lo hace el gobierno?
“Porque se niega a aplicar “el golpe de timón” y el “programa de la
patria” legados por el propio Hugo Chávez. Se niega a acelerar las transiciones
segmentarias que conducirían al post-capitalismo. Lo dice, pero sólo realiza gestos. Claro, se nombró el Consejo Federal del Poder Popular, pero por arriba
y no estructural. No se trata del movimiento social en la calle por el poder
popular. El movimiento existe, pero el gobierno no lo lidera y prefiere
compartir el programa con la oposición golpista. Así y todo, el gobierno sigue
siendo un compuesto de izquierda que administra un Estado burgués en crisis.
Por eso buena parte de la economía actual está al servicio de la acumulación
capitalista y no al contrario. Los cambios en el gabinete (salida de dos
ministros revolucionarios) fueron para protegerse de las corrientes internas
del chavismo, de sus críticas, de los propios movimientos sociales, para
defenderse como sistema de poder. Esas son las formas y contenidos actuales de
la transición.”
Las críticas al gobierno desde el pueblo en disposición de combate
-¿Cuáles son las críticas fundamentales al gobierno que provienen del
pueblo organizado y auto-conciente?
“La burocracia gubernamental, que es más que la corrupción. Comporta una
situación sintomática de una arquitectura gangrenada que puede dañarlo todo.
Del Banco Central, que no controla la CIA, fueron girados entre 22 a 29 mil
millones de dólares a la banca privada para importaciones que no llegaron, y si
llegaron, se fueron para Colombia. Las cifras que digo provienen de informes
oficiales.
Asimismo, está la corporización (“emprendimientos no santos”) al
interior del Estado por la orilla de la burguesía que no está dentro del
gobierno. A su vez, la “boli-burguesía” se encuentra en los intersticios de la
burocracia estatal. Y junto con la vieja burguesía forman un solo cuerpo
orgánico. La diferencia es que la “boli-burguesía” vive de la renta petrolera
directa a través de contratos y arreglos, mientras que la burguesía
anti-chavista, el gran capital, sigue siendo rentista indirectamente. ¿Por qué?
Porque no controla PDVZA. Esas burguesías combinadas lograron fisurar al Estado
mediante múltiples mecanismos: el dólar, la deuda, los préstamos, los créditos
industriales. De hecho, la economía que más ha crecido es la privada y no la
estatal.
Un tercer reclamo popular tiene que ver con la mala administración. No
se recoge la basura (salvo Caracas), por ejemplo. En alrededor de 200 alcaldías
chavistas no colectan los desperdicios. Sí, en efecto, la gente todavía
tiene tolerancia y deferencia frente al desastre. Al decir de Borges, “nos une
el espanto”. Sin embargo, no se puede hacer política estratégica con esa fórmula.”
De todos los peligros, el peligro mayor
-¿Cuál es el peligro central, entonces?
“Que el chavismo en su crisis en curso, explote, se divida. Y puede
ocurrir si parte de su base social trabajadora y comunal, urbana y rural –que
está muy molesta, con incertidumbre, insegura-, comience a protestar en
el ámbito público y el gobierno ya no pueda contenerla. Ante un escenario así,
la derecha tiene una fecha “cantada” que puede usar: el 2015, cuando ella puede
convocar a un referéndum revocatorio.
En el plano táctico y cotidiano, el gobierno hace cosas buenas. Pero en
el largo plazo no consigue acumular para el “golpe de timón”, o sea para
destruir al Estado burgués. Es como si el gobierno no quisiera liberar las
fuerzas sociales para realizar la revolución socialista, sino que únicamente
las quisiera administrar. Y ello pasa en la hora crítica donde producto del
desencanto y el propio desgaste de la figura de Chávez, fragmentos del pueblo
se recogen en la alienación individualista, el consumismo, el abandono de la
militancia. Si no reconocemos que en Venezuela podemos sufrir una derrota,
¿cómo podemos construir los factores de la victoria?”
-¿Qué pasa si cae el gobierno bolivariano?
“Habría una derrota política con traducción inmediata hacia una derrota
social, pero no aplastante si es electoral. Si es militar, basta observar lo
sucedido en Chile en 1973. Y si gana la derecha, lo más probable es que no
acabaría de una sola vez con los avances populares. Usaría las mismas misiones
para desmontarlas. Es decir, la desarticulación del chavismo sería acompasada y
“democrática”. Y una derrota así significaría un retroceso histórico que
tendría ondas expansivas hacia el resto del mundo, en particular, en países del
Medio Oriente, en la izquierda europea y, sobre todo, en América Latina. Se
facilitaría la derechización a escala regional. Y esto es relevante: procesos
revolucionarios como el venezolano, al llegar a un punto de conciencia política
elevada del pueblo por medio de conquistas concretas, tal como ocurre en gran
parte del mío, no puede devolverse. Ahora bien, si cae Venezuela, ¿a quién
culparán? A la mal llamada “ultra izquierda” (como en el caso chileno, de
nuevo). Toda vez que, en verdad, la responsabilidad política sería del
propio gobierno debido a que se habría vuelto paulatinamente funcional al
capitalismo, drenando sus soportes sociales (como en el caso del sandinismo en
1989).”
“Hay que dar la vida por una organización nacional del poder
popular”
-¿Cuál es la diferencia del proceso que atraviesa Venezuela hoy que la
lleva a parecerse más a Chile de 1972-73 o a la Bolivia del 1974, que a la
Nicaragua de 1989, a la Guatemala de 1956 o a la Argentina de 1955?
“El factor diferenciador es el poder popular. Menos urbano y
politizado que en Chile, donde su clase trabajadora tenía un peso superior
política y culturalmente. En Venezuela, la cultura política de las clases
subalternas tiene otra conformación y carece de la tradición chilena y
boliviana. En Venezuela el poder popular se expresa como poder comunal. Hace
menos de tres años sólo existían tres comunas organizadas: ahora se cuentan 380
y alrededor de 3.800 consejos comunales, más otros organismos como los comités
de agua, de tierra urbana y rural, las milicias bolivarianas, las cooperativas,
los comités de vida en las empresas, los nuevos círculos bolivarianos. Hablo de
más de 60 tipos de agrupaciones de las fuerzas de todos aquellos que viven de
su trabajo, tanto políticas, como político-militares.”
-La categoría “poder popular” (PP) suele resultar difusa a la hora de
refrendarla con la realidad…
“En Venezuela el PP representa un recurso contrario a lo que
prevemos como derrota. Es decir, estamos frente a una iniciativa popular
auto-reproductiva y con capacidad de modificar el metabolismo capitalista. Y
Chávez legó un programa político para el PP. Aquello que se logró germinalmente
en Chile y no en Argentina. Aquel movimiento que combina el antiimperialismo
con formas de socialismo.”
-¿Y la conducción política necesaria de acuerdo a las condiciones
específicas del territorio-país?
“Tienes el sujeto social, el sujeto político y sobran las vanguardias,
al revés de lo que opinan muchos intelectuales de Argentina, pro-chavistas a lo
sumo.”
-¿De dónde saca esa conclusión gran parte de la intelectualidad de la
izquierda argentina amiga del gobierno venezolano?
“Es producto del desprecio y la incomprensión, a la vez, de cómo la
historia modela sus vanguardias.”
-¿Qué falta entonces?
“Una dirección, un estado mayor, un partido, etc. Es preciso
centralizar, modificar su actual naturaleza y establecerlo a escala nacional y
no solamente local. Que sea independiente del Estado sin ser anti-gobierno. No
hay contradicciones graves que justifiquen una posición contraria al gobierno.
Esto es completamente diferente a lo ocurrido en Nicaragua. Y para ello
necesitamos tiempo porque la fabricación de la vanguardia avanza más lenta que
la crisis política del chavismo y que la urgente necesidad del enemigo de
liquidarnos. Contradictoriamente la generación de la vanguardia demanda
formación, teoría revolucionaria, madurez histórica y paciencia. Su desafío es
superarse así misma.”
-¿Cuál sería la responsabilidad política e histórica de la vanguardia
condensada, del conjunto de cuadros político-militares que tienen puesta la
cabeza y el empeño en acción para la revolución socialista?
“El problema en Venezuela –y su devenir amerita otra entrevista- es que
las vanguardias están molecularizadas, acaudilladas, son voluntaristas y aún no
logran incorporar a amplias franjas del pueblo tras un proyecto unitario
convincente y potentemente movilizador. Las agrupaciones revolucionarias tienen
una historia de flaquezas al respecto que no facilitan la emergencia de una
vanguardia superior a la existente. Históricamente en Venezuela estamos frente
a una izquierda que nació estalinista y nacionalista. Antes de Chávez, y salvo
excepciones menores (las guerrillas de 1958), sólo existía una izquierda que se
prohibía la tarea de transitar hacia el socialismo, en dos versiones. La
frente-popular de conciliación de clases y la guerrillera-nacionalista. La
segunda tiene el valor de haberse enfrentado directamente al enemigo, y está
muy bien, pero su formación se tradujo en que “si hay un líder, lucho, y de lo
contrario, no lucho. O sólo lucho si la relación de fuerzas es buena”. En este
sentido, Chávez fue siempre heterodoxo (“si las relaciones de fuerzas son
desfavorables, las cambiamos”), contra toda desviación, en último término,
positivista.”
-¿Qué solución adviertes ante el panorama descrito?
“Hay que dar la vida por una
organización nacional del poder popular asentado en las comunas, de abajo hacia
arriba, no institucionalizada ni cooptada, de la manera que sea y como se
llame. Con un día de reunión, una periodicidad, una sistematización veloz de su
propia experiencia y un programa político. Por lo demás tiene a su favor a la
página www.aporrea.org que ostenta una
cantidad extraordinaria de visitas y un poder mediático al cual el enemigo le
teme más que a las vanguardias dispersas, y no se presta a comparación ni
competencia a escala mundial. La represión estatal en el plano policial y
militar no es sistemática, salvo hechos acotados, e incluso cuentas con gran
parte de ese aparato de tu lado. ¿Qué más quieres? Uno tiene derecho a tener el
optimismo de la voluntad.”
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