Uruguay - Niños Pasan sin comer los fines de semana; muchos de ellos no saben lo que es una cena
Hambre en asentamientos de Salto (1)
El hambre está cerca del centro de Salto. Hay decenas de niños que los
sábados y domingos no tienen nada para comer y entre semana no cenan. Viven en
el asentamiento Andresito II, un barrio nacido hace siete años donde ya hay
2500 personas.
Luis Pérez
El País, 20-9-2014
Amalia Silva llegó al Andresito II con sus cuatro hijos y lo puesto.
Nunca se olvidará de la fecha: 31 de diciembre de 2013. Ese día había por lo
menos 40 grados de temperatura y no estaba de ánimo para festejar un nuevo año.
Con ayuda de algunos vecinos enterró unos palos y tiró un nylon para no estar a
la intemperie. Y allí se quedó.
"Quedé viuda hace dos años cuando mi esposo murió aplastado por un
camión en Canelones, había ido a trabajar en la zafra de la uva. Quedé con los
niños y una pensión que no llega a los dos mil pesos y el Plan de
Emergencia", contó a El País.
Como si fuera poco su hijo de 6 años tiene "un problema de salud
delicado" que le afectó los riñones. Por ello cada poco tiempo tiene que
viajar a Montevideo para que lo atienda un especialista.
"No recibo ayuda de nadie, no tengo vergüenza en decirlo que
pasamos hambre y muy mal con el frío y cuando llueve", dijo la mujer.
El asentamiento se viene formando desde hace siete años, está ubicado en
el extremo este de la ciudad y se estima que viven entre 2.300 y 2.500 vecinos.
La mayoría de ellos se encuentran en situación de extrema de pobreza.
Desde la comisión vecinal denuncian que por las noches y los fines de
semanas decenas de niños no tienen acceso a la alimentación. También advierten
que hay dificultades para realizar controles de salud a las adolescentes
embarazadas.
Elsa Martínez, más conocida como "La Negra", es quien preside
la comisión del asentamiento, advirtió a El país que la situación de muchos
vecinos "es lamentable" y fustigó a los políticos en general por no
colaborar con ellos para mejorar la calidad de sus vidas.
"Hay noches que los niños no comen porque en sus casas no hay para
darles alimento, los fines de semana es peor. Necesitamos urgente que nos donen
algún material para fabricar un comedor en el que se les pueda servir una taza
de leche o un pan con dulce aunque más no sea", acotó Martínez.
La mujer contó a El País que el CAIF de Aldeas SOS, que está instalado
en la zona, atiende a unos 300 niños. Los niños "comen al mediodía y antes
de irse se llevan una merienda en su pancita porque muchos de ellos tienen que
aguantarse así hasta el otro día", dijo. "Hay niños que duermen en el
piso y cuando llueve les pasa el agua por debajo de los ranchos", agregó.
En el asentamiento Andresito I, vecino del Andresito II, funciona el
merendero "Puertas Abiertas a la Comunidad" que fue impulsado por
madres y vecinas voluntarias. A él concurren los niños del Andresito II y otros
de los alrededores a los cuales se le sirve una copa de leche los sábados por
la tarde existiendo la posibilidad de que se extienda al día domingo.
"Lo hacemos solo un día porque no tenemos recursos. Hemos advertida
que las necesidades de una población con problemas que se relacionan con el
riesgo nutricional, desnutrición crónica y aquí atendemos a 160 niños",
dijo Sandra Pintos quien se desempeña en la zona como trabajadora comunitaria.
"La realidad está bien visible, es realmente preocupante las
necesidades que hay en los asentamientos pero en especial en el Andresito
II", dijo Pintos y criticó el hecho de que ahora que se avecina una
contienda electoral algunos políticos se arriman para demostrar preocupación y
prometer soluciones.
"Después (que pasa la campaña) hay cero interés, si hubiera un
interés real, de lo contrario no estaríamos hablando de los asentamientos que
se han incrementado en Salto. Desde el gobierno nacional no han respondido cuando
tendrían que estar trabajando en conjunto con el gobierno departamental. Ante
la necesidad habitacional la única solución posible para estas personas es el
asentamiento", opinó Pintos.
Adolescentes
Por su parte, Martínez se mostró preocupada por el alto número de
adolescentes embarazadas y otras que ya son madres que viven en condiciones de
hacinamiento, sin controles médicos y con evidentes padecimientos de riesgo
nutricional.
Martínez hizo hincapié en la gran cantidad de madres solteras y
divorciadas que viven en este lugar y sin más ayuda que los planes sociales
oficiales en algunos casos pero sin ningún seguimiento por parte de las
autoridades de la salud o de organizaciones sociales.
Angelina es una adolescente de 17 años que no estudia ni trabaja. Vive
en el Andresito II desde el 24 de diciembre de 2012. "Somos ocho hermanos,
cinco vivimos aquí con mi madre. Vivimos de una pensión alimenticia que le pasa
el padre de mi hermana más chiquita y de una pensión por invalidez de un
hermano. Aquí estamos abandonados, ni siquiera tenemos una calle",
comentó.
Riesgos
El asentamiento tiene graves problemas en su infraestructura, en
particular porque los muchos vecinos están "colgados" a los cables de
UTE. "Esto es una bomba de tiempo porque hay miles de metros de cables con
energía eléctrica de conexiones clandestinas que parten de un transformador a
la entrada del barrio apoyadas sobre precarios postes", advirtió la mujer.
En términos oficiales, al barrio no llegan los servicios de UTE y
tampoco lo de OSE.
"El agua potable llega en su mayoría con tanques cisternas de la
Intendencia, no hay un contador de UTE y tampoco alumbrado público",
explicó Martínez a El País.
"Nadie hace nada para darle una contención a esta gente que vive
bajo unas chapas y con paredes de nylon o ranchos de maderas", lamentó.
1) Nota de Correspondencia de Prensa: el gobierno departamental lo ejerce
Germán Coitinho (Partido Colorado), candidato a la vicepresidencia de la
Republica en la fórmula con Pedro Bordaberry.
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