Estados Unidos - Niños de la frontera en el Valle de Hudson
Mariel Fiori
La Voz del Valle de Hudson/The Huffington Post
Casi sesenta mil niños cruzaron solos la frontera sur del país y fueron
arrestados por inmigración entre octubre de 2013 y junio de 2014. Sesenta mil
menores de edad es una cifra absolutamente récord y ha causado una crisis
humanitaria tal que ni el gobierno ni las organizaciones no gubernamentales dan
abasto para atender a tantos miles de casos, la mayoría proveniente de México,
Guatemala, Honduras y El Salvador. ¿Cómo se vive esta crisis en el Valle de
Hudson? ¿En qué consisten las residencias que les dan refugio a los niños en
nuestro estado? ¿Y a qué recursos legales podrían acceder, aparte de la
deportación?
"Yo no quería que él se viniera" es lo primero que dice
Felipe, inmigrante de San Luis del Petén, Guatemala, cuando habla sobre su hijo
Gelber, de 17 años, quien llegó hace seis meses a Kingston, NY.
"Allá no tenía cómo seguir adelante en la vida", explica
Gelber, quien cuidaba chivos para vivir.
"Quería estudiar y no podía, me quedaba lejos, a dos horas estaba
la escuela". La violencia fue el principal motivo de su decisión:
"Viene gente extraña con armas a las casas, no los conocemos. Vienen a
pedirte pisto [dinero] y si no les das, te matan. Hace poco mataron a un primo
de mi papá. Y a otro primo mío lo amenazaron y salió huyendo para otra aldea",
recuerda Gelber.
Así que Gelber y su hermano mayor miraron un mapa, escribieron en un
cuaderno la ruta que iban a seguir y se tomaron un autobús desde Guatemala a
México. Ambos cruzaron la frontera a Estados Unidos con un grupo de dieciséis
personas que conocieron en su tránsito por México, país donde pasaron muchos
peligros, incluido un asalto por una banda de los Zetas.
A las dos horas de haber entrado a Estados Unidos, los hermanos fueron
arrestados en Texas y separados. Daniel, de 22 años, fue rápidamente enviado de
regreso a Guatemala, mientras que Gelber, de 17, fue ubicado en un albergue
para menores de Caridades Católicas en la ciudad de Houston.
El procedimiento en la frontera es diferente para los menores de edad,
gracias a la Ley de Protección a las Víctimas de Tráfico Humano (TVPRA) del año
2000, la cual fue ampliada en el 2008 con el fin de incluir a los menores
extranjeros en la frontera. Esta ley fue firmada por el presidente Bush y
ratificada por Barack Obama en el 2013.
Conforme a esta disposición, dentro de las 72 horas de ocurrida la
detención, y en el caso de los menores que no sean mexicanos ni canadienses, la
Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) debe
transferir la custodia de los menores detenidos al Ministerio de Salud y
Servicios Humanos, que a su vez se encarga, a través de la Oficina de
Reasentamiento de Refugiados (ORR, por sus siglas en inglés) de reunificar a
los niños con sus padres o familiares.
Pero Felipe no sabía que Gelber había venido a buscarlo. "Lueguito,
lueguito me enteré", recuerda el padre. "A la una de la mañana me
llamó migración y me preguntó si yo sabía que estaba mi hijo acá. Yo tenía
miedo de que me deportaran, pero sabía que la policía no tiene derecho a tocarme,
mientras que tú no hagas nada, no pueden hacerte nada me había dicho una
amiga", explica.
Diez días después, Gelber llegaba por avión a Albany, Nueva York, adonde
su padre lo fue a recoger. Solamente en ese estado, entre enero y julio de este
año, más de cuatro mil jóvenes fueron reunidos con un familiar.
Los albergues
Entre el Valle de Hudson, la ciudad de Nueva York y Long Island hay unos
dieciséis albergues con diferentes capacidades, a los que se envían a los
jóvenes detenidos en la frontera, mientras que se les encuentra el familiar o
la persona que los patrocinará.
En el Valle de Hudson en los últimos meses abrieron sus puertas dos de
esos albergues: uno en Kingston y otro en Poughkeepsie, con una capacidad
conjunta para recibir a una treintena de menores de 12 a 18 años.
Algunas de esas residencias también funcionan como centro de detención
para delincuentes juveniles, aunque se mantiene a los grupos separados. Tal es
el caso de Lincoln Hall, en el condado de Westchester, que tiene capacidad para
recibir a 184 niños inmigrantes varones de 12 a 18 años de edad, quienes suelen
pasar allí un promedio de 25 días.
¿Qué hacen durante ese tiempo?
Gabriela Pragman, coordinadora de control de calidad en esa institución,
explica que "en cuanto llegan se les hace un revisión de salud, se les dan
las vacunas, se les hace una prueba educacional, para saber cuál es su nivel y
poder mandarlos a la escuela. Cada mañana tienen clases de inglés, de natación,
de fútbol, de computación, carpintería o cocina. Todos los niños que salen del
albergue salen con sus vacunas y una tarjeta de notas para poder anotarse en la
escuela directamente".
Pero no hay que olvidar que a pesar del trato humanitario, los niños
están en proceso de deportación.
¿Cómo consiguen ayuda legal?
Como parte de las regulaciones para niños inmigrantes sin acompañante
(UAC, según sus siglas en inglés) a la semana de haber llegado al albergue, los
jóvenes deben recibir una presentación llamada Conoce tus Derechos, que en esta
parte de Nueva York suele estar a cargo de Caridades Católicas en la que
abogados explican diferentes posibilidades y entrevistan a cada uno de los
menores, quienes a veces consiguen consejería legal gratuita, y a veces no.
Los recursos
A través de un panfleto, se les explica a los menores y sus patrocinadores
que dependiendo de cada caso, podrían ser elegibles para solicitar estatus
legal de inmigración para una visa juvenil (SIJS); asilo; la visa U; la visa T;
protección bajo la ley contra la violencia hacia las mujeres (VAWA); o
peticiones familiares que les den acceso al permiso de residencia permanente en
los Estados Unidos.
Del otro lado, están la orden de expulsión y la salida voluntaria. Cada
una de estas alternativas, en especial las relacionadas con permanecer en el
país, requieren una consulta con un abogado calificado.
La abogada de inmigración Miryam Antúnez de Mayolo, recomienda prestar
atención al documento que reciben las personas no mexicanas que cruzan la
frontera ilegalmente, conocido en inglés como "Notice to Appear", o
notificación para comparecer en la corte.
"El problema es que muchos creen que el "Notice to Appear' es
un permiso para entrar. En realidad es el documento que da inicio al proceso de
deportación. Conservar ese papel es muy importante, pues no sólo sirve para
tener un registro del caso, sino también para poder solicitar el cambio de
jurisdicción luego de mudarse a otro estado. Sobre todo ahora, cuando mucha
gente que entra tiene fundamentos que les permiten pedir ciertos beneficios. Lo
peor que se puede hacer es ignorar o botar cualquier documento que le presente
un oficial de inmigración. No presentarse a la corte es renunciar al derecho al
debido proceso", explica la abogada Antúnez de Mayolo.
Por su parte, Gerardo Gutiérrez, abogado de inmigración y de familia,
asegura que "no se puede clasificar a todos los niños que llegan como
refugiados, ya que los refugiados buscan asilo y es muy improbable que el
gobierno le otorgue asilo a todo el mundo".
Gutiérrez explica que obtener la visa juvenil es un proceso caro y
complicado ya que el menor de 21 años [la mayoría de edad en Nueva York es 21
años] debe presentar su caso primero ante la corte familiar del condado donde
reside y luego ante la corte migratoria.
"En la corte familiar hay que probar que ha sido abandonado por uno
de sus padres. El menor no debe estar casado y debe probar su nacionalidad,
entre muchos otros requisitos. Al estar abandonado [por uno de sus padres, no
por otro familiar] se hace una petición de tutela legal. La corte familiar
revisa el caso y si el juez lo declara abandonado, emite una sentencia
especial, llamada en inglés "Order of Special Findings". Con esa
sentencia, el menor entonces puede comparecer ante la corte de inmigración y
solicitar una tarjeta de residencia ya que le sería muy perjudicial regresar a
su país. El resultado final depende de los antecedentes y las pruebas que se
presenten. Es un procedimiento legal para jóvenes que están aquí, con una
deportación pendiente, o no. Es una interesante fisura en el sistema legal,
pero como están llegando tantos menores, el sistema no está dando abasto,"
concluye Gutiérrez.
De los limitados recursos disponibles en nuestra región es algo de los
que puede hablar Emma Kreyche, coordinadora del Centro de Justicia para
Trabajadores de Nueva York.
"He estado buscando servicios de asistencia legal desde febrero y
ha sido muy difícil". Claro que también existen abogados privados, pero
Kreyche razona que muchas personas no pueden pagar lo que cobra un abogado
privado, entre siete mil a 10 mil dólares, o incluso más.
"Otro problema es que muchos de los abogados familiares no conocen
el sistema de inmigración, y muchos abogados de inmigración no saben cómo
manejar la cuestión familiar. Por eso, estamos tratando de organizar una
capacitación para abogados de corte familiar y de inmigración. No sólo
necesitan ayuda legal, sino también otras ayudas como servicios de salud
mental", explica Kreyche.
En agosto, la organización sin fines de lucro Caridades Católicas
anunció que estaba expandiendo sus servicios y contratando a más abogados y
asistentes legales para poder servir a 500 niños inmigrantes que se encuentran
en todo el estado de Nueva York.
Gelber pensaba muchas cosas antes de venir.
"Pensaba que era más bonito. No sabía nada de Kingston". Ahora
tiene amigos de Honduras, Guatemala y México en la escuela, a la que volverá a
comienzos de septiembre para seguir aprendiendo inglés. Sueña con ser
licenciado.
Mientras tanto, él y su padre no saben qué va a pasar, "sólo Dios
lo sabe", coinciden.
Más información
Llame a la Línea directa de los Padres 1-800-203-7001 para localizar a
sus hijos al cuidado de las ORR.
Llame al Sistema de Información de la Corte de Inmigración 1-800-898-7180 para enterarse si
tiene que presentarse ante la corte.
Llame a la Línea de Patrocinadores de Menores Inmigrantes de Caridades
Católicas al 1-888-996-3848 para consultas legales.
Asista al Programa de Orientación Legal para Patrocinadores de Menores
UAC el jueves 25 de septiembre a las 6pm en la oficina de Caridades Católicas,
División de servicios de inmigración y refugiados, en el Armory Unity Center,
321 S William St, Newburgh NY.
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