Venezuela: De una burguesía lumpen a la peligrosa lumpenización de la sociedad
Entrevista con el luchador socialista y periodista venezolano Modesto
Emilio Guerrero a propósito de su libro urgente “Una revuelta de ricos” y la
reivindicación político-militar del poder comunal.
“Esta consideración
dialéctica de la totalidad (…) es verdaderamente el único método que permite
reproducir y captar intelectualmente la realidad. La totalidad concreta es,
pues, la categoría propiamente dicha de la realidad.”
György Lukács
Andrés Figueroa Cornejo
“Una revuelta de ricos: crisis y destino del chavismo” se titula la
última producción del luchador social y político, periodista y académico
venezolano residente en Argentina, Modesto Emilio Guerrero (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=169381).
Para el lanzamiento del libro por la editorial Herramienta (http://www.herramienta.com.ar/) no sólo se
escogió el Hotel Bauen, la emblemática cooperativa de trabajadores/as situada
en el ombligo de la metrópolis porteña, en riesgo permanente de sobrevivencia y
donde hoy sus hacedores exigen la aplicación de la ley nacional de expropiación
para laborar tranquilos. También es, accidentalmente, el mismo 16 de junio en
que la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó la cancelación de los llamados
fondos buitres por el Estado argentino, colocando al fisco en una eventual
situación de quiebra y reendeudamiento eterno y, por extensión, intensificando
los efectos antipopulares del ajuste económico oficializado hace un semestre
por el actual gobierno.
Pero quien nos convoca, Aldo Casas, miembro del comité editorial de
Herramienta y revolucionario de toda la vida, abre los fuegos acusando que “la
izquierda argentina tiene una deuda política-histórica por no ser capaz de
aprender lo que nos enseña la lucha de clases en Venezuela. Hay una parte de la
izquierda argentina, incluso de la que se reivindica revolucionaria, que casi
incomprensiblemente ante la revolución venezolana actúa como si no existiera el
imperialismo norteamericano amenazándola cotidianamente”. Aldo, recorrido y
crítico, promotor y productor del debate para la acción rebelde, añade que “los
diputados más despiertos de la burguesía en Argentina se tomaron el tiempo de viajar
a Venezuela para expresar su solidaridad a los grupos reaccionarios que
intentan desestabilizar el proceso allá en marcha. ¡Qué vergüenza que diputados
de izquierda no hayan sido capaces de hacer lo mismo con el pueblo venezolano!
Y la franja de la izquierda argentina que nos reivindicamos bolivarianos y
chavistas tampoco hemos internalizado el profundo debate de ideas y
experiencias sociales, políticas y económicas que emanan de su curso y
ejemplo.”
Ahora bien, esta entrevista es con Modesto Guerrero. Mientras apresuro
la grabadora pienso en la deuda periodística con Aldo. Concéntrate Figueroa, me
espeto y arranco con lo obvio.
La formación pendiente del pueblo
-¿Por qué el libro, Modesto?
“Porque su urgencia arrancó el 12 de febrero de 2014. En Venezuela
estaban matando gente y en el mundo se creía que el gobierno mataba a la gente.
Lo que ocurrió en Venezuela y que hoy se redujo a casi nada, las “guarimbas” (http://www.rebelion.org/hemeroteca/venezuela/040317danglades.htm), se encuentran en
un 1,5%. Casi no se les ve, se resguardaron y uno puede afirmar que fueron
contenidas. En esa acción, en esa batalla, fueron derrotadas.
Y mi texto tiene un claro objetivo polémico debido a que en la propia
Venezuela se discute poco. Por eso lo escribí polémico y riguroso. Y por
supuesto que hay algunos de los nuestros que realizan análisis. Pero si en
general no se polemiza lo suficiente fundadamente, se cae en un practicismo
acotado a planes y programas que muchas veces dificulta nuestra tarea
estratégica y facilita la del enemigo que ya cuenta con poderes
extraordinarios. Durante la última ofensiva en contra del proceso, 82
periódicos de América Latina pertenecientes a tres cadenas que son fuentes de
innumerables medios se pusieron de acuerdo para publicar diariamente media
página o una completa atacando al gobierno bolivariano. Al respecto, desconozco
precedentes. Y si existen problemas de comprensión, formación y desinformación
del proceso en Venezuela misma, hay que imaginar lo que pasa en Argentina y en
el resto del mundo.
“Una revuelta entre ricos” pretende aportar de manera sencilla a la
clarificación documentada de los pueblos y de la izquierda.”
-¿Quieres decir que hay individualidades en Venezuela que sí son capaces
de problematizar desde el propio proceso, pero ello no logra democratizarse
entre el conjunto del pueblo bolivariano?
“En Venezuela sobran cuadros políticos. Lo que falta es una acumulación
político-cultural que está en una situación todavía frágil y no ha dado el
salto de calidad hacia la construcción de Estados Mayores –o llámalos como
quieras: movimientos, partidos, etc.- para enfrentar adecuadamente el presente
período. Sobre todo porque, desgraciadamente, Venezuela es el único país donde
se ha logrado constituir un poder comunal o popular.”
Todo el poder a las comunas
-¿Qué quieres significar con poder comunal?
“Que hoy existe un fenómeno masivo de organización de los de abajo que
cuenta con bastante autonomía para decidir cuándo y qué apoyar, y que en un
sentido es más avanzado que el de Chile de la última parte de la Unidad Popular
(comandos comunales) o el de Bolivia de 1971 (asamblea popular). ¿Por qué?
Porque cuenta con un programa político que se llama Golpe de Timón (http://www.sibci.gob.ve/2013/10/descargue-aqui-la-transcipcion-de-%C2%A8golpe-de-timon%C2%A8-del-comandante-chavez-en-octubre-del-2012/),
más el Programa de la Patria (http://blog.chavez.org.ve/programa-patria-venezuela-2013-2019/#.U6GDVfl5OAU), los cuales no
tienen nada de abstracto ni limitado. Son socialistas por el vértice y ofrecen
una dirección a la fuerza social acumulada en esos movimientos. Y sobre la
defensa armada del poder comunal, más de 9 mil comuneros acaban de acordar con
Maduro y el ministro del Interior la organización de cuadrantes para la
protección militar de las comunas. Lamentablemente esta realidad no existe en
Ecuador ni en Bolivia.”
Ni golpe de Estado ni guerra civil
-Volviendo a la crisis que se inició el 12 de febrero último, ¿a causa
de qué se multiplicó tanto la ocurrencia mediática de un “golpe de Estado” no
sólo en la prensa burguesa, sino también en la hermana y simpatizante del
gobierno?
“Para mí no fue un golpe de Estado. De hecho, si así hubiera sido estaríamos
recibiendo exiliados a esta hora, porque les habría ido bien. Un golpe de
Estado en una acción seca, rápida, contundente, breve y que modifica un régimen
entre 24 a 72 horas. Dispara al centro de la organización sistémica del Estado
y cambia su eje. Se hace con militares sustituyendo personas, organismos y
punto. En este caso, al no ser un golpe de Estado, entonces fue más peligroso.”
-¿Por qué más peligroso?
“Al principio pensé que se empleaba esa expresión con el objetivo de
demonizar al enemigo y porque en Venezuela existe una sana memoria del golpe de
Estado que fue derrotado el 2002. Nadie puede dar un paso adelante si no usa
sus conquistas. Sin embargo, cuando vi lo que aconteció al pasar del tiempo, la
mantención del gobierno y los movimientos bolivarianos, que no hubo ningún
cambio de régimen ni de gobierno, entonces a los 8 días ya no se trató de un
golpe de Estado. ¿Dónde estaba el “partido militar” para el golpe de Estado?
Lo que me resultó peligroso fue que no solamente las megacorporaciones
mediáticas enemigas del gobierno bolivariano emplearan ese lenguaje. ¡Gente de
izquierda lo usaba y lo creyó! Aquí en Argentina escuché barbaridades al
respecto de militantes marxistas tanto nativos como venezolanos. Aún subsiste
mucha ingenuidad en la izquierda latinoamericana que se impacta con las
palabras sin refrendarlas con los hechos, y sin capacidad de poner en duda los
discursos.”
-Incluso se habló de guerra civil…
“En el sentido clásico no podía hablarse de guerra civil porque no se partieron
territorios con ejércitos en bandos separados. Y además la técnica del golpe de
Estado es una de las formas de la guerra civil. Lo de Venezuela tuvo
aspecto de golpe de Estado porque toda iniciativa contrarrevolucionaria se le
parece. En consecuencia, como no pudieron hacer ni golpe de Estado y menos
guerra civil, se acudió a formas de lucha de baja intensidad. Es decir, lo de
Venezuela se acercó más a lo de Ucrania que a lo de Siria.”
Fascismo a la venezolana
-¿Y qué hay de los “brotes fascistas” en Venezuela?
“A diferencia de muchos países del continente, en Venezuela nunca
antes hubo un sujeto fascista (salvo un episodio en los años 40 y un candidato
presidencial en las elecciones de 1974). Hoy en Venezuela el fascismo tiene 7
organizaciones con objetivos claros que he logrado identificar. Sin dudas, son
muchas más.”
-¿A qué se debe?
“A que por primera vez en Venezuela durante 14 años existe un gobierno
de izquierda que impone dos problemas a la derecha. Gana todas las elecciones,
verificadas por la Comisión Carter y por todos los partidos
democrático-burgueses de América Latina; y es un gobierno que levanta banderas
socialistas en el imaginario de una inmensa parte del pueblo venezolano y del
mundo. Ello no es soportable para ninguna derecha ni para el imperialismo. Es
decir, la derecha no puede ganar mediante votaciones, no puede ganar a través
de golpes de Estado y ahora están viendo qué hacen para intentar ganar con
métodos sacados de las guerras de cuarta generación o de baja intensidad, o con
técnicas de guerra civil larvaria.
Y sucede que Maduro no modifica el carácter del gobierno, es decir, no
negocia ningún pacto de gobernabilidad con la burguesía, a pesar de que el
Estado se maneja sobre la propiedad privada todavía. Y no se pacta con la
burguesía tal como Hugo Chávez lo propaló convincentemente entre la mayoría
plebeya del país.”
-Tu libro es un texto urgente, de actualidad en curso, de análisis y
lectura de la realidad dinámica de la lucha de clases en Venezuela…
“Su mérito es su problema: que fue
hecho a las apuradas. Si ahora mismo lo escribiera de nuevo no modificaría los
conceptos que, en general, apuntan a la tendencia correcta. Sí explicaría el
fascismo de otra manera. Creo que es más complicado el uso de la categoría
fascista sin antes dar cuenta de una caracterización más concreta de la
formación y conducta históricas de las clases sociales en Venezuela. El
carácter del fascismo venezolano tiene que ver tanto con el carácter de la
propia burguesía en el país, como de todas las clases de la sociedad. Allí es
donde se descubre una fisura lumpen en la ligereza del comportamiento histórico
de la burguesía de Venezuela que nunca necesitó trabajar ni producir. Siempre
se trató de un Estado Nación sobre un chorro de petróleo. Se le quita el chorro
de petróleo y se derrumba el Estado Nación. Esa impronta permeó a toda la
sociedad. Por ello también tenemos una izquierda con elementos de conducta lumpen
y una parte de la militancia chavista y bolivariana con tendencias de ese tipo.
He aquí un problema grave cuando queremos triunfar frente a un enemigo tan
poderoso.”
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