Argentina y su trato a los refugiados en juego:
Oswaldo Quispe es
pueblo migrante y peruano.
Ollanta Humala lo
persigue
“Alejarse! ¡Quedarse!
¡Volver! ¡Partir!
Toda la mecánica social
cabe en estas palabras”
César Vallejo
Andrés Figueroa
Cornejo
1. En Argentina
trabajan y luego del trabajo, viven más de 300 mil peruanos. Uno de ellos es
Oswaldo Quispe. Fue detenido en Buenos Aires hace pocos días por una
exigencia de extradición del gobierno peruano. Oswaldo está casado con una
mujer argentina, reside hace años en el país y cuenta con el Documento Nacional
de Identidad argentino. Para esa legalización es imprescindible carecer de
antecedentes penales, captura o requerimientos. Pero ahora Ollanta Humala lo
quiere preso, como presos de la miseria y del programa económico antisocial
impuesto por los intereses de EEUU está la mayoría de los peruanos. El país
andino es el que acumula más incumplimientos de sanciones internacionales por
violaciones de los DDHH en América Latina. Como también Ollanta Humala
acumula incumplimientos a sus promesas electorales en todos los ámbitos.
Incluso en lo concerniente a su discurso anti-corrupción, pilar de su campaña
en el 2011.
2. De hecho, Perú
junto a México, Colombia y Chile forman la llamada Alianza del Pacífico, una
suerte de tratado pro norteamericano de carácter financiero, comercial y
geopolítico para intentar contener las dentelladas del expansionismo chino. Y
no es que China sea un poder más benévolo que el imperialismo estadounidense.
En la actual dinámica de la disputa de mercados por los Estados corporativos
centrales (EEUU, Unión Europea, Federación Rusa, China), América Latina y el
Caribe es periferia geoestratégica.
Asimismo, la eventual Asociación Transatlántica de Comercio e Inversiones entre
Europa y EEUU, requiere el territorio humano y ecosistémico latinoamericano
para alimentar sus ganancias devenidas de las transnacionales energéticas. Lo
necesita para competir en mejores condiciones con Asia y para la
reproducción y concentración capitalista, y mantener su dominio inestable. Por
ello los Estados hegemónicos echan mano al extractivismo de hidrocarburos
mediante el ‘fracking’ o explotación vía fracturas hidráulicas. Precisan no
sólo de aranceles ‘bonsái’ para hacerse de los recursos naturales, sino también
la destrucción de toda normativa ambiental y laboral que encarezca sus
inversiones. Para eso están en plena carrera armamentista, inaugurando la nueva
versión de la Guerra Fría a través de su puesta en escena en Medio Oriente.
3. Yo sé que Oswaldo
Quispe ama a su pueblo, al Perú triturado históricamente por el
empobrecimiento. Lo escuchaba atentamente junto al radiocontrol mientras él
colaboraba en un programa de Radio Sur, justo antes de la hora al aire y por
internet que hacíamos con el chileno Félix Herrera y el uruguayo Jorge Olivera
en la misma emisora independiente. También estuve con Oswaldo en una reunión en
la sede Capital de la Central de Trabajadores de Argentina en una ronda de
migrantes e indígenas. Oswaldo me invitó y yo fui porque su corazón y su cabeza
amablemente se sincronizan cuando explican con la voz y las manos agigantadas
por la explotación. Y también fui a la reunión porque los migrantes
fronterizos en Argentina enrolan las filas del trabajo en negro y buena parte
es fuerza de trabajo precarizado. Es decir, pintan tanto para sujeto de
derecho, como para sujeto social transformador. Todavía no, pero más adelante,
sí.
Sé que hoy el
presidente peruano acosa a muchos que votaron por él. Y sé que, sin pruebas,
persigue a Oswaldo Quispe en Argentina.
Yo ayudé en Chile a
los migrantes peruanos que hicieron la campaña de Humala. Recibimos a los
dirigentes de Gana Perú en un costado de la Plaza de Armas de Santiago. Se
trataba de líderes notables de la izquierda peruana concentrados en la esquina
más radical del comando de campaña de Ollanta Humala. No teníamos por qué no
creerle a luchadores con expedientes legendarios. Pese a tanto palo y duro, mis
hermanos peruanos son gente esperanzada.
Luego vino la traición
de Humala a su relato nacionalista y pop -medio inspirado en el chavismo y la
Bolivia de Morales- que en poco tiempo ha convertido a Perú en una de las
economías más abiertas del mundo, profundizando la desigualdad social y
consolidando las claves del fujimorismo, o la forma nacional peruana de la
expoliación privada y sin límites de seres humanos y naturaleza.
Oswaldo Quispe está a
punto de ser extraditado desde Argentina al Perú de la justicia de opereta y
las celdas de pesadilla. Sin más ataduras que mis convicciones, sé que Oswaldo
es un comunicador social al servicio de los intereses de los oprimidos y su
labor es un trueno liberado en mitad de la noche sorda y cerrada de
Latinoamérica y Argentina y Perú y tantos nombres que distancian a mujeres y
hombres similares. Somos una sola humanidad con Oswaldo. Entonces que no sea
extraditado. Que la solidaridad se torne brusca y abrumadora. Que el gobierno
argentino no condescienda a la administración antipopular de Ollanta Humala.
Que Oswaldo Quispe sea puesto en libertad, y el camino bese nuevamente la palma
dura del pie. Que se espante el miedo y la indiferencia y la crueldad y la
xenofobia. Que Oswaldo Quispe siga comunicando sus ideas enrojecidas y con
sentido por las radios del pueblo.
Abran esa reja
mugrosa. Hay un hombre íntegro adentro.
*Para solidarizarse
con Oswaldo hay que escribir a su defensa legal a la dirección elnegrosoares@yahoo.com.ar
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