Chile - Independencia y el Socialismo

Posted by Correo Semanal on miércoles, octubre 02, 2013


Si hubiéramos vivido cuando Chile era colonia española, nuestra única alternativa como criollos que vivían de nuestro trabajo, era haber luchado por un movimiento independentista, para liberarnos del yugo de la corona española.

Pero hoy día esa lucha como trabajadores, no puede ser otra que antiimperialista, reconocer la lucha de clases existente, y enmarcados en esta, debemos reclamar nuestra soberanía. Queremos un Chile completamente libre de las manipulaciones económicas y políticas que utilizan los estados imperialistas contra los países atrasados. No jerarquizamos ni priorizamos la independencia sobre el socialismo o viceversa, sino que vemos esta como una lucha sola. Lucha ardua, pero ineludible.

Como país manejado por la economía capitalista de los países imperialistas, principalmente de lo EE.UU., sufrimos una dependencia económica, política, evidenciada por ejemplo, por medio del control de asuntos de defensa “contra el terrorismo”, tratados de “libre comercio”, relaciones exteriores, migración, comunicaciones, comercio exterior,transporte aéreo y marítimo, explotación de nuestros recursos naturales, la agricultura entregarla a Monsanto, etc.

Los sueldos son miserables. Los trabajos disponibles son como dependientes en los hipermercados, los malls o cadenas transnacionales que ofrecen trabajos a medio tiempo para evadir responsabilidades patronales. Todo esto destruye nuestra calidad de vida, siendo el aumento del consumo de drogas un mayor mal, enfermando y criminalizando a nuestra gente. Mientras los políticos y altos empresarios se enriquecen impunemente. La independencia que hoy estamos celebrando ha sido expropiada, por los ricos, para que los chilenos se gobiernen bajo el sistema capitalista, en el que los ricos gobiernan a los pobres bajo el yugo de la explotación. Lo mismo sucede con nuestros hermanos en América Latina, Asia, Medio Oriente, África. Nuestra mentalidad es colonizada por el bombardeo del mercado que promueve una estética occidentalistas, en la que el referente es la vida “a la americana”, en contraposición a nuestra cultura y los intereses de los trabajadores y los pueblos.

Junto con celebrar la primera independencia, creemos que la sociedad debe redundarse sobre bases de igualdad y solidaridad entre individuos que la componen. El neoliberalismo es el sometimiento al imperio del mercado donde las barreras nacionales caen para el libre flujo del capital, y los gobiernos se limitan a una “democracia restringida” utilizando métodos de estado policial. Las tendencias neoliberales apuntan a una polarización social ante los sectores poseedores y los desposeídos, desarrollando desde su seno, el sistema capitalista, un proceso que definitivamente pone de manifiesto las más cruentas luchas entre los sectores antagónicos en nuestra sociedad. Las relaciones entre explotados y explotadores, en nuestros días, toma un carácter más marcado ante las dinámicas gerenciales y desreguladoras del capital, como el trabajo subcontratado, resumiendo estas dinámicas en el enriquecimiento de las minorías a cuesta de las mayorías.
Trabajar por un Chile socialista significa luchar por una educación, salud, vivienda y gratuita, accesible a todos con igualdad y excelencia. Como en el caso de la lucha de los estudiantes, busca llevar a la realidad, nuestra visión de lo que debe ser nuestro Chile. Buscamos crear una nueva hegemonía social que sustituya la ideología del capital Sabemos que para ese cambio de ideología hay que acabar radicalmente con todos los espacios donde ricos oprimen a pobres y asumir así el control de esos espacios. No observamos el camino al socialismo como una búsqueda utópica o ideal. El socialismo al cual aspiramos, no tiene nada que ver con ese que practican los dirigentes comunistas y socialistas reformistas, parlamentaristas y los burócratas de los antiguos países del este de Europa, es uno que garantice un proceso democrático, en sus manifestaciones más radicales.

Un socialismo que fomente el pluralismo y la diversidad, que reconozca la disidencia, que rechace el dogmatismo, la burocracia, el sectarismo, que no sea autoritario, que garantice las libertades civiles individuales, que fomente la libertad de expresión y organización, una mejor calidad de vida, que no fomente las doctrinas militaristas; un socialismo con gran capacidad de transformación ante la adversidad y que reconozca la necesidad de un desarrollo económico sustentable.

Hoy, la izquierda se mantiene debilitada y fragmentada; debemos buscar la unidad en la acción para adelantar nuestra lucha y nos valemos de la crítica y la autocrítica como el instrumento para aprender sobre las experiencias políticas ganadas en el camino a la independencia y el socialismo. Además, entendemos que la aspiración socialista más alta debe ser la creación de un ser humano nuevo, que sus valores más altos sean su capacidad para amar, para ser solidario y que reconozca la necesidad de convivir en una sociedad que esté unida por lazos de cooperación y no de dependencia y opresión. Entendemos que estos cambios conllevan una ardua lucha, pero unidos al pueblo, confiamos en alcanzar la victoria.

Disfrutemos la empanadas y una copa de vino, para que las fiestas patrias venideras sean por la Independencia y el Socialismo y eventualmente los Estados Unidos Socialistas de America Latina.

Diego Carmoni Septiembre, 2013