NO A LA DICTADURA MORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA. SÍ AL DERECHO AL ABORTO.

Posted by Correo Semanal on lunes, julio 15, 2013

Luis Mesina M.


Después de conocer el estremecedor caso de abuso de una menor de 11 años por el conviviente de su madre y que se halla embarazada, hay que iniciar una fuerte campaña a favor del ABORTO. No hay derecho a que el Estado chileno, sus instituciones, las iglesias, y todos los sátrapas de la derecha que se oponen a todo aquello que beneficie a los más humildes y pobres del país sigan negando este legítimo derecho. El acceso al aborto debe constituirse en un derecho fundamental, especialmente el terapéutico, el no viable y el provocado por violación. Es un derecho y debemos incorporarlo como parte de las demandas de Chile. Debemos exigir en este periodo  que los presidenciables lo incorporen como parte de los programas. Esta demanda que los poderosos, los momios y los de doble moral combaten y niegan a las chilenas es muy grave y hace daño. Hay que escuchar a las víctimas. Negar y rechazar la moral de los que opinan como Allamand que se opuso al Divorcio y terminó casándose con otra inmoral como Marcela Cubillos, ambos votaban en contra del divorcio. Basta de dar la palabra a los pedófilos, a los curas e inmorales. Que la mujer decida sobre su cuerpo, es un derecho en el Siglo XXI

NO A LA DICTADURA MORAL DE LA IGLESIA CATÓLICA.
SÍ AL DERECHO AL ABORTO.

Chile junto a cinco países prohíben el aborto terapéutico, es un anacronismo violento en el Siglo XXI. La evidencia científica ha demostrado cuanto daño hace a la persona humana el proscribir derechos esenciales como el derecho al aborto, especialmente cuando se trata del terapéutico, del aborto eugenésico, y del aborto por violación. ¿Qué derecho tenemos nosotros, los hombres y la sociedad de decidir acerca de su vida, de su salud, de los derechos de una mujer cuya SALUD FÍSICA Y PSÍQUICA se convertirá en una tragedia. Que autoridad MORAL tienen los curas y la Iglesia que ha sido condenado por las prácticas más abyectas contra las personas, por su pedofilia y abusos reiterados contra personas humanas. Hay que luchar por despenalizar el aborto que afecta principalmente a los sectores más pobres de nuestro país. A las niñas y niños de estratos socioeconómicos vulnerables. No podemos permitir que los inmorales nos sitúen en un campo de discusión filosófica acerca del inicio de la vida. No podemos permitir que un embrión a las 8 semanas que no mide más de 3 mm (menor tamaño que una lenteja), cuyo desarrollo pone en peligro la vida de una persona humana, de una mujer, impida otorgar derechos fundamentales a  éstas para abortar. No es una discusión  filosófica porque caeríamos en la trampa del " llegar a SER", un sólo dato, en el planeta más de 600 millones de niños se mueren de hambre y estos inmorales son los responsables pues concentran la riqueza exageradamente. 

 Acto Potencia.(Aristóteles) El Huevo puede convertirse en Gallina, pero un huevo vale $100 y una Gallina vale $4.000. Entonces quien tiene más valor, un embrión que no tenemos certeza de que pueda convertirse en "persona" pues la NATURALEZA, más sabia que la ciencia y que la filosofía, se encarga de eliminar millones de embriones que nunca llegan a convertirse en personas. Entonces, la discusión es práctica, ética, no es moral, debemos responder la pregunta ¿Quién garantiza los derechos de esa persona, niña, adolescente o adulta que ha sido violada? ¿Quién? La Iglesia, no. Nadie, y como nadie garantiza, ella, la mujer  debe tener la capacidad y el derecho de elegir a abortar. Los que no estén de acuerdo, pues bien, respetable su postura, que no aborten; pero, no pueden imponernos a la mayoría sus fundamentalismos. La burguesía cuando una niña de ellos se embaraza, sea cual sea la razón, y no desean esa criatura, concurren con todo su dinero a las mejores clínicas a abortar, ¡Ah! y de cabecera acompañados por un sacerdote para excomulgar inmediatamente el pecado cometido, total después para ellos el mundo sigue igual. Para la mayoría, para los pobres del mundo y de Chile no hay alternativas, debemos garantizarle ese derecho fundamental, es un derecho humano por el cual debemos luchar. Llegó la hora de salirle al paso a estos fundamentalistas de doble moral. En el Siglo XXI las mujeres deben tener derecho al aborto, deben tener derecho a decidir sobre su cuerpo.