Desastre en China refleja condiciones inseguras en los trabajadores
El lunes 03 de junio 2013, un incendio en la planta avícola de
Baoyuanfeng ubicada en Dehui, provincia de Jilin, al noreste de
China, se tornó en un desastre sin precedentes, resultando con el
saldo trágico de aproximadamente 120 trabajadores fallecidos, unos 70 heridos y
cuantiosas perdidas económicas.
Según declaraciones de un funcionario del departamento de propaganda del
Partido Comunista en Changchun, quien pidió no ser identificado, se habría
detenido a un alto funcionario de la empresa y los activos restantes de la compañía habrían sido confiscados.
Según informó la agencia estatal de noticias Xinhua, el incendio comenzó
en un taller que tenía sólo una puerta abierta y fue originado por la explosión
de una fuga de gas de amoniaco usado en la planta como refrigerante en las
maquinas congeladoras. Unas 300 personas estaban trabajando en el
interior y no estaba claro cuántas personas estaban desaparecidas.
Según declaraciones de Guo Yan (39) una mujer trabajadora del lugar,
sobreviviente de este incendio, las
salidas de la planta estaban cerradas y solo existía disponible una vía de
salida-escape estrecha. La única
salida habría sido bloqueada por la misma gente que pugnaba por salir.
Agregó que las otras salidas estaban cerradas como medida de control para restringir
los movimientos de los trabajadores, quienes reciben un salario de unos 325
dólares mensuales.
La empresa avicola Baoyuanfeng cuenta con alrededor de 1200
trabajadores y su producción anual es de 67,000 toneladas de productos de
pollo.
El siniestro en esta planta de procesamiento de aves de corral es
considerada como la más mortífera catástrofe del país en los últimos 12 años.
Residentes de los alrededores de la planta fueron evacuados por la policía ante
el temor de nuevas explosiones. Las perdidas económicas en este desastre
se añaden a las perdidas ocasionadas por la gripe aviar H7N9 que ha causado
unas 39 victimas este año. Según cálculos del gobierno la industria de aves en
China estaría perdiendo unos 6.5 millones de dólares.
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