Chile - LA CASTA POLÍTICA
Hugo Farias Moya
En las movilizaciones de los años
ochenta por recuperar la Democracia, asesinada por los militares el 11 de
septiembre de 1973, y en esas jornadas hasta sangrientas, se planeaba desde ya
como sería el futuro gobierno. La “democracia”se consigue después de la jornada
del plebiscito donde Pinochet perdió su consulta. En ese tiempo un puñado de
familias de políticos oligarcas, apodada en otros tiempos como “pelucona”,
aniquila a los “pipiolos”. Si bien estos últimos también venían de los pelucones,
pero eran los más revolucionarios o exaltados, o más bien los que querían
reformas más fuertes y distantes de la dictadura. Detrás de todos ellos estaba
el pueblo, los pobladores, los estudiantes, los trabajadores y otros
espectadores que sirvieron como carne de cañón de la gesta emancipadora. Son
los que pusieron la tragedia, el sacrificio y el dolor. Muchos del estado llano
entregaron a la causa de la justicia a hijos, padres, hermanos, abuelos. Todos
ellos se jugaron el pellejo en las calles y la clandestinidad. En cambio la
fracción triunfante, es decir de los oligarcas, de la casta política, de los
apellidos dinásticos, de los que antes tenían el poder y lo querían recuperar
se graduaron de buenos negociadores. El estado llano presenciaba alegre como se
iban para la casa los asesinos y los represores. Muchos creyeron y creímos que
los culpables del genocidio pagarían sus culpas en la cárcel. Craso error la
casta política tenía otros designios para el pueblo.
La
historia siempre se repite. A la casta política los vemos siempre con distintos
discursos y en diversas coaliciones gubernativas. Incluso en regímenes de
izquierda figuran en gloria y majestad. Ello se debe quizás a la hipnosis que
generan sus aristocráticos apellidos y su condición de blancones. Es frecuente
que en familias numerosas ubiquen parientes en todas las reparticiones públicas
o de los partidos políticos. Con esta estrategia siempre flotan e influyen. Los
hemos visto en todos los gobiernos, ejemplos hay por doquier. Piñera presidente
de la República por la Derecha y su hermano Pablo dirigente de La Concertación.
Viera gallo emparentado con de derecha y primo de los próceres de la
oligarquía. Frei hay en todos lados, derecha, centro e izquierda y no sigo con
más ejemplos para no seguir aburriendo mas. Todos ellos nacieron para mandar y
no para obedecer. Son como la Cordillera de Los Andes, parte de nuestro
paisaje. Son aquellos que se denominan que tienen “óptimo olfato”. Hay otros
que a punta de intrigas, de cuchilladas, o simple desconocimiento de cómo
cambian los tiempos, como el Senador Escalona, no le gusta que otros ocupen su
lugar, se resisten a entregar el mando. Es como la dinastía de Ricardo Lagos
padre e hijo. Frei padre, hijo, primos; o los Walker que las ofician casi toda la
familia como parlamentarios.
Toda
esta oligarquía política se les puede contemplar siempre en situaciones de
conducción, tanto en las megaempresas como en La Moneda. Como frecuentan
colegios privados o “jai”, es decir del barrio alto y bilingüe, ganan las becas
para Universidades de EEUU o Inglaterra. Los prefieren siempre por los
apellidos nobles y el pigmento blanco o rosado, pero nunca oscuros. Copan los
Ministerios y no como suches sino como jefes. Vuelvo a reiterar el fenómeno se
produce bajo cualquier gobierno; antes fueron los pelucones, después los
conservadores, posteriormente los radicales y ahora último la derecha y La
Concertación. Todos ellos unidos en un solo fin gobernar para sus intereses. A
veces le entregan un poco de algo al populacho para que salga a votar por ellos
nuevamente en la próxima elección.
Como
comentario final me voy a referir a la teleserie de la décima región donde mi "Führer" Escalona no
quiere entregarle el mando al Ex Alcalde de Puerto Montt R. Quinteros. Creo que
allí se dará la mayor pelea de la casta política, un pelucón y Santiaguino
versus un pipiolo y provinciano.
Que gran artículo el citado por Hugo Farias. También está la familia Guirardi, padre Concejal, hermana Alcaldesa y ahora Diputada y otros mas que ahora no me acuerdo