GARCIA LINERAS, BACHELET Y BOLIVIA
Por Pedro Godoy
El Vicepresidente de Bolivia -según se informa- deposita esperanza de
poner fin al encierro de su país a través de nuevo mandato presidencial de
Michele Bachelet. Desde la ribera izquierda del Mapocho lo invitamos a revisar
ese enfoque. Los dos mandatarios "socialistas" que han pasado por La
Moneda -la ya nombrada y Ricardo Lagos- han sido no sólo pronoteamericanos y
adscritos al neoliberalismo, sino también adversos a negociaciones en lo
relativo a otorgar a la patria de Andrés Santa Cruz y Germán Busch Becerra un
enclave portuario útil y con soberanía. Junto con esa negativa implementan un
desorbitado armamentismo convirtiéndo al país en arsenal, Con ello
comprometieron nuestra seguridad externa al alterar el equilibrio de poder en
el Cono Sur.
El apetito de insularidad de nuestra elite se manifiesta en
la incompetencia para negociar con los vecinos inmediatos. En el régimen
de Allende hubo quienes promovimos el acercamiento con el Perú de Velasco
Alvarado y al iniciarse 1973, a título de urgencia, con la Argentina de
Cámpora-Peròn. En ese contexto se insistió en la urgencia de resolver el
problema conosureño que implica el enclaustramiento de Bolivia. Ello,
sosteniase, vigorizará la Presidencia del general Torres. Visualizamos el
esquema como un cuadrilátero antimperiasta. Hubo oídos sordos. Toda la
esperanza, entonces, se depositaba en el bloque soviético y en Cuba. El
Vicepresidente debe comprender que la patriotería en Chile es transversal.
Nuestra oligarquía -eso no siempre se comprende- ha conseguido con éxito
internalizar el excepcionalismo traducido en desdenes y recelos contra los
vecinos. De tal tejido de prenociones, preconceptos y prejuicios no escapa
ningún estrato de la sociedad. El virus inficiona las tiendas que se
proclaman "internacionalistas" . Allí son campanas de palo el abogar
por resolver las controversias con Bolivia, Perù y Argentina en un plano
fraternal. La bandera chavista del bolivarismo tuvo una aceptación sólo
protocolar. El "socialismo del siglo XXI" se concibe
apenas como fórmula de administración de oxigeno de urgencia para un moribundo
marxismo-leninismo. Ni siquiera el movimiento estudiantil que suele posar de
iconolasta quiebra este esquema.
Como estadista Bachelet promociona el ALCA. Siendo titular de la cartera
de Defensa hace Curso en el Pentágono. Al regresar propone una OTAN
hemisférica. Continùa desde La Moneda el armamentismo paranoico de Ricardo
Lagos en que se mixtura el insularismo chilensis con turbios negocios.
Profundiza la economìa neoliberal. La salud y la educaciòn enferman de
afán de lucro. Las privatizaciones continúan y la famosa agenda
chilenoboliviana queda atascada en lo atingente al enclave portuario que
solicita La Paz para cerrar el capítulo de la Guerra Anglochilena del Guano
y del Salitre que, como se sabe, implica a Bolivia la amputaciòn de
Antofagasta. En ese contexto la esperanza que albergaría García
Lineras en Bachelet reelecta carece de asidero.
Prof. Pedro Godoy P.
Centro de Estudios Chilenos CEDECh
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