Argentina - LA FURIA DE LOS DESAPARECIDOS SOCIALES, DESOCUPADOS Y MARGINADOS
Juan
Carlos Cena y Elena Luz González Bazán MONAREFA
23 de diciembre del 2012 /
modificado el 24 de diciembre a las 18.34
Las crisis en el sistema
político tienen dos dimensiones principales: por un lado pueden implicar solo
los mecanismos y los dispositivos jurídicos y constitucionales del sistema, es
decir, el régimen político. Así el paso de una monarquía absoluta a una
monarquía constitucional, como también, el paso de una monarquía constitucional
a la república y el paso de una república parlamentaria a una república
presidencial, son todas crisis que encierran solo mutaciones del régimen…
Diccionario de política de
Norberto Bobbio y Nicola Matteucci (Siglo XXI editores-México - 1981) Página
455
En la historia existen los
procesos y el trabajo interrelacionado con las otras ciencias y las diferentes
disciplinas.Es bueno aclararlo porque se cae en el latiguillo, por falta de conocimiento, que la historia se repite, y sí, se repite, como farsa la segunda vez luego de la tragedia.
Pero lo real y nada maravilloso es que lo sucedido en estos días de furia es producto de un largo proceso de gestación. Para averiguar la verdadera naturaleza de este fenómeno, aluvional, debemos remontarnos a la última dictadura cívico militar, tomándola como un mojón cercano de referencia, y los distintos gobiernos que la sucedieron en la etapa democrática; J. W. Cooke afirmaba que los militares nos dejaron una sociedad blanda, mediocre, aterrada, por supuesto hablaba luego del golpe contra Perón.
La desindustrialización de Argentina fue una política de Estado. Los distintos gobiernos que se sucedieron terminaron profundizando esta política.
Es cierto que desde el menemismo se liquidaron las joyas de la abuela y a la abuela misma, que toda la política implementada con la reforma del Estado, Ley 23.696, fue devastar todos los bienes nacionales. En todo este proceso la clase obrera y los trabajadores resistieron.
Pero el tiempo avanzó sobre los principios, los valores, la ética, valores que anidaban en la sociedad a pesar de todo. De una cultura denominada del trabajo hacia una política prebendaria. Hacia arriba, beneficiando a todas las empresas que viven de los contratos con el estado, hacia abajo con cajas PAN, planes sociales, zapatillas y alpargatas, panes dulces y sin ninguna contrapartida que no sea asistir a mítines políticos.
Se ha degradado a la sociedad de trabajadores, asalariados, obreros rurales, campesinos, al proletariado en general. Los que fueron alguna vez trabajadores, familias completas, hoy no saben lo que es tener un trabajo que solvente el ingreso diario de una familia. Esa degradación ha crecido y se ha incrementado por décadas.
A eso se ha sumado una exhibición grosera y grotesca de la riqueza, mostrado desde los primeros estamentos del gobierno, para abajo. Hace unos días, los legisladores porteños a dos manos se aumentaron las dietas en un 20 por ciento, fue unánime, no hubo desacuerdos, ni discursos rimbombantes, desde los progresistas, los que defienden los derechos humanos hasta la denominada derecha reaccionaria, todos estuvieron de acuerdo.
Algo similar, para no olvidar, pasó a principio de año cuando a los diputados y senadores nacionales les aumentaron las dietas en un 100 por ciento, algunos salieron a decir que era una barbaridad, pero a fin de mes corren a cobrar sus magros salarios de 40.000 pesos sin contar otros estipendios. La presidente de la nación se aumentó en un abrir y cerrar de ojos un 42 por ciento su salario.
Mientras un millón de jubilados que laboraron con ahínco para forjar este país, con aciertos y errores aguardan que la Corte Suprema de Justicia les de la razón de su justo 82 por ciento., El 75 por ciento de 6 millones de jubilados y pensionados cobran la mínima vergonzante.
Las explosiones sociales tienen siempre la característica de la bronca, de la indignación de no reconocer los símbolos que no los representan. Aborrecen la riqueza del que los engañó. Los que la lucen creen que no se ve. Siempre inexorablemente rompen lo que simboliza la riqueza mal habida que a ellos los empobrece.
Lo ocurrido estos días es la furia de la ira. Es parte de una historia conocida, rabia por las faltas y los engaños, indignación por la impotencia.
Es fácil entonar el canto de que es obra de los infiltrados y responsables. Hechos que tienen cierto grado de espontaneismo, como en este caso, pero siempre hay una ebullición anterior que explota buscando lo mínimo como salida. Quieren lo que le han prometido y no cumplieron.
Se horrorizaron la mayoría de los consultados por los medios, porque los que se llevaban las mercaderías de los supermercados cargaban en sus carritos plasmas, hornos microondas, televisores y de vez en cuando un pan. Pero nunca se horrorizaron cuando la minera Alumbrera (provincia de Catamarca), entre el 2003 y diciembre del 2011, se robó 40 mil millones de dólares en minerales no declarados. O el contrato con Chevron, donde se le da sepultura nuevamente a YPF, Monsanto, Cargill, Bunge y Born, Dreyfus, que no pagan regalías, sin mencionar a las concesionarias ferroviarias, las otras mineras internacionales, el juego que luce a la entrada ostentosa de ciudades y provincias como si fuera la creación de empleos para el crecimiento y el desarrollo nacional.
Por eso que, seres humanos desesperados se lleven mercancías de supermercados que concentran el 80 % de la venta minorista y compran la leche a 1,50 y venden la común a 6 pesos, no hacen más que certificar lo que dijo Bertolt Brecht, ese gran dramaturgo alemám: es más delito la apropiación desenfrenada capitalista.
Uno se puede preguntar cuántos años le darán a esas mujeres que se llevaron un plasma y un pan, en contraposición los funcionarios nacionales reputados de apropiación dudosa de sus riquezas, todos sin distingo, tienen causas judiciales cerradas y abiertas, con extravío ¨casual de documentación¨, esos sí, todos seguirán libres como muchos de los funcionarios de gobiernos anteriores.
EL EJEMPLO QUE DEJA LA HISTORIA
Lógico, hay diferencias con un 17 de octubre de 1945. Ese día el movimiento obrero salió a la calle a defender sus derechos y le puso el pecho a los 12.000 efectivos apostados en Campo de Mayo. No pudieron reprimir porque el movimiento obrero en la calle fuerza y quiebra el poder político y económico, por primera vez.
Otro momento será la Resistencia peronista, de la mano del pueblo trabajador esencialmente peronista, pero que acompañaron las distintas conformaciones políticas partidarias.
Otro tanto será en el Cordobazo, cuando la clase mejor paga del país hizo que se fuera el ministro de Economía y luego el mismo dictador Onganía.
Durante la última dictadura, el pueblo trabajador resistió en total soledad, tiempos duros y difíciles que merecen otras largas líneas de análisis.
El tiempo actual está impregnado de necedad, soberbia y luto, donde el drama de una sola persona parece el drama nacional, el luto se terminó y el vestido negro hartó. Porque lo más doloroso es tener que soportar la muerte de un hijo por hambre, o por falta de asistencia médica o porque ha sido secuestrado en las redes de trata.
El drama de millones de familias con chagas, tuberculosis, hambre y desnutrición no se mitigan con hacer cadenas nacionales o discursos insoportables.
Recibir permanentemente a artistas y deportistas en Casa Rosada y dejar que los muelan a palos a nuestras comunidades originarias, más que una contradicción, es desprecio. Es una política que nada tiene que ver con lo nacional y mucho menos con lo popular.
Los qom no fueron recibidos, las familias de la masacre de Once fueron llamadas para intentar que de alguna forma se callaran. Mientras tanto, Jaime, Schiavi, el vicepresidente sigue sonriendo, no se sabe a quién.
De la oposición, girando de derecha a izquierda, no se le puede pedir, como dice el dicho: peras al olmo… Esta es una dirigencia política que en su totalidad, nadie se salva, ha perdido el rumbo, si alguna vez lo tuvo.
De Patria y Nación, ni hablar, no saben de qué se trata. Cuando llega la inundación o el fuego arrollador no se fija a quién golpea, arrastra el agua todo lo que encuentra a su paso, el fuego jamás se detendrá ante un tanque de nafta.
La furia del 20 y 21 de diciembre es como la inundación o el incendio arrollador.
Es el magma violento que emerge de los subsuelos de la Patria, diría, Scalabrini. Ortiz.
Estamos en una profunda crisis. ¿Cómo definimos a la crisis? Volvemos al diccionario de política de Norberto Bobbio y Nicola Matteucci que nos dice: .. como un momento de ruptura del funcionamiento de un sistema, un cambio cualitativo en sentido positivo o negativo, una vuelta sorpresiva y a veces hasta violenta y no esperada en el modelo normal según la cual se desarrollan interacciones en el interior del sistema de examen. Pág. 454 primera columna, ídem diccionario .Tomo I
Puesto que cada crisis es un momento de ruptura imprevista, o no, en el funcionamiento normal de un modelo, este requiere respuestas rápidas que tiendan a llevar nuevamente al modelo económico a su modelo precedente de funcionamiento o a institucionalizar uno nuevo dentro del mismo sistema.
Uno puede apreciar que la inestabilidad, la oscilación, la pérdida de valores morales hace tiempo se perfila en nuestro territorio y en el mundo. No es nuestra intención hacer un balance científico en esta oportunidad. Pero sí debemos señalar esas pérdidas, donde se fueron deshilachando entre los malezales de la mediocridad: los valores políticos, códigos éticos, maneras de comportamiento que portaban intelectuales, políticos, gremialistas, entre otros, esfumándose hasta aparecer quebrantos.
Y en el campo denominado intelectual podemos sólo mencionar uno lapidario y doloroso: Bastones Largos en 1967. El golpe a la Facultad de Ciencias exactas: la prohibición de dar Algebra Lógica y Moderna. Nada de pensar o razonar: porque era subversivo.
Luego vino la militarización de los sindicatos que tuvo su corolario en el Cordobazo y todos los azos.
Que preocupación suman las masas en la calle, adueñándose de ellas. Arrecian los epítetos y los análisis. Siempre pasó así, por eso el aluvión zoológico aquel 17 de octubre, los nazifascistas a la Resistencia Peronista, desde la izquierda, los subversivos a los resistentes en el Cordobazo y la guerrilla fabril a los que se opusieron a la dictadura más furibunda conocida.
No es todo igual, por supuesto que no, pero hay que darle una lectura desde las catacumbas.
Alguna vez nos dijo el dirigente Ypefiano Pepino Fernández * de la UTD (Unión de Trabajadores Desocupados) de Mosconi, en Salta: la UTD no tendrá razón de ser cuando a todos los que nos dejaron sin trabajo volvamos a trabajar.
Estamos viviendo una profunda crisis. Debemos abocarnos a estudiar la verdadera naturaleza de este fenómeno y no buscar culpables.
El volcán Copahue estalló como producto de las violentas contradicciones naturales que anidan en su seno. Estalla y todo es torrente de fuego.
Las correntadas e inundaciones desbordan los ríos, cambian el cauce, buscando otro, arrasan.
Reiteramos: La furia del 20 y 21 de diciembre es como la inundación o el volcánico incendio arrollador. Es el magma violento que emerge.
Los vulcanólogos, geógrafos y otros especialistas llegan a prever estas explosiones naturales, han estudiado para tratar de conocer algo de la naturaleza, para prevenir y contener.
Los hombres ¿Han reflexionado sobre estas explosiones sociales?
Porque hay dos salidas: prevenir y contener generando políticas de Estado donde algún día no existan más las UTD, o bien, la represión. Hasta acá: la represión…
* Entrevista en Mosconi, octubre del 2001.
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