Criminalidad policial en Argentina: Los poderes detrás del gatillo
Andrés Figueroa Cornejo
“La policía, desde el 10 de diciembre
de 1983, desde la instalación de esta democracia de baja intensidad, ha
asesinado a alrededor de cuatro mil personas inermes. Una persona al día
mediante fusilamientos y torturas en los lugares de detención, y donde cerca de
la mitad corresponde a la ‘era K’. Por supuesto, el 99% de los asesinados han
sido pobres. En la Argentina de nuestros días sigue siendo delito ser joven,
pobre y morocho”, dice el periodista y luchador social de larga data,
practicante de la solidaridad internacionalista contra las personas y pueblos
perseguidos, y actual conductor del programa ‘Aguantando de Pie’ en Radio
Caterva FM 97.3 todos los jueves de 18:00 a 20:00 hrs., Herman Schiller (http://es.wikipedia.org/wiki/Herman_Schiller).
Y suma que “Existe una batería de medios que sataniza la miseria y la
liga con la delincuencia. Los medios sistémicos apuntan a los pobres, muestran
a los villeros como delincuentes y exaltan la repulsiva ley antiterrorista.
Piden ‘poner orden frente al caos’. Es decir, piden más represión y
criminalidad policial. Nosotros también queremos más seguridad. Pero
seguridad contra los agentes del Estado.”
Los medios de comunicación que se
ocupan de configurar subjetivamente el rostro del delito para que sea asociado
por los receptores a los migrantes fronterizos, los sin nada, los negros,
ciertos barrios y grupos sociales; y las encuestas y cifras salidas de
quién sabe dónde hablan de un incremento de la sensación de inseguridad de la
población. Schiller tiene su caracterización. “En el país, es cierto, hay un
auge del crimen que se divide en la organizado y el desorganizado. El último es
el que cometen los pobres como resultado de un régimen de opresión, desigualdad
e injusticia social. No lo justifico, pero comprendo el contexto que lo
produce. Y el crimen organizado está en manos de la policía: en los grandes
asaltos, el proxenetismo, la piratería del asfalto, la trata de personas, el
narcotráfico, las coimas para hacer desaparecer expedientes, etc.”
-La violencia se muestra como
patrimonio exclusivo del delito de las clases subalternas sobre sí mismas y las
dominantes…
“En realidad lo que es violento es el
hambre, la muerte de los chicos por inanición, el aumento de las enfermedades
entre los pobres como el dengue; el deterioro de los hospitales públicos, la
falta de trabajo y el trabajo precario. La falta de presupuesto educativo
digno, el desmantelamiento de la legislación laboral; el castigo estatal sobre
el pueblo qom. Eso es violencia.”
A MAYOR POLICÍA, MAYOR CRIMEN
El letrado y ex diputado Marcelo
Parrilli -presidente del Centro de Abogados por los Derechos Humanos y antes
miembro fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales durante y contra la
tiranía- explica que “algo muy curioso en Argentina es que si se observa el
espectro del delito, no hay mafias como en otras naciones porque ese rol lo
ocupa la policía.”
“Los sectores más conservadores y
reaccionarios aseguran en todos los terrenos que Argentina es un país
inseguro”, continúa Parrilli, “pero no con la idea de obtener más seguridad
para los trabajadores y los empobrecidos, sino con el objetivo de seguir
fortaleciendo el aparato represivo del Estado, las policías, el aumento de las
penas.”
Marcelo Parrilli es uno de los
defensores de las víctimas del terrorismo de Estado con mayor prestigio del
país y América Latina, y sus principios y conducta se mantienen intactas hasta
hoy. La dictadura lo encarceló en 1981 y las protestas de organismos
mundiales lograron su libertad.
-Pero el gobierno nacional dice que
Argentina es un lugar seguro…
“Argentina no es México, Colombia o
Río de Janeiro en el ranking infame de la delincuencia. Y, por otro lado,
tampoco podemos quedarnos con el diagnóstico -verdadero, por cierto- de que las
policías son el aparato armado de la burguesía, sin dar respuestas concretas
hoy. Aunque la solución radical será resultado de una sociedad distinta a
la imperante y todavía por conquistar.”
-Llama la atención la naturalización
de amplios territorios sociales respecto de la corrupción de los de arriba.
Independientemente de que la corrupción no sea un accidente del capitalismo,
sino una de las expresiones su movimiento interno…
“Aquí hay que analizar la corrupción
del aparato del Estado y de lo que es la policía. En nuestro país todo el mundo
le teme a la policía. No importa si la persona sea de izquierda, de
derecha o se diga apolítica.”
-¿Por qué?
“Porque, de alguna manera, la policía
es la que administra y sponsorea el delito. Si hay un robo en un lugar, la
gente se dice: '¿Haber si lo podemos resolver entre nosotros? No
llamemos a la policía, que no se meta.' Aunque racionalmente no
lo tengamos muy claro, todos sabemos que la policía es algo peligroso y
delictivo."
-¿Sólo la policía?
"Junto a un buen sector
judicial. El poder judicial y el poder político gestionan el delito organizado,
económicamente organizado. A su alrededor gira el resto de los delitos que son
infinitamente menos lesivos y más esporádicos. Y el delito económicamente
organizado, como toda cadena de comercialización que funciona como empresa
importante en Argentina, tiene un pie en el Estado. Además de la justicia y el
Ministerio Público, en gran medida participa de la recaudación el
poder político."
-¿Cómo?
"Si en un municipio aumenta el
robo de automotores, la piratería del asfalto, el narcotráfico, la trata de
personas, y hace 20 años que gobierna el mismo intendente y el mismo partido,
ellos tienen que ver con que ese robo nazca y se desarrolle."
-Las clases que dominan y sus
partidos suelen decir que contra la delincuencia es preciso aumentar la policía
y la represión…
"Con más policía y más represión
la máquina de recaudar cada vez crece más. En primer lugar,
crece más porque hay más policías. Y en segundo lugar, al aumentar los niveles
de represión, aumentan las tasas de recaudación. Ya no es lo
mismo recaudar por un delito que tiene de 1 a 5 que otro de 1
a 10, o de 3 a 15. Entonces la realidad nos demuestra que el delito no ha
disminuido. Por el contrario. Todo esto cruzado por los fenómenos del
narcotráfico y la droga que destruye la idea primitiva de que 'la gente buena
no comete delitos y sólo la hacen las malas y deshonestas'."
LA MÁQUINA DE RECAUDAR
-Es interesante y temible el
término 'recaudación' que empleas. ¿Cómo se operativiza?
"Cuando uno dice que la
comisaría recauda, no se plantea desde la subjetividad o la
casuística. La corrupción es estructural. El mecanismo de recaudación ha
sido discutido, elaborado y ferozmente disputado a lo largo de décadas. Por
ejemplo, en una comisaría de Capital Federal está el comisario, cuatro cuartos
todos los días, salvo el domingo que hay tres tercios. Y un quinto cuarto que
va cubriendo los distintos francos. ¿Cómo funciona un cuarto? Existe un jefe de
servicio que normalmente es un oficial principal y está sentado en la
comisaría. Después está el jefe de calle que habitualmente es un subcomisario y
que a bordo de un patrullero -que se denomina siempre el '100'- recorre toda la
jurisdicción. El subcomisario es un hombre clave en cada cuarto porque dirige
el corazón de la máquina de recaudar: la brigada."
-¿Qué papel juega?
"La brigada de la comisaría está
integrada por los personajes más densos y pesados. Es la que opera en el
terreno, la que detecta delitos, contravenciones, irregularidades. Pero no para
impedirlos, sino que para armar la recaudación. De ahí la
importancia del subcomisario, y por eso en muchas comisarías la tarea no
recae en el comisario sino en el subcomisario."
-¿Y la brigada en acción?
"La brigada se ocupa de
encontrar 'las quintas'. Una 'quinta' puede ser un supermercado chino que
actualmente está pagando 5 mil pesos al mes por protección. Una protección
contra ellos mismos."
-¿Cómo?
"Al supermercado lo roban una
vez, dos, tres, cuatro y a la quinta el supermercado se da cuenta de que es más
barato pagar en la comisaría que seguir soportando los robos."
-¿Puedes dar un ejemplo puntual?
"La comisaría 34 es clave en la
Ciudad de Buenos Aires. Tiene jurisdicción sobre las villas 1, 11 y 14, y es la
que más recauda. Hace algunos años lo hacía por la suma de 6
millones de pesos al mes (más de un millón 250 mil dólares). Allí se
mantuvieron los subcomisarios durante años y años, sobreviviendo a algunos
comisarios incluso."
-¿Qué ocurre con el delito no
organizado?
"También es controlado por la
policía. Como todas las contradicciones que pueden darse en la calle:
vendedores ambulantes, oferta de sexo, etc., todo es meticulosamente administrado
y va a parar a la recaudación policial."
-¿Cómo se distribuye la recaudación?
"No va solamente a los bolsillos
del subcomisario, del comisario, del comisario-inspector (mando de una zona).
Sube al poder político, al judicial y a los políticos. Ese es el camino. Y
parte de la recaudación financia el propio funcionamiento del
aparato represivo: la luz de la comisaría, el toner, los papeles, la nafta de
los patrulleros. Así funcionan las comisarías. Por eso, las comisarías se
licitan, hay que comprarlas."
-¿De qué manera se sostiene la
impunidad de estos hechos?
"Está aceptado por la mayor
parte de los partidos tradicionales, por el poder judicial, etc. Ocurre que la
fuerza de la policía está involucrada en todo el tejido social."
-¿Pero toda la policía se comporta de
esta manera?
"En realidad, al interior de la
policía no son todos iguales porque no todos participan en la recaudación.
Los policías que quedan fuera obtienen salarios de hambre; cuando hacen
adicionales -harto insólitos si no duermen- el departamento de adicionales y el
comisario, les roban las horas extras. Si un policía trabaja 200 horas
adicionales, le pagan 150. Y si se queja por ello, nunca más le dan
adicionales."
UNA CUÑA ANTES DE LA SOCIEDAD
POSTCAPITALISTA
-El diputado Alejandro Bodart habla
de democratizar a la policía, ¿qué piensas?
"Lo comparto. Considero que una
de las medidas para avanzar sobre la seguridad, es comenzar a democratizar el
aparato policial y quebrar su lógica interna que dicta que quien asciende recauda más.
De otra forma, se reproduce esa dinámica."
-¿Podrías ofrecer más elementos?
"Urge acentuar el control de la
ciudadanía sobre las policías. Qué bueno sería si los jefes policiales fueran
elegidos por votación popular. Así el policía que va ascendiendo en su carrera
dependería no ya de cuánto recauda, sino de que la gente lo vote o no.
Qué bueno sería si ese mandato pudiera ser revocado. Qué bueno sería que el
personal policial pudiera sindicalizarse para que discutiera sus derechos, y
que no ocurra que cuando se rompe un inodoro el comisario envíe al '100' a
buscar uno, gratis, al corralón ubicado dentro de la jurisdicción. O cuando se
pincha la rueda de un patrullero, la tienen que pagar los policías que van
dentro. Cuando choca el patrullero, le dan 5 días de arresto al conductor. Qué
bueno sería que el policía raso tuviera un organismo gremial que lo defendiera
frente al actual estado de cosas, donde no existen derechos de ninguna
clase."
-…Pero la política de mano dura es
prácticamente consustancial a las policías…
"Nunca ha habido mano blanda. La
derecha siempre ha logrado imponer como natural la ley del garrote. Sin
embargo, la realidad es clara respecto de esta práctica. Las cárceles están
llenas de pobres. Pero porque el derecho funciona con un criterio de
selectividad y señala a quienes hay que penalizar y a quienes hay que penalizar
más. Por eso los delitos cometidos por los más empobrecidos son mucho más
sancionados que los delitos cometidos por los sectores medios y altos de la
sociedad."
-No es distinto que durante una
tiranía…
"Yo creo que la Doctrina de
Seguridad Nacional que utilizaron las dictaduras en la década de los 70' donde
se construyó la figura del 'delincuente subversivo y terrorista' ha sido
reemplazada por una suerte de Doctrina de Seguridad Ciudadana, donde el sujeto
peligroso es el morocho-marginal-chorro. Y, a diferencia de la DSN, la Doctrina
de Seguridad Ciudadana la veo mucho más peligrosa porque se mete más a fondo en
la subjetividad social y en la construcción de sentido común que favorece la
política del garrote."

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