Cortázar hipoteca credibilidad de Canal 13 y genera adverso clima interno a su gestión

Posted by Correo Semanal on domingo, mayo 13, 2012

Definido como un director que no quiere tener problemas con nadie y busca controlar todo. Puso en juego la credibilidad del canal y generó un clima interno que revela un nulo manejo de crisis. Carga con una sanción de la SVS como director de La Polar y un pasado en TVN de donde salió herido.
Fuente: El Mostrador
cortazar copia
La promesa de René Cortázar duró 46 días. “Queremos transformarnos en el mejor noticiero de la televisión chilena. Lo que estamos haciendo es darle un canal de expresión muy privilegiado a la fuerza investigativa”, declaró en la revista Qué Pasa, que lo llevó en portada, el 23 de abril.
A la semana de estrenarse el nuevo Teletrece, el segundo reportaje de Contacto en Tele 13 -“Nanas ¿por qué yo no?”- tomó una decisión que echó por tierra sus palabras, provocó una crisis interna, ventilada ampliamente en los medios, y lo dejó en muy mal pie.
Nunca el máximo ejecutivo de un canal había sido acusado por todo un equipo periodístico “de censurar (la segunda parte del reportaje que iba el día martes), de traicionar el proyecto editorial, vulnerar el compromiso con la verdad y no sopesar las consecuencias internas y externas de su medida”.
Tampoco que, en cámara, los conductores de noticias lamentaran la renuncia de las cabezas del área de Prensa -Patricio Ovando, director de prensa, y Pilar Rodríguez, editora de Reportajes- y les enviaran saludos. Ramón Ulloa, rostro de Tele 13, incluso ironizó al presentar una nota diciendo “otro intento de investigación periodística”.
Cortázar ejerció el poder que legítimamente tiene, “pero sin hacerse cargo de que su responsabilidad también es velar por la imagen del canal ante la opinión pública”, sostiene el director del área de asuntos públicos de la agencia de comunicaciones Azerta, Camilo Feres.
El hombre a quien Michelle Bachelet llamó para “salvar” el peor error de su administración -la crisis del Transantiago- nombrándolo ministro de Transportes, el 27 de marzo de 2007, provocó con su decisión daños colaterales que o no sopesó o no les dio la importancia debida.
“La gente habla de lo que pasa en la televisión. Si el tema de la censura sale en todos los medios se instala la sospecha de que no todo lo que se reportea se emite”, afirma Luis Breull, investigador de medios y académico de las universidades Católica, Adolfo Ibáñez y Alberto Hurtado.
Cortázar no ha explicado, hasta ahora, por qué tomó esa determinación. Internamente el argumento fue que el reportaje no cumplía con los estándares de calidad de Contacto, y así lo hizo trascender hacia afuera. Pero no es la lectura que hace la opinión pública. “Podemos suponer que hubo presiones, comentarios y que tomó una decisión basada en ese contexto”, agrega Feres.
El reportaje de las nanas fue conocido por Cortázar. Antes del lanzamiento del nuevo noticiero, el equipo de Contacto le planteó cuáles serían los temas de la temporada. Entre ellos, el de la discriminación a las nanas, al que no le dio importancia. Se le explicó que la idea era presentar una situación ficticia para generar una prueba social respecto de la discriminación y maltrato hacia a las nanas.
El no hizo preguntas, el reportaje salió al aire y reveló cuál era la recepción en los 10 colegios con mejores resultados en la PSU -cinco de congregaciones religiosas (cuatro del Opus Dei y uno de Los Legionarios)- frente al interés de una nana de matricular a su hija y el de una pareja de investigadores del programa.
Se destapó una explosión de comentarios en Twitter, cartas al director en El Mercurio y La Tercera –una de ellas, de Ane Miren Arrasate, la señora de Luis Enrique Yarur, miembro del Opus Dei- y al día siguiente Cortázar pidió ver el segundo capítulo. No estaba listo y lo revisó a pocos minutos de emitirse el noticiero central.
La orden fue tajante: dejar sólo los descargos de los colegios y cortar el resto (que mostraba a una nana en un restorán, tomando taxis y visitando un departamento piloto).
Cualquier ejecutivo sabe y en esto Cortázar no es un primerizo -fue director ejecutivo de TVN entre 1995 y 2000- que el principal activo de medio de comunicación es la credibilidad. Chile, además, ha cambiado. “Estamos viviendo en una etapa de sospecha permanente sobre los que administran el poder”, plantea Feres

“No quiere tener problemas con nadie”

“El gran problema de Cortázar es que no quiere tener problemas con nadie, ni con los empresarios, ni con la Iglesia, ni con los partidos políticos, y eso es imposible para un director de medios”, sostiene un ex ejecutivo de TVN que trabajó bajo su gestión en la que impuso la fórmula del cronómetro. “En la campaña presidencial que enfrentó a Ricardo Lagos y Joaquín Lavín en 1999 se les otorgaba la misma cantidad de minutos en cada noticiero. No importaba si habían hecho noticia, si habían tenido una gran cantidad de actividades durante el día o se habían quedado en la casa. El quería un canal público neutral”.
Otra de sus características es tener el control absoluto de las consecuencias posteriores en la emisión de cualquier contenido periodístico. “Y eso es imposible, siempre van a haber efectos que no se pueden manejar”, afirma un miembro del área de prensa de Canal 13. Por eso, en TVN y Canal 13 ha estado siempre encima del Departamento de Prensa.
El clima interno es otro factor con el que Cortázar deberá lidiar. Patricio Dussaillant, académico que dicta un curso sobre manejo de crisis en la Universidad Católica, plantea que “es muy difícil gestionar una empresa cuando tienes a los empleados en tu contra o cuando están descontentos con tu gestión. Normalmente uno alinea a los que trabajan detrás de un objetivo y los desalineaste a todos”.
La única forma de recuperar la confianza -afirma- es con diálogo. “Tienes que explicar lo que hiciste y lograr que la gente lo entienda”.
Ayer, los periodistas le solicitaron un encuentro público, una suerte de asamblea, en la que explicara los rumbos y criterios hacia delante. Cortázar no accedió.

Su poder en la DC

El 14 de julio del año pasado, a un mes y días de estallar el Caso La Polar, el presidente de la DC, Patricio Walker, declaró que Cortázar –multado por incumplir los deberes de diligencia como director de la cadena entre abril y noviembre de 2010- pasaría a la Comisión de Ética del partido al igual que Luis Ajenjo (quien había sido detenido por el pago de un bono a ex ejecutivo de EFE).
“En ambos casos no caben defensas corporativas”, afirmó. El 21 de julio cambió radicalmente el tono: “la DC no hará un juicio de reproche ético hasta conocer a cabalidad los cargos y descargos”, dijo sobre Cortázar.
Un militante del partido asegura que Walker recibió una presión fuertísima, “todo el círculo de Cortázar, José Pablo Arellano, Pablo Piñera, los ex Cieplan (el centro de estudios donde él trabajó) lo llamaron para decirle que lo estaba dañando; eso refleja su poder en el partido”.
La sanción de la SVS para quien ostentaba un currículum de reputado director de empresas -ocupó sillones en D&S, Entel, Corpbanca y Aes Gener- además de haber ocupado la vicepresidencia de Icare y la calidad de miembro de Paz Ciudadana, fue un golpe y una humillación. “El debe haber creído que no le iba a caer una multa y cuando se vio cuestionado tiene que haber pensado que la gente diría no, él es un caballero, esto no lo incluye, esa cosa tan chilena”, afirma un alto ejecutivo de una empresa.
Para Luis Breull este es un factor que genera ruido. “Será interesante observar cómo se va a tratar el caso una vez que fallen los tribunales. Esa va a ser una prueba de fuego para la independencia del canal”.

De presidente a presidente ejecutivo

Dentro del canal causó molestia y sorpresa ver cómo Cortázar pasó en los hechos de ser presidente del directorio a tener un rol ejecutivo. “Un día apareció un reportaje de El Mercurio con los directores ejecutivos de los canales y en vez de salir David Belmar apareció Cortázar en la foto”, explica un periodista de la estación.
El asunto no era menor, ya que varios de los integrantes del departamento de Prensa, entre ellos, Patricio Ovando y Pilar Rodríguez, llegaron al 13 cuando Belmar era la cabeza del canal. Dicen que varios no habrían aceptado trabajar en la estación de haber sabido que estarían bajo el mando directo de Cortázar.
Su paso por TVN provocó un grave conflicto con el Departamento de Prensa, a raíz de un reportaje de Informe Especial sobre el rol de la CIA en el Golpe de Estado, el uso de dineros y el papel de Agustín Edwards, dueño de El Mercurio. El capítulo fue revisado por Cortázar, quien hizo sugerencias de cambios, sin que éstas fueran entendidas como una orden. El reportaje salió al aire tal como lo había preparado Santiago Pavlovic. “El directorio le pidió explicaciones y Bernardo Matte exigió cabezas. Durante aproximadamente un mes, Cortázar habló por separado con los directores de la derecha (Luis Cordero, Teodoro Ribera y Matte) y Francisco Frei, amigo suyo. Plantea que está buscando a alguien que reemplace a Jaime Moreno Laval, el director de Prensa. Cuando cree que cuenta con cuatro votos (el número requerido para remover al jefe de prensa según el estatuto de TVN) les anticipa que va a ser Verónica López y explica que había hablado con Agustín Edwards para evitar que se molestara, porque ella trabajaba en El Mercurio”. El día antes de la reunión de directorio se comunica con Jorge Navarrete, el presidente, y le informa sus intenciones, pensando que contaría con su apoyo.
Lo que no previó es que Navarrete votaría en contra de remover a Moreno Laval y que Frei se abstendría para no aparecer como el único representante de la Concertación alineado con los directores de la oposición. Se produjo un empate -Nissim Sharim y Faride Zerán se pronunciaron en contra- lo que significó un rechazo a su propuesta. Y en esa misma sesión presentó su renuncia.
Había un episodio anterior: la emisión de un reportaje sobre los efectos del asbesto en los trabajadores de Pizarreño que Cortázar postergó por alrededor de seis meses. En su afán por controlar cualquier consecuencia negativa consideró que no había elementos suficientes para probar que la asbestosis de los trabajadores de Pizarreño había sido provocada por su trabajo en la fábrica.
Terra hizo un recuento de los episodios de censura de Cortázar en Canal 13. A un mes de asumir -destaca- un reportaje de Emilio Sutherland y Paz Montenegro para “Contacto” sobre los privilegios y regalías del personal de las Fuerzas Armadas no se emitió completo.
Un año más tarde, Raúl Celpa, presidente de la Comisión de Exonerados y ex Presos Políticos, denunció que Cortázar había censurado un capítulo de “Contacto” que revelaba graves acusaciones sobre hechos de corrupción en la aplicación de las leyes de Derechos Humanos. “Dicho capítulo iba a exhibirse el 20 de septiembre (de 2011), pero no se emitió ese día. También tras una polémica, el 4 de octubre se determinó exhibirlo”.